Los panqueques que Alfred había hecho estaban deliciosos, se acabaron súper rápido de tan delicioso que estaban, me dió risa que Em, se sorprendió al ver la nota de Alfred sobre que regresaba en la noche, pude notarla un poco nerviosa pero no le presté mucha atención a eso, porque lo que más me interesaba en este instante era jugar la consola.
Desde la primera partida pude darme cuenta de que Em me estaba mintiendo, sí sabía jugar y jugaba bastante bien, incluso mejor que yo, me molestaba un poco saber que una mujer me ganaba en ese aspecto, pero a la vez me daban risa las caras que hacía Em para distraerme, enserio era muy bonita.
Cuando me ganó por billonésima vez no lo pensé dos veces y me abalancé sobre ella sin dejar de hacerle cosquillas, y la ví sonreír, y una hermosa sensacion recorrió mi cuerpo,lo se ,es muy raro, pero cuando ella sonríe me siento un héroe, porque siento que cuando ella está feliz el mundo se siente en paz.
De pronto ambos caímos al piso, sólo que yo caí sobre ella sujetando con mis dos manos sus muñecas, y en el momento que dejó de reírse y miró hacía otro pude sentir que estaba sintiéndose incómoda.
Así que me quité de ahí y me senté en el sofá, tomé el control y fingí que nada había pasado, pero sabía que eso había sido realmente incómodo, Em sólo estuvo un rato más en el sofá y después sin decir nada se fué, al segundo piso.
Dejé el control, y me dí cuenta de que lo que había hecho estaba mal, pareciera que yo no le gustaba a Em y es como si la estuviera forzando, me enojé y aventé el control tan lejos que le pegó a un florero que al caerse hizo que la torre de plato sucios cayeran al suelo, lo cual hizo un enorme escándalo.
Cuando terminé de levantar todo mi desastre decidí subir para ir a buscar a Em, quería disculparme por lo ocurrido pero no sabía cómo o de qué forma, pues cuándo era novio de Vanessa nunca tuve que preocuparme por disculparme por las estupideces que hacía debido a mis repentinos cambios de humor, ella siempre venía y me besaba, era como si no hubiera pasado nada, y fué así por un año y medio.
Cuando subí la busqué por todo el piso, la encontré en el balcón de mi habitación, estaba viendo la vista que tanto amaba, desde que la conozco ha amado esa vista, y por así decirlo el estar sola, tal vez ella piense que apenas nos conocimos por lo de nuestro secreto, pero no es así, a ella la conozco desde hace 9 años.
La conocí cuando cursábamos tercer grado de primaria, ella era una de las chicas más inteligentes del salón, un día unas niñas comenzaron a molestarla y a decirle que era una nerd y que por eso nadie la quería, ella empezó llorar y yo que era el busca pleitos del salón les dije a las niñas que no la volvieran a molestar y así fué nunca jamás la volvieron a molestar.
Tal vez ella no recuerde eso pero, yo sí, fueron pasando los años y me dí cuenta con el tiempo de que yo le gustaba, pero como ella era una chica muy reservada no se lo había contado a nadie, me dí cuenta de eso en sexto grado, en la fiesta de graduación, porque la mayor parte de la fiesta sólo me miró.
Me armé de valor para poder disculparme, pero no salieron las palabras de mi boca que tanto había ensayado.
- Em, ¿Quieres salir por un helado?- dije con una tímida y confundida sonrisa, porque realmente eso no era lo que quería haberle dicho
- Si, suena bien- dijo mientras tomaba una chaqueta mía y corría bajando las escaleras
Eso salió bien Gabriel, me dije a mi mismo mientras me peinaba un poco y tomaba una chaqueta negra para salir.
Em se desesperó un poco en la fila de Mc Donald's pude notarlo en sus ojos, porque realmente ansiaba comerse un helado, la señora se quedó peleando con el conserje como por media hora, yo estaba más que harto, tardamos mucho, pero por fin nos compramos nuestro helado de vainilla, y cuando salimos nuevamente me sentí genial, porque estaba sonriendo.
