Capítulo 2

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Llegue junto al animal quien tenía sus ojos cerrados y pareciera que no respiraba - no, no, no despierta!! - estando ya a su lado y me agache, estaba débil pero seguía con vida. Aproveche el momento para curar sus heridas eran rasguños profundos tal vez no pueda sobrevivir, vertí agua sobre su abdomen y así despeje el pelaje de la herida, luego vertí el whiskey que encontré, este seguía sin abrir sus ojos y ya me estaba preocupando, con los paños limpie las heridas, no hay más que yo pueda hacer pero debía intentar algo más - amiguito despierta, no puedes acabar así - pase mi mano por su mejilla con suavidad entonces abrió sus ojos, me miro de forma extraña - se fuerte no puedes acabar así - seguía haciéndole cariño y este se dejaba hasta que de un momento a otro su mandíbula apretó con fuerza mi brazo, me helé por completo, solo atiné a zafarme lo que me dolió mucho más, me paré y salí corriendo del lugar. No se para donde iba solo corría,  hasta que no pude más, me detuve y trate de saber dónde estaba pero ni idea, no sé dónde estoy y mucho menos desde donde vine entonces me deje caer junto a un árbol y comencé a llorar, mi pecho lo sentía apretado y no respiraba bien, no se cuánto pasó hasta que ya deje de llorar, apoyé mi espalda en el árbol y me quedé mirando el cielo. Escuche unas ramas romperse pero no me importo, no tuve miedo, no me interesó saber que había sido eso entonces, segundos después el mismo lobo apareció frente a mi pero no me inmuté, solo lo mire y ya. Poco a poco se acercaba a mi olfateandome, comenzó a lamer mis heridas con su nariz trataba de indicarme que moviera mi brazo pero no lo hice no tengo ganas de nada. Este insistía y fijé mi mirada en el - no te preocupes - apenas pude hablar, entonces el animal se echó a mi lado apoyando su cabeza en mis piernas, con su pata derecha delantera trataba de correr mi brazo pero su esfuerzo no era suficiente, un último intento lamió mi herida, cerré mis ojos por el dolor. Mi estómago comenzó a pedir comida, no he comido hace rato y ya me estaba pasando la cuenta. El animal rápido se puso de pie y salió corriendo, mi brazo quemaba mire la herida sangre ya no tenía y daba la sensación de que se estaba sanando, deje caer nuevamente mi brazo a un costado y levantó la vista para ver al lobo volver con algo entre sus fauces, se acercó con calma y dejó a un conejo frente a mi, lo empujó con su hocico hacia mi - no como carne cruda, tampoco sé cómo prepararlo - este me miro y luego a la presa, se la devoro en cuestión de minutos entonces volvió a irse rápido. Me puse de pie, observé mi alrededor todo era tanta calma, paz, tranquilidad... ya no estoy como antes, me siento bien aquí. Escuche unos pasos detrás de mi y segundos después el animal apareció frente a mi con un conejo para comer, lo que si había algo raro en el,  su mirada era rara - se supone que estabas herido como puedes correr tan rápido de allá para acá, incluso cazar un conejo? - este sólo pestañeó y comenzó a acercarse a mi y yo retrocedí - también me vas a matar? - correr estaba más que claro que no era una opción ya que a pesar de estar herido era muy rápido y su mordida letal, mi espalda chocó contra el árbol este se puso en dos patas y se elevó apoyando sus patas delanteras en mis hombros - qué haces...? - este apoyo su cabeza en mi cuello por unos segundos pero luego volvió al suelo puesto que era muy grande y yo más chica. El animal comenzó a avanzar hacia no se donde pero se detuvo me miró y luego apuntó hacia una dirección en específico - ya te vas? - murmuré, suena estupido pero por un segundo creí que sería mi amigo, me defendió lo defendí... pensé que podríamos quedarnos juntos pero en el fondo es un animal salvaje por ende su lugar está afuera corriendo libre por todos lados - te debo mucho, me has ayudado demasiado, gracias - me acerque a él con cautela y acaricié su mejilla con delicadeza, levante mi brazo mostrándole la herida que me hizo - jamás me olvidaré de t... - observé mi brazo y no tenía nada - brazo equivocado - levante el otro pero tampoco tenía nada, ni siquiera me dolía como antes, los tocaba y miraba por todas partes pero nada, no había rastro de la herida - qué has hecho? - le pregunte sorprendida - me habías mordido y ya... ya no está, tu lamiste mi herida y ahora no está... - el lobo se acercó a mi y me empujó en dirección a la que el iba - qué quieres, que vaya contigo? - este se sienta y me dio la sensación de que entendía lo que yo decía - entiendes lo que digo? - este volvió a asentir con la cabeza - estoy loca - comencé a caminar de un lado a otro me siento muy hiperactiva, chasqueo mis dedos y golpeó mis piernas, me detengo lo miro y este solo se quedaba sentado mirándome - de verdad esto está pasando? - este corre su vista como si estuviera aburrido - no hagas eso esto es mucho en poco tiempo y después de lo qué pasó con... - recordé los tipos que me habían atacado los busqué con la mirada al igual que el lobo, no los encontré por ningún lado, luego este me mira a mi - puedo ir contigo? - este asiente nuevamente - no se si me entiendas de verdad pero te quiero agradecer lo que has hecho por mi, aún estando herido me has salvado - obviamente no me contesto - ejercer la prostitucion no es algo de un momento a otro, no es algo que me enorgullezca puesto que terminas siendo una máquina que se deja hacer lo que sea por quien sea que pague por tus servicios - baje la mirada - estoy metida en muchos problemas ahora mismo, esos eran peces gordos y mi jefe me obligó a ir con ellos, y me prometió acabar conmigo si no hacia bien el trabajo, tal vez cuente el hecho de que estén muertos y yo haya sido la última persona que estaba con ellos - seguimos caminando hasta un pequeño riachuelo - si me pierdo aquí adentro o algo malo me sucede y muero no pasará nada - el animal iba delante mío y se detiene y me mira gruñendo - no me gruñas - este camina hacia mi otra vez - no tengo a nadie, ni tampoco a dónde ir, vivía en el club y no creo que pueda volver - este se estira un poco y lame mi mejilla, sonrío acariciando su cabeza - qué se supone que significa eso? - seguimos caminando río arriba - qué te pasó a ti? Con quien peleaste para quedar tan herido? Te ves fuerte y eres muy rápido como para dejar que alguien te ataque - el animal no me presta atención y seguimos caminando hasta que llegamos a una cueva, esta estaba húmeda y fría pero me sentía bien ahí adentro, me senté en el suelo y el lobo se ganó a mi lado mirando hacia afuera - tengo que buscar una forma de alimentarme, tu puedes comer lo que sea que cases pero a mi me hará mal si como cualquier cosa, nuestros estómagos son diferentes - el lobo se puso de pie y camino ganándose detrás de mi y apoyo su cabeza en mi hombro - para ser un lobo salvaje eres muy cariñoso, eres raro - le dije acariciando nuevamente su mejilla, se siente genial hacerlo es tan grande e imponente y la oportunidad de poder estar a su lado... es maravilloso. Mire al animal a mi espalda, su mirada chocaba de muy cerca con la mía - déjame ver cómo están tus heridas - este retrocedió alejándose de mi - ven aquí y déjame ver cómo están - este arrancaba de mi entonces me puse seria y lo mire enojada - ven aquí y muéstrame tus heridas - nos miramos fijo y serios por unos segundos hasta que este accedió y sonreí feliz - no seas testarudo y ven aquí - a regañadientes este se echo frente a mi y así pude comprobar lo mismo que sucedió conmigo, sus heridas ya no estaban, esto es imposible, en muy poco tiempo sanaron unas heridas que debían desaparecer en tres semanas más - no tienes nada... - este apuntó con su hocico la cortes que tenía por el vidrio de la botella, los mire pero no le di importancia - ya sanarán, no te preocupes - sonreí mirando hacia afuera. Podía notar que la noche estaba por caer y si ya hacía frío aquí adentro estando de día no quiero ni imaginas como será de noche - amiguito, debería buscar algo para hacer fuego o por último para abrigarnos, ya que está helado aquí, hará más frío cuando anochezca - me puse de pie y salí de la cueva el lobo no me dejaba sola en ningún momento por ende me siguió cuando me fui por la leña - bien, buscamos ramas para encender fuego y si encontramos algo que yo pueda comer... sería genial porque de verdad tengo hambre - comenzamos a caminar sin rumbo fijo - recordaras por dónde vamos? Porque yo ya me perdí - este resopla y seguimos caminando.

