A veces se me olvida lo bonito que es el fuego.
Recuerdo cuando de pequeño los adultos dejaban las cajas de cerillas fuera de mi alcance para evitar cualquier inconveniente, aunque estaba bastante consciente de que habían niños que jugaban con fuego y de lo peligroso que era. También recuerdo la primera vez que encendí un fósforo; se que fue para encender las velas de un pastel de cumpleaños pero no tengo claro para quien era. Recuerdo ocultar mi entusiasmo, pues sentía que era una gran responsabilidad a esa edad, además de también esconder la quemadura que me hice al encender la cerilla.
Recuerdo la parrillera de mi padre, ver cómo encendía el carbón que terminaba siendo consumido por las llamas regalándole al ambiente un aroma embriagador y un calor que le sumaba a la escena un toque rústico y hogareño. También he de nombrar mis primeros inconvenientes en la cocina, cuando el aceite cayó fuera de la sartén y una llamarada alta quemó las puntas de mi cabello y amenazaba con hacerle lo mismo a mis cejas y pestañas, pero en este momento sólo puedo pensar en ello como otra anécdota cómica de contar.
Más adelante maniobré sobre fogones de gas, ya sea para cocinar normalmente o para asar malvaviscos con mi grupo de amigos, riéndonos de los que se chamuscaban o derretían antes de tiempo, pero no desperdiciamos nada; pero también puedo mencionar la ocación en la que, haciendo un trabajo de soldadura, mis compañeros casi incendian la habitación.
En ocasiones especiales a mi madre siempre le ha gustado encender velas decorativas y de a poco esa responsabilidad se me delegó a mi. Muchas veces me he quedado viendo la llama consumirse en la oscuridad de la noche, mirándola fijamente en un hipnótico trance, aunque también admito estar quemando servilletas y palillos por puro entretenimiento cuando nadie me veía.
Recuerdo ver cómo en esta ciudad desastrosa muchas cosas terminaban consumiéndose en llamas. Pilas de basura en los puentes, motos en medio de la calle, la panadería de la cuadra por un descuido con el horno y la montaña, a la cual podía observar desde el balcón o el techo de mi hogar, la vi quemarse en múltiples ocasiones, ya sea por culpa de excursionistas irresponsables o porque el terreno seco sucumbió a los rayos del sol en época de sequía.
Estas memorias estaban perdidas en el fondo de mi mente, recuerdos bastante curiosos y extraños de los cuales me alegro de haber recuperado, sobre todo en un momento como este, aunque es seguro que muchas personas en mi lugar estarían gritando y en pánico, en cierta parte me alegra estar así, simplemente aquí sentando, mirando el fuego frente a mi.
Es realmente curioso, en este instante no puedo recordar muchas cosas más, no creo ser capaz de decir mi nombre ni tampoco donde me encuentro, mucho menos de como llegué hasta aquí, aunque tengo la certeza de ser alguien joven, pues no poseo tantas memorias como para llenar una vida entera. No termino de procesar que tipo de persona soy, los rostros de las personas importantes en mi vida, que he hecho durante todos estos años y mucho menos de todo lo que causó que me encontrara en esta situación, sólo puedo recordar vívidamente todas mis interacciones pasadas con el fuego, pero hay algo que debería tratar de comprender: este incendio.
Poco a poco el humo nubla mi visión, ¿Acaso fue algo accidental? Como la colilla de un cigarrillo que cayó en un mal sitio, una vela caída a los pies de una cortina o un corto circuito que vino, trágicamente, acompañado de chispas. ¿Qué tal si fue causado por algo más rebuscado como un lanzallamas o una hoguera? Quizá fue algo intencional, con un mechero y un camino de gasolina o un fósforo soltado en una habitación con gas, algo causado por un enemigo al que no puedo recordar o, a lo mejor, ¿Yo causé el fuego? Supongo que a estas alturas no llegaré a averiguarlo, eso es triste, pero honestamente me duele más el hecho de que en esta ocasión no podré quedarme a ver cómo las llamas se consumen...
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Escritos
RandomEn este libro publicare algunas cosas que escribo eventualmente. Honestamente no lo hago muy seguido pero de todas formas son cosas que me gustaría compartir. Espero les guste y sean bienvenidos. PD: Perdonen por la ORTOgrafía que a veces se me esca...