¿Mala suerte? (JIHAN)

Epilogo

- Despierta, bebe, ya llegamos – Con pereza Jeonghan se empezó a quitar el cubridor de ojos que solía usar fuera de casa para dormir, ya que no podía si veía algo de luz. Se removió con pereza, apoyando su cabeza sobre el hombro de su pareja mientras la gente ya iba bajando.

Los dos eran un par de perezosos, así que esperaban a que saliera la mayoría de la gente para no estar apurados sacando sus bolsos. Solo tuvo que acercar un poco su mano para que la grande del otro se la tomara, sabiendo bien lo que quería.

- Joshuji, ¿No podemos solo llegar al hotel y dormir? – Murmuro algo infantil, tirando de su cinturón para ponerse de pie y seguir al americano.

- ¿Qué? Pero yo quiero conocer la piscina templada del hotel, junto a ti – Murmuro con un triste puchero, a lo que el mayor suspiro y le dio un fugaz beso para luego sacar los bolsos y caminar fuera del avión.

- No puedo negarme cuando me miras con esos jodidamente adorables ojos que tienes – Bufo, molesto al ser débil con cada cosa de su pareja.

Fueron por la maleta que llevaban y tomaron un taxi al hotel en el que se quedarían en ese tan único viaje. Llegaron y tras dejar las cosas en su habitación, fueron a la piscina templada que tanto quería conocer el aun pelinegro, yendo de la mano y hablando de todo tipo de cosas. Era tan natural como se daban las cosas entre ellos, siempre encontraban algún tema para hablar.

En un inicio pensaban solo recostarse y disfrutar del agua, relajarse. Pero seguían siendo un par de niños que no podían quedarse quietos mucho tiempo, así que mientras Joshua mantenía sus ojos cerrados y pensaba en que ya se estaba volviendo aburrido, Jeonghan ya se había adelantado. Con una fuerte palmada contra la superficie del agua, hizo que todo toda esta cayera sobre la cara del americano, quien quieto pestañeo un rato como procesando aquello.

De un segundo a otro estaban en una guerra de agua, tirándola con fuerza a la cara del otro y persiguiéndose torpemente por la piscina, y riendo felices. Hacían competencias estúpidas en las que ambos hacían trampa así que nunca lograban saber quién gano realmente y se besaban con cariño para calmar cualquier enojo o rencor que salía por lo competitivo que eran.

En algún momento, cuando la piscina estaba vacía, no podían separar sus labios ni cuerpos. Joshua estaba cómodo sentado sobre el regazo de Jeonghan, pasando sus manos por sus castaños cabellos para mantenerlo cerca. El americano estiro su cuello cuando Han empezó a besar la línea de su mandíbula y bajo por su cuello, dejando un par de mordidas por su piel.

- No podemos quedarnos mucho tiempo en el agua caliente, amor – Ronroneo Jisoo, apoyándose en los hombros del coreano para poner algo de distancia – Y en cualquier momento puede llegar alguien, así que vayamos a la habitación – Dejo un corto beso en la punta de su nariz para al fin salir de encima de su pareja, quien suspiro derrotado.

- Esta vez me toca a mi arriba – Hablo confiado el castaño mientras lo seguía hacia afuera, secándose rápidamente con una toalla para luego ponerse una bata.

- ¿Qué? No, a mi – Aseguro algo confuso el pelinegro, tirando de la mano del mayor para que llegaran rápido a la habitación.