Así estuvimos por una hora más o menos yo ya tenía mucha hambre y estaba algo cansada, siempre seguimos el sendero del riachuelo así que como tenía sed me detuve y fui a beber algo de agua mientras podía ver como peces pasaban arrastrados por la corriente uno tras otro, habían muchos - YA SE!! - el lobo detrás de mi se asustó por mi grito, no podía evitar sonreír ampliamente. Mis medias eran de hilos delgados pero no tanto, entonces servirán perfectamente como red, para sacármelas tenía que saber quitarle la falda ajustada que traía puesta, luego me puse rápido la ropa, busqué una rama lo suficientemente flexible y firme, entonces la hice un aro y la ate a la media, con otra liana que encontré la amarre y la dejé caer al agua, mire a mi amigo a mi lado sonriendo, enarque ambas cejas y luego fijé mi vista en mi red - la comida va por mi cuenta esta vez - poco a poco comenzó a hacerse mas pesado - mierda!!! - me puse de pie y tomé la red justo antes de que se rompiera y se escaparan mis presas, eso me hizo tener que entrar al agua y mojarme entera - los rescate!!! - al salir del agua me comenzó a dar frío - mala idea - la piel se me heló de inmediato, estaba toda erizada - me dio frío - sonreí débil - ya tenemos comida y tomé agua volvemos? - el animal se puso de pie y comenzó a caminar en dirección contraria - necesito un especie de cuchillo para poder preparar el pescado, me serviría incluso una piedra afilada - el lobo se adelanta y al rato llega, me empuja hacia un costado y gruñe, me quedé ahí y desapareció otra vez. Hubo un fuerte ruido y segundos después una piedra cae rompiéndose en muchos pedazos, el animal llega al lugar del impacto y me acerco a él - ahh... ya entiendo - busqué entre los trozos de piedra lo que me puede servir como cuchillo y cuando lo encontré nos fuimos de vuelta a la cueva - eso ha sido una buena idea, bien hecho - prepare los peces más aún no teníamos como cocinarlos, pero como el pescado si puedo comerlo crudo solo le quite lo de adentro, le quite la piel y así lo comí, mi amiguito se lo devoró completo pero bueno, allá el, nos quedamos adentro, no salimos más de la cueva y callo la noche, el lobo estaba echado en un rincón y yo me acurruqué en la mitad, hacia mucho frío, estaba temblando pero no tengo más remedio que aguantar, no hay nada con que pueda abrigarme. Poco a poco fui quedándome dormida más en un momento sentí al animal ganarse detrás mío y con su cola me cubrió, estaba tan caliente que fue muy agradable estar a su lado...

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