Pov Alba
Cuando entré al coche pude oír como María ya se estaba presentando ella sola y después de haberle dado dos besos a Natalia se dirigió a mi.
- Coño Alba, se avisa antes de salir que esta noche nos va a acompañar este pivonazo. -Dijo sin cortarse ni un pelo
- ¿Y para que necesitabas tu ese dato? - La seguí para ver hasta donde quería llegar.
- Pues cariño, habría venido más arreglada y así me hubiera resultado más fácil llevármela a la cama. -Y siguió sin rodeos guiñándole un ojo- Es que ahora seguro que con el modelito que te me has marcado la que se la lleva eres tu
- Pero mira que eres burra, que seguro que la estás incomodando Mari. -
Dije viendo que la morena no intervenía en la conversación que estábamos teniendo- Además que no te la puedes llevar a ninguna parte, que Natalia está casada
- ¿Casada y con hijos? - Dijo mi amiga la exagerada sin pillar lo que le había dicho
- Que tiene novio tonta. - Esta era Julia entrando a la conversación
- Ay coño, me habías asustado, bueno ese no es problema, siempre la puedo llevar al lado oscuro. - Dejando caer que ella la volvería bisexual
- ¿Y quién te ha dicho a ti que no este ya dentro? - Salió la morena de su silencio para soltar un dato que se me hacia muy curioso
- Pues mira con el novio no hay problema, que no se tiene por que enterar. -Y le pasó el brazo por encima de los hombros a la morena
- Mari por favor. - Esta amiga mía es que no tiene remedio ninguno
- No te preocupes Alba, que no me está incomodando, me cae bien.
- ¿Lo ves rubia? Yo le caigo bien, vosotras dos no. - No pudimos no reírnos con el comentario que acababa de soltar. Madre mía la que me esperaba esta noche.
Habíamos decidido parar a cenar en un italiano que tampoco estaba muy lejos del local al que iríamos después, así tampoco teníamos que coger más transporte.
María se había tomado la confianza de sentar a Natalia a su lado, literalmente que la arrastró a la silla dejando a la morena en frente mía. Pasamos la cena intentando conocer un poco más a esta, nos contó que era de Pamplona pero que llevaba viviendo en Madrid cosa de 1 año, que estudiaba fotografía y que intentaba ganarse la vida cantando de vez en cuando en algún bar.
Ibamos andando de camino al bar y como no María llevaba a Natalia agarrada de la cintura, la morena se estaba tomando lo de mi amiga a cachondeo pero yo la conocía y esta iba enserio con lo de llevársela a la cama.
Al llegar al bar ya se encontraba un chico con su guitarra en el escenario cantando Perfect de Ed Sheeran y la verdad que le quedaba muy bien. Decidimos pedirnos la primera copa y sentarnos para disfrutar de los artistas que se subirían al escenario. Tenía muchas ganas de escuchar a Natalia, así mis ganas hablaron por sí solas.
- ¿Entonces qué, te has arrepentido ya de subirte al escenario? - Me dirigí a la morena mientras bebía de mi copa.
- Espera que por lo menos me tome la primera copa o dos.
- ¿No me digas que te da cague? - Dije sonriendo pícaramente
- ¿Miedo, yo? Lo que no quiero es dejar en mal lugar a todos los que se hayan subido ya o se suban después - Y empezó a reírse
Sabía que no lo decía de verdad, pero lo estaba utilizando como excusa para subirse más tarde ahí arriba.
- Oye pero tu vas muy de sobrada. - Dicho esto me miró con una de sus cejas levantadas. - Yo creo que es más una excusa para no subirte porque no quieres que te echen del bar por lo mal que lo haces
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Por unas fotos | Albalia
Fiksi PenggemarPrólogo Natalia Lacunza, una joven de 19 años, natural de Pamplona que en la actualidad reside en Madrid, enamorada de todo lo que esté relacionado con el arte, no podría vivir sin su guitarra ni sin su cámara de fotos. Alba Reche, de 21 años, dedic...