IV. Valer

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[Namjoon]

Abro la puerta de mi departamento con Seokjin a cuestas. Todavía no puede caminar solo. Al menos no sin hacerlo en zigzag y tropezándose consigo mismo. Es casi tan alto como yo, así que no es tarea fácil acarrearlo hasta la habitación de huéspedes.

—Hogar —digo casi sin aliento, mientras hago que Seokjin se siente en la cama—, dulce hogar.

Queda sentado como si fuera un muñeco de trapo al que apoyas sobre una superficie, con la cabeza caída y los brazos a los lados. Había entrado casi a oscuras a la habitación, así que prendo el velador que se encuentra al lado de la cama para no encandilarlo. Quito su saco y lo cuelgo en un silla que tengo en ésta habitación. Me agacho y le desato los zapatos para luego quitárselos. Ahora me debato sobre qué debo hacer primero. Si hacer que se acueste y luego subir sus pies o subir sus pies y luego intentar acostarlo.

Mi duda se esfuma en el momento en el que Seokjin decide moverse quejumbrosamente por sí mismo, subiendo sus piernas a la cama mientras se acuesta de costado sobre ella.

—Bueno... —digo para mis adentros y me inclino para alcanzar la perilla del velador pero su voz me frena.

—¿Namjoon? —me incorporo y lo miro mientras sigo parado al lado de la cama.

—¿Sí, Seokjin?

—¿Te parezco molesto?

Frunzo el ceño. No lo conozco demasiado pero definitivamente, esa no es una de las primeras palabras que se me vienen a la mente para describirlo.

—Para nada.

Abre sus ojos ahora pero observa un punto fijo, por detrás de mí, con una mirada que carece de emoción.

—Debo ser aburrido entonces.

—¿Por qué lo decís?

Al fin levanta la vista y me mira.

El único brillo que tienen sus ojos es producto del alcohol consumido y de la fina capa de lágrimas que parece comenzar a formarse.

—Solo me pregunto qué es lo que está mal conmigo, es todo.

—¿Y qué te hace pensar que hay algo de malo con vos, Seokjin?

El estruja la almohada que está bajo su cabeza. Me termino agachando para quedar un poco más a su altura.

—No-no lo sé, yo... —sorbe por su nariz y una lágrima, que él intenta atrapar pero falla en el intento, corre libre desde su ojo a la almohada. Me mira al instante, casi como un niño que ha ensuciado con sus manos el vestido favorito de su mamá.

Antes de que diga algo más, me largo a hablar.

—Seokjin, no sé lo que sucedió ni qué fue lo que te puso tan mal —aunque me puedo hacer una idea con lo idiota que parece ese hombre que tiene por novio HACE TRES AÑOS—, pero...

—Fui un desconsiderado —me responde de repente mientras se reincorpora hasta quedar sentado nuevamente—. Él, mal que mal, se hizo un tiempo para mí —sorbe su nariz otra vez—y fuimos a cenar, y sí, no fue lo que esperaba pero...AGH —se toma la cabeza exasperado— ¿¡Pedirle que me bese frente a la gente que había ahí y encima pretender que me corresponda!? —¿QUÉ?— AY, SOY UN IDIOTA —se da unas cuantas palmadas en la cabeza y frena sólo cuando me paro y lo tomo de las muñecas para evitar que siga haciéndose más daño. Me mira.

—¿Por qué te culpas por algo así? —le indago.

—Agh, es que... no entenderías —sacude su cabeza.

「Love Maze」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora