—Ya sabes lo que puedo tardar. —dijo Taehyung, cuando llegaron al río luego de una caminata tomados de la mano.
A Jungkook no le hacía mucha gracia que Taehyung fuera solo hasta la manada. Odiaba su condición y no poder cruzar la corriente de agua. Se sentía un alfa inútil si no podía proteger a su omega donde fuera. ¿Y si no lo dejaban regresar? ¿Si era una trampa de ese lobo pulgoso?
Sin embargo, muy a pesar de lo que opinaba, bien sabía que Taehyung iría con o sin su consentimiento. Había estado serio toda la mañana.
—Ve con cuidado, y si hay problemas ya sabes que hacer, yo me las arreglo. —dijo Jungkook.
—Estaré bien... no necesito que vengas.
—Es que quiero cuidar de ti, así que vete si las cosas van mal. Confío en que puedes cuidarte, pero todo tiene un límite. —tomó sus mejillas, haciendo que lo mirara.— Ve con cuidado, estaré esperando.
Taehyung observó los ojos de su alfa. Podía sentir a la perfección su preocupación, y no importaba cuantas veces le dijera que sabía protegerse solo, él no iba a creerle, por lo que tenía que demostrarle que sus palabras eran totalmente ciertas.
Se alejó de Jungkook bajo su atenta mirada, pensativo, pero estaba decidido. Luego tendría tiempo de arrepentirse si algo salía mal.
Taehyung alzó su mano y en su palma comenzó a formarse una esfera de luz que se hizo cada vez más grande. Jungkook no podía creer lo que estaba viendo, era tan brillante e irreal... pero había visto tantas cosas en su vida, que a pesar de ser algo raro, seguía consciente en que no era un sueño.
El peliblanco arrojó el orbe de luz contra un árbol, quebrando a la mitad el tronco, para luego caer duramente contra el suelo.
—E-eso... ¿Pero que...? —estaba boquiabierto, no sabía qué decir exactamente.
—Solo mis padres lo saben... y ahora tú. —tomó el rostro de su alfa con delicadeza.— Hablo de verdad cuando digo que estaré bien.
—Ahora estoy más seguro de que así será. —le dio un beso.— Pero cuando volvamos quiero saber más sobre esto. —obviamente necesitaba más respuestas.
Taehyung dejó ver su sonrisa rectangular y le dio otro beso antes de irse corriendo, moviendo de un lado a otro su blanca cola esponjosa. Jungkook lo siguió con la mirada hasta que finalmente lo perdió de vista. Observó el árbol tirado, viendo como la corteza estaba casi quemada por donde se había quebrado. Eso explicaba muchas cosas de algún modo.
***
Tanto alfas como omegas de la manada se acercaban a ver como estaba a medida que se adentraba más entre las casitas de madera. Y no quería ser mal educado, pero ignoró a todos y cada uno. No tenía nada que hablar con ellos, iba decidido únicamente a obtener respuestas. Si todas las palabras que salieron de la boca de Yoongi la noche anterior eran mentira, la iba a pagar caro.
Dongwan salió de su casa en cuanto escuchó el escándalo, sonriendo de alivio al ver que su hijo favorito estaba sano y salvo. Lo abrazó dejando un beso en su cabello, pero Taehyung no le correspondió.
—¿Dónde estabas? Estuvimos muy preocupados por ti. —preguntó Dongwan, pero se detuvo al sentir un olor diferente en su pequeño.— Que... ¿qué es ese olor a alfa? —se apartó del abrazo, mirándolo por completo y algo extrañado.
Hye también salió a ver. Su ceño se frunció levemente al ver que algo iba mal: —¿Qué está sucediendo?
—Llegó con olor a alfa. ¿Alguien te tuvo cautivo?
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Presa Fácil | KookTae «Omegaverse»
Fiksi PenggemarEscapando de un alfa que pretende marcarlo a la fuerza, Taehyung, un lobo omega, decide cruzar aquel río que por tantos años se habían encargado de dejarle en claro que NO debía cruzar bajo ninguna circunstancia. De este modo llega a conocer a Jungk...