White Rose ❅ Ib Game

II · Inquietud

Dejé de observar los cuatros detenidamente para pasearme sin rumbo fijo mirando perezosamente lo que ahora solo me parecían meras decoraciones de la estancia en lugar de las piezas principales.

Había venido a despejar mis ideas y no lo estaba consiguiendo. Solté un gemido de hastío.

Vi un cuadro que ocupaba toda la pared de la habitación. Me acerqué como si la misma obra me hubiera estado llamando.

Pinceladas de un gran abanico de colores rellenaban el lienzo de una manera en la que parecía haber sido pintado por un niño travieso que ha robado las pinturas a su padre y que ha decido que la pared sería un lugar magnifico para pintar. Distinguí una rosa roja, lo que parecía ser una persona vestida con un vestido rosa y un cuadro que estaba segura de haber visto antes en la misma galería , ah si, "La Dama de Rojo". 

"Mundo Fabricado" Se leía en la leyenda.

Las luces tintinearon y me dí la vuelta sobresaltada. 

Al no pasar nada le resté importancia y continué dando vueltas por las galería. 

"Iluminación"  "Tu figura oscura"  "Árbol Limpia-Sabores"  "Fruta amarga"  "Inquietud"

—Inquietud es lo que me está empezando a producir este sitio —Susurré después de acercarme al último cuadro que había visto. Aunque no se para que había susurrado ya que no había nadie más allí. 

Estaba sola.

Al darme cuenta de esto empecé a acelerar el paso llegando a correr por lo pasillos desiertos del lugar. Ya no me importaba hacer ruido.

—¡¿Hay alguien aquí?! —Exclamé. Ahora que no había nadie y que las luces se habían atenuado ligeramente la galería parecía aún más siniestra que al principio. Un escalofrío recorrió mi espalda. Intenté pensar con con tranquilidad, a lo mejor habían cerrado y yo no me había enterado. Sí, debía de ser eso.

Para comprobar si mi teoría era cierta decidí bajar al piso inferior para llegar a la entrada de la galería de arte. Solté todo el aire de mis pulmones al ver que no había nadie allí tampoco y que las luces apenas iluminaban.

—¿Qué hago ahora?...

Unos pasos me alteraron más de lo que ya estaba y corrí escaleras arriba. Al llegar seguía escuchando pasos, parecían provenir de todas partes. Una sombra pasó por delante de una de las ventanas.

—¿Quién hay ahí? ¡Ayuda! —Seguí gritando en busca de socorro al pensar que podría ser la sombra de un guardia de seguridad.

Pero... ¿Y si no era así?

Otro escalofrío. 

Solté un grito al escuchar un sonido seco y miré hacia la ventana. Distinguí perfectamente la silueta de una mano y comprendí que habían golpeado el cristal.

—Tranquila Bianca... Todo esta bien... Vas a salir de aquí, es solo una galería no hay porque perder la calma —Repetía en voz alta para sentirme mejor. No funcionaba muy bien pero al menos distraía a mi mente de pensar en ideas raras.

Como la que se me acababa de ocurrir. ¿Y si salía por la ventana? Es decir... es un segundo piso pero mejor encontrar como bajar que como salir.

Con la poca esperanza que me quedaba, intenté abrir la ventana. No parecía estar cerrada pero igualmente no se abría. 

Volví a escuchar los pasos.

Quizás era mi esperanza alejándose.