Lo que paso después. Ranma Y Akane.

Capítulo 7

- Ni hăo Ranma. - Shampoo nos encontró de camino al colegio, y se quedó entreteniendo a Ranma. Pero yo y Ranma no tocamos el tema del beso en ningún momento... No sabia si se había arrepentido o me odiaba por haberme ido. Pero era tanto mi orgullo y decepción en ese momento que preferí quedarme callada ante la insinuación de Shampoo a Ranma.

- Akane mi amor. - Era Kuno.
- Hola Kuno.
- Eh visto que alguien te ah decepcionado déjame te ayudo a sentirte mejor. - Entonces me acorde de Rioga si el estuviese aquí me haría sentir mejor, me sentiría mejor si el estuviese aquí... Pero una parte de mi se sentía culpable eh hipócrita ¿Cómo pedir a gritos a Rioga cuando alguien me había besado y lo quería junto a mi?
-Gracias Kuno pero no tengo humor. - dije sin ánimos.
- ¡Akane! - era Rioga con un ramo de flores. No eran rosas pero el ramo era tan hermoso que mi corazón dio un brinco de alegría.
- ¡Rioga! - sonreí de inmediato y fui corriendo ah abrazarlo. El correspondió mi abrazo.
- Akane... - susurro a mi oído. Provocando que me recorriera un escalofrío - te traje este ramo de flores. - rompimos el abrazo y me entrego el ramo.
- Rioga... - dije mientras veía el ramo. -Es precioso... Gracias.- Lo mire a los ojos después. - Te quiero mucho.
- Me alegra que te allá gustado. - Pero después recordé el beso ¿Cómo podía pensar en Ranma cuando Rioga me traía este detalle? -¿Akane sucede algo? - me saco de mis pensamientos. Rioga se veía preocupado.
- No, no sucede nada. Sólo pensaba.
- Bueno. - Gracias que no volvió a preguntar nada mas.

Ese mismo día me fui sin esperar a Ranma, supuse que no quería verme así que tome camino, en ese trayecto me encontré al doctor Toffue. Hace unos años amaba al doctor Toffue pero en cuanto apareció Ranma, esos sentimientos se fueron evaporaron poco a poco; ahora lo veo como un gran amigo de la familia, asta podría decir como mi hermano mayor.
- Akane ¿Cómo estás?
- Doctor, yo no lo sé. - en cuanto oyó mis palabras supo de que se trataba y me invitó a ir a su consultorio para hablar tranquilamente.
-Cuentame ¿Qué pasa Akane?
- Yo... - me había quedado sin palabras ¿Qué debía decir o hacer?
- Tomate tu tiempo.
- Ranma me besó. - Me miro sorprendido, y no lo culpaba Ranma ni era de actuar así, y yo tampoco.
- ¿Paso algo más? - dijo mientras me entregaba la taza de té. 
- Yo..., no supe que decir, me tomo por sorpresa, así que entre en un embrollo de emociones y decidí irme. -  Miraba la taza de té que estaba en mi regazo.
- ¿Y tú qué piensas? ¿Te dijo algo después de que te fueras?
-No, no dijo nada, ni siquiera toco el tema el día de hoy. Asta me ignoro. 
- ¿Te gusta Ranma?  - su pregunta me impresionó. Ranma realmente lo quería mucho, pero nunca pensé que el me podía llegar gustar, o tal vez no estaba preparada para decirlo en voz alta.
- No lo sé, son muchas cosas doctor. Supongo que no, apesar que nuestros padres decidieron que nos debíamos comprometer, a Ranma solo lo he visto como un buen amigo, nada más... Pero estos días me he sentido confundida, de la nada apareció Rioga y se portó de una forma tan caballerosa, me llena de detalles y me ha mostrado que me quiere, en cambio Ranma me ha llevado de una en una decepción, sale con Shampoo con Ukyo y a veces dudo si el se toma en serio esto de nuestro compromiso.
- Akane debes tomarte tu tiempo, y analizar tu corazón a su propio ritmo. Tal vez estás confundida porque no sabes que es Ranma para ti.

¿Qué es Ranma para mí? Pensé esa simple pregunta retumbó en mi mente todo el día. No lo sabía y me frustraba el no saberlo, si me hubiera hecho esa pregunta hace un año y unos meses la habría contestado con facilidad. Pero ¿Porqué ya no era así? En vuelta en mis recuerdos, ni me percate que estaba sentada en una banca del parque. El viento chocaba contra mi piel y el cielo brillaba como nunca antes, pero él sentimiento de confución se hacía más grande.

- ¡Akane! - grito Kasumi al ver que no le ponía atención. -Akane  estás metiendo una calceta roja en tu ropa, se te va arruinar toda ¿Qué te sucede haz estado muy distraída?
- Nada, lo siento. - susurré apenada.
- A por cierto vino Rioga. Te dejo esa carta. - Mire a Kasumi por leves minutos asta que analice las palabras que me habían dicho.
- Gracias. - salí de allí y busque la carta, me sorprendió mucho la dedicación que se había tomado al hacerla de una forma tradicional, con un sello de será rojo que olía a rosas. Y qué forma un bello corazón.

Le leí con detenimiento, la letra era en tipo caligrafía. Era hermosa, nunca llegue a pensar que Rioga fuera tan romántico o cursi, pero me gustaba que hiciera estos detalles. La carta decía los siguiente.

"Tus ojos color miel, tú cabello azabache, tus labios color melón y tu piel blanca como la nieve. ¿Qué es lo que me haz hecho? Que me siento embrujado. Al ver tus ojos siento que puedo llegar a un mundo lejos junto a ti. Y te pido por favor, si esta carta no es de tu agrado no me la desprecies, por que siento que te amo.

¿Quieres ir de excursión este fin de semana?"

Heche una carcajada con la parte final. Realmente no era el mejor poema, lo admito pero me gustó la forma tan original que había hecho para invitarme a un lugar.

En seguida tome mi pluma junto a una hoja y me dispuse a escribir. Las palabras surgieron de una forma para hacerlo reír, sin embargo no me gustó y terminé desechando lo, entonces mire a mi ventana y cerré los ojos, por cortos momentos me sentí otra persona, recordaba el como era con Ranma y me di cuenta que cambiamos mucho este año, cuando abrí los ojos estaba Rioga en mi ventana lo mire por breves instantes. Abrí la venta furiosa y le dije.

- ¿Qué te sucede? No puedes llegar a la habitación de una chica así.
- Lo lamento, es que te quise traer esto me recordó mucho a ti y a tu cerdito. - saco algo que tenía escondido y me saco una cajita de regalo. Cuando la abrí había un anillo de un cerdito de plata y un collar con un rubí. Lo mire impacta, seguramente le había costado mucho dinero.

- Gracias Riga me encanta dije abrazándolo.
- ¡¡No, no espera Akane nos vamos a caer!! - Y efectivamente nos caímos, en el aire Rioga me cargó y me sentí muy alargada por el gesto. Al tocar el suelo nos empezamos a reír.
- Gracias por estos últimos días Akane Tendo. - tomo mi cara y me dió un beso en la mejilla. No vemos asta mañana. Se fue saltado la barda de mi casa, mientras yo me quedé tocando mi mejilla, mi corazón latía a mil por hora y entonces los sentimientos de confución regresaron a atacarme. No sabía que hacer.

Espero que les allá gustado mucho. Y lamento la tardanza es solo que he andado un poco ocupada, y no he encontrado el tiempo para publicar los capítulos. Asta luego ❤️😊.