La RFA nunca se dio por vencida en ningún momento, tras realizar con éxito un par de fiestas, decidieron que sería hora de traer a sus filas un nuevo miembro. Luciel sería el encargado de realizar esta misión, ¿Qué pasara entre nuestros protagonista...
Las horas pasaban volando, tanto él como la chica se encontraban ocupados, quizá trabajando, quizá comiendo, ¿quién lo sabía? Y así el reloj emitía su clásico;
Tic tac, tic tac
Así repetidas veces hasta que la chica volvió a contestar; una sonrisa se dibujó en sus labios al leer que si lo recordaba como era, o al menos una vaga memoria de aquello.
-¡Sí, sí! Aunquenosesiraromedefine. Como sea, ¿tienes tiempo? vengo a invitarte a entrar a una organización-.
Texteó rápidamente para dejar de lado el teléfono y fijar su mirada en el monitor que tenía frente a él, continuando así con sus deberes que pronto serían menos si se concentraba.
Había estado trabajando desde la madrugada y se encontraba cansado, apenas y podía mantener sus ojos abiertos.
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