Paseamos por todo el parque subiéndonos a todos los juegos, a los pasamanos a los toboganes, nos compramos unas manzanas enchilados, seguimos corriendo, jugando por todo el parque como unos bebés, y el tiempo pasó tan rápido que cuando me dí cuenta ya no había nadie en el parque más que nosotros dos, y Em insistió tanto en ir a los columpios que yo no me pude negar, ella se subió en uno y yo la empujaba, cada vez la empujaba más y más fuerte, Em sólo reía como una niña pequeña.
Hubo un momento en el que la empujé tan fuerte que el columpio se rompió y Em salió disparada a una altura muy grande, cuando iba cayendo me asusté pero sentí un gran alivio cuando vi que Em no había caído al suelo porque por fin había descubierto que ella podía flotar, bueno, volar.
En ese instante la única frase que pasó por mi mente fué: " Sustos que dan gusto "
Em no sabía que yo ya sabía volar, lo descubría una vez que iba bajando las escaleras y me resbalé, fué un gran alivio que no me hubiera roto una pierna.
Em puso una cara tan tierna que me sería imposible negarme a enseñarle a volar, fingi que no sabía, conociendola sabía que de un modo u otro se enojaria conmigo por haberle ocultado el hecho de que ya sabía volar y no le dije nada.
Le enseñé a volar, poco a poco la fui soltando, hasta que ella pudo sostenerse por si sola.
Cuando ya estábamos arriba la llevé hasta la parte más alta, seguimos volando cada vez más y más alto, llegamos a un momento en donde tan lejos estábamos del suelo que parecía que podíamos rosar la luna.
De pronto la tomé por la cintura y la acerqué a mi, lo suficiente como para decirle:
- Em, eres un chica genial y amo que seas como eres,realmente quiero tener una historia contigo- cuando le dije lo que sentía me dieron unas enormes ganas de darle un beso en la boca, pero la pena me ganó y se lo di muy cerca de la boca, momentos después me fuí volando sin decir nada, no sabía que decirle después de lo que había hecho, era muy raro.
Cuando llegué a casa me encerrado en el cuarto, porque no quería hablar con nadie, estaba algo así como triste molesto no tengo ni idea de porqué, supongo que era la emoción de haber hecho lo que tanto quería y el miedo de que nuestra amistad quedará arruinada por completo.
Em no tardó en llegar, pero también estaba un poco avergonzada diría yo, durante la cena estuvo muy callada, y la casa habría Estado en total silencio si no fuera por la tranquilizante música del viejo radio de Alfred, estaban pasando la de “Lucy in the sky with diamonds" de Los Beatles, Alfred tarareaba la canción haciendo reír a Em, y guau!, su sonrisa era realmente hermosa.
Me levanté de golpe de la mesa, sin decir palabra alguna subí y me fuí a bañar, pensé que me serviría de algo, que me ayudaría a despejar mi mente.
Y si, funcionó, durante la ducha aclare mis pensamientos, pero lo único que aún no era claro eran mis sentimientos por Em, era algo que sentía que no podía controlar y eso me enojaba, porque nunca me había pasado algo así con una chica, lo normal era que ellas se enamoraba locamente de mi, no al revés.
La hora de dormir fue extremadamente incómoda para mi, ¡por Dios! teníamos que dormiren la misma cama, eso era incómodo, para mi.
Cerré mis ojos por un momento, quise imaginar un futuro imposible con Em, lo sé, suena estúpido que un chico haga eso, pero Em, de verdad me gustaba.
De pronto sentí que Em entrelazada su mano con la mía y eso aceleró mi corazón por completo, me generó una sensación de paz, de tranquilidad, de seguridad, y fué la sensación más hermosa que nunca había sentido.
Me quedé dormido de verdad, y dormí con esa increíble sensación de tener a Em a mi lado.
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Hola Holis, de verdad les pido una enorme disculpa por el gran tiempo que ha pasado dede la última actualización, pero mi vida ha sido una montaña rusa y tengo muchas cosas que arreglar aún, en fin, espero lo hayan disfrutado y les juro que este fin de semana les hago maratón, wueno, adiós
Bsossss ;3
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A la luz de la luna
Ciencia FicciónEse bosque era uno de los mas alejados del pueblo pero Emma era una de esas chicas que les gusta buscar aventuras. Según investigaciones de la OOPCE (Organización Oculta Para Casos Extraños) las personas que entraban ya no las volvías a ver y solo...