Han pasado dos días desde la noticia que me dio Miguel. Estoy desconectada de todo, no he contestado a ninguna de las llamadas que me hizo Javier; me han vuelto a hacer daño, de manera diferente pero si. Se esconde tras una máscara; Él, ¿Cómo? Parecía tan diferente, parecía que me quería, parecía que todo está vez iba a ser diferente, pero no, es incluso peor.
Decido que necesito salir pienso que la unica persona con la que podria hablar es Miguel, decido llamarle:
-Hola, Elena-.Saluda.
-Hola-.
-¿Como te encuentras?-.
-Ahí vamos-.Le contesto, es mentira, estoy undida pero eso no importa.
-Quería preguntarte si podríamos ir a dar una vuelta juntos, querría despejarme un poco, y tu eres la única persona en la que confío-.Le pregunté.
-Sí, por supuesto-. Se que me responde con una sonrisa.
-Vale, ahora nos vemos-.Le digo despidiendome.
-Adiós Elena-.
Me arreglo lentamente y salgo de casa, hemos quedado en un parque.
Llegó y veo que ya está allí.
-Hola Elena-. Me saluda con un gran abrazo.
-Hola Miguel-.
Mantenemos unos minutos de silencio y al rato le digo:
-Estoy muy mal-.
-Tranquila, te dije que no te pasaría nada, me tienes aquí para lo que tu necesites y tu lo sabes-. Me sonríe. -No es sólo eso-. Le digo con tristeza.
-Elena, mirame. Se que sufres por él, pero piensa si siguieses con Javier y te hubiese pasado todo lo que te intenta hacer como hubiera sido todo de aqui en adelante. Tienes que mentalizarte de que vales muchisimo y todo eso que estas pasando lo vas a superar, poco a poco, pero si-.
-Pero se me juntan muchas sensaciones, pensaba que me quería, Miguel, pensaba que yo era alguien importante en su vida pero no. Como en otras ocasiones, no soy importante para nadie-.
-Para mi si lo eres, Elena para mi sí-. Me lo dice y automáticamente me abraza.
-Para mi también-. Por primera vez sonrió.
Llega la noche nos damos dos besos y le doy las gracias por la tarde tan agradable que me ha echo pasar. He despejado la cabeza que era lo importante.
Estoy a punto de llegar a casa y de repente noto que alguien me sujeta la muñeca.
Me giro y es él, es Javier. Me asustó muchisimo:
-¡Sueltame! ¡Javier sueltame!-. Digo desesperada.
-Besame-.Me suelta.
-¡No! ¡Estas loco, dejame en paz!-.
-¿Que te pasa?-. Me pregunta.
En ese momento me suelta y aprovecho el momento para salir corriendo. Mis pasos no son tan rápidos como los de él, me alcanza y me atrapa me atrapa con fuerza, muchísima fuerza, me tapa la boca y me dice:
-Lo sabes, ¿Verdad? ¡¿Lo sabes?!-.
Se está volviendo loco, siento muchísimo dolor en mis manos en la boca, me tiemblan muchísimo las piernas.
-¡Respondeme!-.
Como puedo muevo la cabeza diciendo que no, pero no sirve para nada.
Con todas sus fuerzas me mete dentro de un coche y me ata. Intento escapar pero es imposible.
-"¿Qué esperanzas me quedan?"-. Me pregunto.
Decido rendirme, no soy capaz de hacer nada, veo que va a muchísima velocidad. Empiezo a llorar, llorar en silencio, imaginandome el momento de mi muerte.
Llegamos, me saca a golpes y me mete dentro de un gran teatro, oigo que hablan en algún idioma no conocido para mi y me tumban en una cama, intento hacer lo imposible para poder salir pero no sirve de nada, me atan a la cama y me tapan la boca.
Empiezo a desvanecerme, noto mucho dolor en mi brazo y mi última visión antes de desmayarse es que Javier me esta haciendo cortes en el brazo.
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Tu
Fiksi RemajaElena, es una chica de 16 años. Su vida a ido mal pero puede que ahora todo vaya bien, o no.