Hacían varias semanas desde que aquella batalla contra el Reino demoníaco había acabado, nuestro reino se recuperaba lentamente mientras varios funerales y entierros se llevaban a cabo. Muchos de nuestros hombres sé veían decaidos, destrozados internamente, y no podía culparlos. Que clase de hombre puede ser totalmente insensible ante la muerte?... supongo que solamente yo.
Mi nombre es Drako Aligheri, soy un Dios consagrado. Mejor dicho, un humano con el poder y capacidad de un Dios. Cualquiera pensaría que eso es lo mejor que puede pasar, ser inmortal, no envejecer, tener "superpoderes".
Lo que no saben es que la consagración no es nada segura... Durante mi consagración, un rayo de energía se coló en mi cerebro, atacando directamente la zona aplicada a las emociones...
No puedo sentir nada además de enojo, tristeza, miedo y serenidad... es decir, no puedo ser feliz, no puedo reír, no puedo hacer nada más que enojarme o llorar.
Pero basta de provocarles pena..
La batalla contra el Reino de los demonios había terminado semanas atrás, aún estábamos recuperandonos de todo el daño que habíamos sufrido.
-bien. Iniciamos con la reunión..
Me senté en una silla de piel color blanca, al borde de una mesa rectangular algo larga con sillas en los lados, las cuales estaban ocupadas por dioses y Ángeles.
-me alegro de verlos aqui, y me alegra aun más verlos a todos en óptimas condiciones, Laila, Cathelin, Zandharia, luchkaz, Phidel, Zephiroth, Arlequien, Rhodar... supongo que saben que hacemos aquí.
El tono grueso de la voz de Luchkaz, Dios del Caos irrumpió el silencio de la sala
+Drako. No necesitamos ayuda de los humanos, son seres inferiores, no saben ni siquiera que existimos y quieres integrarlos a nuestra guerra? Imposible.
El dios del caos tenía un temperamento bastante explosivo, una apariencia espeluznante y un orgullo insuperable. Esperaba que se negara
Estaba a punto de responderle cuando la suave voz de Phidel, nuestro aliado líder del clan de los Elfos, me interrumpió
×con todo respeto, señor Luchkaz. Pero no conseguiremos ganar esta guerra con nuestra fuerza actual, teníamos casi el doble hace dos semanas y apenas pudimos resistir, si no conseguimos aliados poderosos, no vamos a ganar esto y el reino de los demonios va a apoderarse del mundo. Además... recuerde que el señor Drako fue alguna vez un humano comun.
Aquel joven de 200 años era una persona bastante serena y relajada, en los 40 años que tengo de conocerlo, nunca lo he visto enfadarse una sola vez.
+esto ocurrió por que ustedes no me llamaron a la batalla! De haber sido yo ni siquiera se hubieran acercado a la entrada cuando ya estarían muertos!
×sabe que eso no es verdad, incluso el señor Drako, el segundo Dios más poderoso del plano MultitetraVerzal Interdimensional, tuvo problemas para acabar con ello. Además de que el Dios más poderoso es totalmente un mito para nosotros. El es la persona más fuerte en la que podemos confiar.
-Señores, están perdiendo el objetivo de esta reunión, no estamos aquí para lamentarnos ni para discutir sobre nuestros poderes. Nos reunimos para empezar a buscar a los elegidos
Justo cuando lo dije, Luchkaz empezó a ponerse de pie para replicar, le di un golpe a la mesa con algo de rabia, poniendome de pie
-no es una sugerencia! No voy a permitir que mi Reino y sus aliados vuelvan a perder un sólo soldado!
Luchkaz se sentó de golpe entre réplicas silenciosas, todos en aquella mesa me observaron un poco sorprendidos, aunque era una de las pocas emociones que tenía, era muy raro que se viera.
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Susurros De Un Futuro Incierto
Ficção CientíficaXander, estudiante de 17 años. Empieza a tener problemas en su escuela y vida cotidiana cuando sus sueños empiezan a demostrar ser en realidad profecías de un futuro no muy lejano, el cual solo puede ser cambiado por el. Por esto mismo, los bandos d...