Capítulo 9

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Akane

Cuando llegamos al monte Fuji sentí un extraño sentimiento de ausencia, pero en cuanto ví a Rioga sonreír, esos sentimientos se desaparecieron, nos sentamos en una mesa que andaba por hay y después compramos unos raspados. Finalmente fuimos a acampar cerca del monte y el lago que había por allí, empezamos a desempacar hicimos el campamento y yo saque unos cuantos ingredientes para cocinar. Luego fuimos Oshino Hakkai el lugar era precioso la gente era muy amable, los dulces eran delicioso y la tienda de regalos me encantaba.
Regresamos un poco tarde al campamento pero Rioga insistió que quería que le cocinara algo así que lo hice yakitori son brochetas de pollo o pulpo, quería que fuera algo ligero.

- ya está la comida. - dije mientras le acercaba el plato.
- gracias Akane. - en cuanto la probó sus ojos se iluminaron por completo.
- Dios que delicioso está esto.
- Me alegro que te guste.
- Akane, yo debo decirte algo... cuando tú me llegaste a cocinar me alegré mucho, no es por ofenderte pero no cocinas bien, sin embargo cada comida que hacías me alegraba comerla porque para mí siempre será tu comida la mejor.
- Rioga. - susurré impresionada en serio no me la esperaba para nada.
- Gracias, por estar aquí conmigo. - dijo mientras sujetaba mi mano y poco a poco nuestros rostros se fueron acercando.
- ¿esto es un sueño? - susurré
- no es la realidad, te amo Akane.

Estábamos por besarnos asta que una piedra fue lanzada directamente a Rioga. El enseguida se levantó enfurecido y grito

-¿Quién fue el idiota? - nadie contesto así. El momento se había interrumpido, Rioga fue averiguar qué había sido pero cuando regreso me dijo que no había  nadie así que nos fuimos a dormir.

El resto del fin de semana me la pasé genial junto a Rioga fue una buena distracción y muy buena medicina para la presión en la escuela, pero sentía una extraña sensación de que me vigilaban. Cuando llegó el día de nuestro regreso, sentí que el y yo nos habíamos hecho más cercanos cosa que en estos dos años no habíamos logrado, subimos al tren y continuamos hablando.

Bajamos en la parada del autobús, Rioga me llevo a la puerta de mi casa y me abrazó, eso me tomo por sorpresa.

-Gracias Akane te agradezco estos días.
- A ti Rioga. Debo de decir que me impresionó que te agrade una chica como yo.
-¿A qué te refieres?
- Es que yo no me considero atractiva o femenina
- Akane - Rioga me tomo de mis hombros y dijo - Eres una chica hermosa, divertida y muy fuerte, tanto física como mentalmente, y no lo dijo porque me gustes...
- ¿Te gusto? - pregunté con sorpresa, no sabía que Rioga sentía algo por mi
- Si, desde siempre me has gustado, desde la primera vez que te ví, tú eres la única persona que me trata bien, y está junto a mi, gracias. - dijo apenado.
- No debes agradecer nada, soy yo la que debe agradecerte estos días, eres alguien que veía como amigo pero creo que mi pensamiento a cambiado.
- ¿Entonces tú también me quieres?
- No puedo decir un si definitivo, pero supongo que me estás gustando Rioga.
- Akane.
Me volvió a abrazar. Cuando rompimos el abrazo mi corazón estaba tan inquieto como un pajarito, entonces mis ojos vieron sus labios, nunca había sentido tanta necesidad por besar a alguien.
Excepto a Ranma cuando fue lo de la obra de Romeo y Julieta. Rioga noto lo que quería y se acercó a mi rostro.

-¿Puedo? - asenté con la cabeza. Entonces nuestros labios se unieron en un beso, sus labios eran cálidos y suaves.
- Gracias. - dije le volví a dar otro beso y entre a casa.

Ranma

En el momento que los ví por besarse en el monte les lance una piedra, e interrumpí el momento entre ellos dos, sin embargo Rioga vino a averiguar que había pasado. Me escondí en un arbusto para que no viera, pero cuando estuvo a punto de atacarme lo recibí con una patada.

- ¿Qué te pasa Saotome? - grito furioso.
- Nada. Simplemente quiero que Akane no tenga un primer beso desagradable. - dije mordiendome la mejilla (yo había sido su primer beso pero Rioga no lo sabía).
- ¿Qué celoso?
- Claro que no además ¿Qué le vez a una chica tan poco atractiva?
- Akane es muy hermosa, y seguramente muy dentro de ti tú lo sabes, por algo estás aquí.
- ¿Y tú cómo sabías que estaría aquí?
- Nunca te había visto salir corriendo de la casa de Akane tan rápido, y enseguida supuse que vendrías.
- Bueno entonces sabes porque estoy aquí.
- Si. Quieres evitar que Akane sienta algo por mi y a tí te olvide.
- No tan así pero, no te dejare el camino tan fácil. - dije. Rioga y yo siempre habíamos tenido una rivalidad, pero yo nunca la había tomado tan en serio como en ese momento.
- No importa que tanto pelés al final Akane va a decidir.
Rioga se dió la vuelta y se fue.

En parte tenía razón pero tenía que intentarlo, pero por el momento debía de evitar que pasara algo entre ellos. Así fue todo el fin de semana evite una cosa tras otra, desde provocar que Rioga se diera la mano con un viejo a abrazar a un animal del lugar.
Para el último día se fueron a dormir temprano y pude descansar, lo que no tenía planeado era que Rioga me pusiera a dormir al otro lado del monte, retrasando mi viaje de regreso... Cuando llegue a casa y ví los labios de Akane junto a los de Rioga mi corazón colapsó ¿Akane ya había escogido? No pude hacer nada pensé, me di media vuelta y me senté en la banca de un parque mientras veía a la gente pasearse

- Ranma - Era Nabiki - ¿Dónde estuviste todo el fin de semana?
- salí - dije desanimado, Nabiki noto mi desgano y se sentó junto a mi.
- ¿Es Akane? - me exalte un poco.
- Si, ¿tanto se nota?
- No solo estaba jugando. - sentí mis mejillas arder.
- Mira sé que Akane a cambiado estos meses, realmente nadie se esperaba un cambio tan radical en ella. Pero de algo estoy segura ella lo hizo por tí. - El miedo que me había atormentado era verdad, por mí culpa Akane se volvió así.
- Pero la estoy perdiendo.
- ¿Tan fácil te vas a rendir? Valla serás muy fuerte pero a veces eres muy estúpido.
- ¿Qué dijiste?
- Ranma, Akane te quiere y no te quiere como a Rioga si no más profundo, me atrevería a decir que te ama.
- ¿Pero cómo debo hacer para que esté conmigo?
- Te costará mil yenes para que hable.
- Bien. - dije mientras sacaba el dinero y se lo daba.
- Akane te quiere por como eres, tú tienes esa respuesta Ranma. - Me sentí estafado por un momento, pero si lo que había dicho era real tenía ventaja todavía.

Lo que paso después. Ranma Y Akane.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora