Capitulo 4: Primer paso.

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Ha pasado una semana desde el primer día de instituto. Voy sola, como siempre, pero ya nada es igual, tengo bastantes amigos en clase y he quedado un par de veces con ellos.

Se que me he enamorado de Javier, el chico alto y con ojos verdes, he despertado en mí un sentimiento incontrolable. Verle, solo verle y miles de sensaciones recorren mi cuerpo y el corazón se me acelera.

Llego al insti y me siento, él está en el pupitre de al lado, todavía no hemos hablado, solo a habido miradas, suficiente para mí. Empieza la clase, biología.

A mitad de la primera hora, me pasa una nota, me pongo muy nerviosa, mi cabeza empieza a pensar miles de cosas, se que me mira, pero no soy capaz de devolverle la mirada,quizás sea una tontería lo que haya escrito, quizás no. Cuando me decido a abrirla, la profesora pasa a mi lado, justo a mi lado y me la quita de las manos.

-¿Señorita? Estamos en clase, esto está fuera de lugar, queda para mí-Me dice-.

"No, no, no, no, no"-Pienso-.

¡No! ¿Porque he sido tan tonta? ¿Tan estúpida? Javier me mira y yo le miro, en sus ojos hay una expresión de perdón. Le apartó la mirada y me quedo absorta en mis pensamientos.

Cuando me quiero dar cuenta las clases han acabado y en vez de coger el autobús decido ir andado.

A mitad del camino, veo que viene alguien que creo conocer enfrente de mi, ¿Creo conocer? No, conozco. Se que es Javier, se que es él.

"Dios mio, ¿Que hago?"-Pienso-.

No se si girar la calle y no cruzarme cara a cara con el o seguir adelante. Opto por lo segundo, me sudan muchisimo las manos y me coloco el pelo, en instantes le tengo delante, me saluda y yo le saludo y me dice:

-¡Te quitaron la nota!-.

-Sí, ¿Qué decía?-.

-Nada, bueno si, no nada importante-.

-¡Dímelo!-. Le respondo de buenas maneras.

-Vale, te pedía si querías ponerte conmigo en el trabajo de Física-.

¿Enserio? Pienso que esto es un sueño que no puede ser real, pero si, si lo es.

-¡Claro!-.Respondo entusiasmada.

-Vale Elena,!Gracias!-.

-¡De nada!-.

Nos despedimos y me voy feliz a casa. En el camino me recorren un montón de pensamientos, ¿Será que solo querrá sentarse conmigo porque no tiene pareja? ¿Querrá algo? ¿Será que le gusto? ¿O es solo porque se me da bien la materia? Son un montón de cosas que tengo que darle vueltas.

Llego a casa y intento concentrarme, hacer mis deberes, pero no puedo. Pasan las horas y sigo en lo mismo y pienso:

"Tengo que concentrarme"

Imposible, tengo los ojos de Javier todo el rato en mi cabeza.

Empiezan a sudarme las manos y el maldito ejercicio sigue sin hacer.

Sin darme cuenta ha llegado la noche y me llaman para cenar y pienso:

"¿Ya es la hora de cenar?"

Termino y me voy a dormir. Imposible, me asaltan otra vez las dudas, tengo un millón de pensamientos en mi cabeza, pasan las horas y soy incapaz de descansar, al final me giro y pienso:

"Mañana será otro dia"

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