La RFA nunca se dio por vencida en ningún momento, tras realizar con éxito un par de fiestas, decidieron que sería hora de traer a sus filas un nuevo miembro. Luciel sería el encargado de realizar esta misión, ¿Qué pasara entre nuestros protagonista...
La noche anterior había sido un completo caos. Salí a una fiesta con todos mis amigos para celebrar que ya por fin era fin de semana, pero para mí desgracia después de llegar un poco borracha a mi casa no podía consiliar el sueño en absoluto y pensar que al día siguiente tenía que trabajar no me hacía sentirme del todo bien.
-Maldita resaca- soltaba aquellas palabras con desagrado.
Pasaban de las 8 a.m cuando por fin había podido conciliar un poco el sueño. Reviso mi celular. Y me levanto de un susto tenía que trabajar a las 9. Así que me dispongo a bañarme y arreglarme lo más rápido que pude.
Cuando de la la nada recibo un mensaje.
-¡Hola, hola!-.
Ese era el contenido de aquel mensaje. No le daba mucho importancia y guardada mi celular en la bolsa.
Hasta llegar a la oficina recordé aquel mensaje y me dispongo a contestar.
-mm hola, ¿Disculpa pero quién eres?-.
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