— ¿Quieres dejar ese mal humor de una buena vez? Pareces un crio.
Seokmin giro los ojos contando hasta cinco, como cada vez que lo hacía cuando su abuelo lo intentaba sacar de quicio. Normalmente la cuenta funcionaba, pero esta ocasión tenía los nervios de punta y a punto de estallar.
— ¿Era realmente necesario venir hasta aca? —Seokmin miraba las calles del pueblo vecino con desinterés mientras el carruaje se movía cuando escucho el sonoro gruñido de su abuelo.
—Hijo, eres el príncipe, el hombre, debes venir a rendir respeto a la mujer con la que te casaras. —Explico el rey como si fuera la cosa más obvia del mundo pero Seokmin apenas y lo miro de soslayo.
¿Algo que odiase? Cancelar su cabalgata matutina por cualquier cosa, y lo odiaba todavía más el que se debiera a una visita a su futura esposa.
Futura esposa. Uy. Seokmin sabía que estaba siendo patán, pero ¿Qué culpa podía tener él? Lo estaban obligando a casarse cuando él no quería.
El pueblo fue dejado atrás cuando un prado gigantesco empezó a emerger de la llanura, con kilómetros de pasto y uno que otro árbol.
El carruaje por fin paro delante de una enorme mansión al pie de la montaña, rodeada por un campo precioso y árboles frondosos.
— ¿Así que la conoceré por fin? —Pregunto Seokmin sintiéndose un poco incómodo. Su abuelo se bajó del carruaje primero y dijo:
—Sip.
— ¿Y si no es bonita? —Inquirió, solo para ocupar entablar conversación.
—Lo es. Te gustara. Es preciosa muchacho. Siempre quise a una chica así para ti.
Seokmin suspiro deseando que al menos su abuelo tuviera razón y la mujer fuera hermosa.
Los sirvientes los condujeron dentro de la mansión de la manera más cortes y con la mejor de las bienvenidas, hasta un gran salón que era probablemente en el que se hacían los bailes.
—Bienvenidos sean Majestad; Alteza... —Seokmin le echo un ojo a la señora que se inclinaba delante de ambos mientras repetían el gesto.
Era una mujer, mínimo de cuarenta años y a pesar de la edad, su piel parecía estar tersa y suave. Cuando la mujer sonrió hacia ellos, Seokmin levanto una ceja. Bastante linda, se dijo, para ser mayor. ¿Sería la madre de su prometida?
—Estoy complacida con su visita y espero que su estadía aquí sea grata —La forma en la que hablaba y su voz sonaba como una melodía hizo sonreír a Seokmin.
—Estamos agradecidos con usted por habernos recibido mi señora. Tiene una encantadora sonrisa. —La alago, porque si era la madre de su prometida, más vale ganársela, aunque sea.
La señora se sonrojo un poco y se dirigió hacia el rey.
—Oh, que nieto tan maravilloso tiene majestad. Dejare a mi hija en unas excelentes manos.
Seokmin volvió a sonreír agradecido en silencio de que la mujer haya respondido su incógnita.
Se mantuvo de pie, erguido sobre sus piernas mientras su abuelo y la señora hablaban de los términos de la boda. Seokmin quería huir. ¿Cuándo aparecería su prometida? La espera estaba acabando con su paciencia. ¿Por qué tardaba tanto? ¿Qué tanto tendría que arreglar?
—Alteza, mi hija bajara en unos momentos, espero no se moleste. —Le dijo la señora, poseedora del nombre Kwan Min Yoon.
—La belleza se hace esperar, no se preocupe mi señora. —Y recibió una mirada afirmativa de su abuelo orgulloso. Seokmin quiso rodar los ojos, pero se aguantó.
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Play with me (Seventeen/Seokmin) ChicoxChica
FanfictionSeokmin no podía sacarse de la mente esas espeluznantes palabras: "Te vas a casar" podían quitarle el sueño para siempre y hacerlo inquietarse. Pero tampoco puede sacarse de la mente a esa maravillosa y misteriosa mujer que engancho sus ojos desde l...