Bip, Bip, Bip...
Es un ruido continuo que escucho sin cesar. Poco a poco abro mis ojos, me duelen hasta los párpados. Lo primero que veo es a mi hermana:
-¡Mamá! Elena esta despierta-.
Mi madre se acerca y me dice entre sollozos:
-Elena hija, ¿Qué te ha pasado? ¿Qué te han echo? ¡Dios mio Elena, es un milagro que estés aquí con nosotros! Te quiero hija, te quiero-.
Intento responderla; con un hilo de voz digo:
-Mamá, no llores, estoy bien-. Es lo máximo que alcanzó a decir; el cuerpo me pesa, siento mucho dolor en el pecho, en los brazos, en mí.
Mi madre me acaricia el pelo continuamente; eso me relaja mucho. Al rato sale de la habitación y pasados unos minutos veo que entra con Miguel.
-Elena, ha venido a verte, os dejo unos minutos solos-. Me dice mi madre.
A continuación cierra la puerta.
-Elena, no entiendo como puede ser que estés viva, me alegra muchísimo poder verte, hablarte y ver que sigues aquí con nosotros-. Me dice Miguel y a continuación me da un beso en la mejilla.
-Miguel, necesito saber que ha pasado-.
-Es conveniente que no lo sepas de momento-.
-Miguel por favor, no me acuerdo de nada de lo que paso, no se siquiera porque estoy aquí. Y se que sabes porque estoy aquí. Dímelo-.
-Javier, estuvo a punto de matarte, te salve, y ahora estás muy débil, pero yo se que vas a salir de esta, Elena, yo lo se, te quiero muchísimo, y tengo esperanzas de que todo esto salga bien-.
Me besó, me beso con amor, con un beso tierno.
-Miguel..-.
-Dime Elena-.
-Te quiero-.
Biiiip....
-¡¿Elena?!... ¡¡¿¿ELENA?!!
Ese fue mi fin, no sobreviví. Me quedé con ganas de amar, de ser amada, pero no pudo ser así. Dios puso en mi vida la muerte y así se hizo.
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Tu
Teen FictionElena, es una chica de 16 años. Su vida a ido mal pero puede que ahora todo vaya bien, o no.