Si Me Vieras

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Si me pudieras ver ahora, apostaría lo que fuera a que no me podrías reconocer. Lo que alguna vez fue una joven persona llena de energía ahora es un conjunto de huesos y piel sin forma, ni vida, ni rastro de lo que fue.

Si me pudieras mirar en este instante sólo podrías ver piel, deforme y asquerosa piel que se derrite en un mueble polvoriento; un charco de piel estriada y manchada con cicatrices y moretones. Si estuvieras aquí verías una masa pálida de un color gris que reemplaza a lo que alguna vez fue una tez morena.

El rostro que poseía ahora sólo son dos grandes bolsas moradas y oscuras bajo un par de orbes sin vida, opacos e hinchados de tanto llorar, pero que ya no reflejan miedo o tristeza, que tratan de no reflejar emoción alguna pues ya se rindieron y miran al infinito esperando el final.

Mis extremidades esqueléticas sobresalen de la masa amorfa que solía ser mi torso y lograrás encontrar numerosos cabellos quebradizos y delgados esparcidos por todo el lugar, pues he perdido más cabello del que aún me queda adherido al cuerpo.

De lo que alguna vez fueron mis labios sólo queda polvo, de lo que alguna vez fueron lágrimas sólo quedan manchas, de lo que alguna vez fue vida sólo queda un aire gélido. ¡Si tan sólo llegarás a decir un cumplido! No te creería, claro que no, pero sería razón suficiente para, aunque sea, sonreír una última vez.

Con total honestidad, si me estuvieras observando justo ahora se que no me inmutaría, ni siquiera levantaría un brazo en señal de saludo ¿Para que pudieras ver como la piel me cuelga de los huesos? No, Dios mío, ¡Me reuso! La vergüenza de aquello acabaría conmigo más rápido que esta agonía pero no daría fin a mi cuerpo, sino que daría pie a más pesares y lamentos.

¿Sabes qué? Después de todo debo agradecer que no me puedas ver, así sabré que la imagen que tienes de mi seguirá siendo agradable, aún cuando te he dicho mi situación podrás creer que sólo exagero, que sigo igual o que no es para tanto y que pronto volveré a la normalidad. Yo tampoco puedo mirarte, pero puedo apostar lo que sea a que la vitalidad que me falta, a ti te sobra.

 Yo tampoco puedo mirarte, pero puedo apostar lo que sea a que la vitalidad que me falta, a ti te sobra

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