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Los trece días de luna de miel de Mingyu y Wonwoo se acabarían el domingo y llegarían en la mañana del lunes al departamento.


En ese poco tiempo que quedaba hasta ese día, Jeonghan se esforzó en seguir conquistando a Joshua, quien a veces hasta le respondía juguetón a sus palabras, enamorándolo aún más. Por lo que, le pidió el domingo que llegara más temprano para dejar todo ordenado y listo para los esposos, además de compartir tiempo junto a los gatos.


Era una estúpida excusa, y sabía que Joshua pensaba lo mismo, pero aun así acepto. En un inicio realmente estaban ordenando y jugando con los gatos, dejándoles comida y agua.


Pero ahora, tenía al americano sentado sobre sus piernas, correspondiendo de forma lasciva sus besos y metiendo sin vergüenza sus manos bajo su camisa. Una corriente de deseo estremeció su cuerpo al escuchar al de pelo, ahora de un rojo oscuro, gimiendo contra su boca.


Jeonghan empezó a desabrochar el cinturón y luego el pantalón del menor, quien se puso de pie un momento para quitárselos y tirarlos lejos para volver a estar sobre el castaño, acariciando sus orejas mientras mordía sus labios en medio de húmedos besos que derretían al mayor, quien apretó con fuerza el trasero de Joshua, pegándolo más contra su cuerpo.


Era tan excitante la imagen de un sonrojado Joshua, en ropa interior y un suéter negro que le quedaba algo grande, dando vista a su clavícula, sentado sobre él. Decidió solo dejar sus labios para probar la piel de esa zona, lamiendo y luego mordiendo al gustarle su sabor.


- Desnúdate – Murmuro Joshua mientras se separaba, poniéndose de pie para que lo hiciera. Con un infantil puchero le hizo caso, apurándose al ver como el pelirrojo se despojó de las pocas prendas que aun vestía y se recostó en el sofá, abriendo las piernas en su dirección, invitándolo a seguir ese encuentro, sonriéndole de forma felina.


En cuanto tiro su camisa a algún lugar y tenía en una de sus manos el lubricante y condón, se acomodó entre las piernas del americano, acariciando lentamente uno de sus muslos hasta casi rozar su entrepierna. 


Acerco sus labios a la manzana de Adán del menor, lamiéndolo con suavidad para luego, simular una embestida, chocando su erección con la contraria y haciéndolos jadear a ambos.


- Me gustan los juegos previos, pero ahora solo quiero saber cómo estar dentro de ti – Gruño Jeonghan, poniendo el frió liquido en su mano para luego tantear por ese firme trasero hasta encontrar su entrada, donde metió uno de sus dedos y empezó a dilatarlo. Joshua arqueo su espalda, suspirando de placer y llevando una mano a su erección, pero el castaño lo detuvo, para que sufriera el mismo deseo y desesperación que él.


Luego de ya tener tres dedos dentro y empujarlos con fuerza en su trasero tan solo para deleitarse con sus dulces gemidos, los saco para ya ponerse el condón y presionar la punta en la cavidad, pero se detuvo ahí, mirando atentamente a Joshua, quien trataba de regular su respiración, pero al notar que no pasaba nada, fulmino a Jeonghan con la mirada.


- ¿Pasa algo? – Casi ríe por el tono molesto con que el americano le hablo, pero se contuvo, negando sonriente.

¿Mala suerte? (JIHAN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora