Capítulo 7

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En completo silencio me escabullí en el gimnasio donde entrenaba con Jean, saqué dos cuchillas pequeñas pero letales y un arco y flechas, no tengo ni la menor idea de que es lo que haré si me llego a encontrar con big boss y sus hombres pero lo que sí estoy segura es que no dejaré que vengan a este lugar - qué haces - escuche un susurro en mi oído que me espantó en gran manera - este... yo... yo... - no tengo palabras para la madre de Gael - por qué estás aquí? Y por qué te llevas todo eso? - debo irme - la esquive y seguí mi camino sin embargo la doña se interpuso nuevamente - a donde crees que vas? - suspiré resignada - la chica morena me dijo que la aldea está en peligro - el rostro de la mujer cambio, trato de disimularlo pero de todas formas me di cuenta - y eso que? Es una aldea de lobos y siempre tenemos rivales - de notaba nerviosa y no me miraba a la cara - y dijo que es por mi culpa - ahora si su mirada se posó en mi - ahh... era verdad - murmuré sonriendo débilmente - vuelve ahora mismo a la casa, ve con Gael - me ordenó - no lo haré, es mi culpa y nadie en este lugar tiene que pagar por mis errores - nadie dijo que es tu culpa - afirmó la mujer pero no le creía - tiene que ver conmigo, no? Entonces es mi culpa y si al irme de aquí desvío el peligro de la aldea... genial - nada me iba a hacer cambiar mi opinión así que seguí mi camino - piensas dejar así como así a mi hijo? Sabes lo que significa una imprimación? Un mate? - no le di importancia y seguí caminando hacia la salida - saves lo que significas para mi hijo? - en ese momento me detuve y dándole la espalda le respondí - si de verdad me quisiera detener ya estaría Gael aquí deteniéndome. Usted piensa igual que yo. Dígale a su hijo que preferí irme y que se preocupe por las personas que en realidad importan - acomode mi mochila y seguí adelante.

(...)

No sé cuánto rato llevo caminando, estoy cansada porque he tratado de ir lo más rápido posible porque apenas se den cuenta de que no estoy saldrán a buscarme y lo que menos necesito es volver. Mi estómago resonó de hambre pero no hay nada de comida aquí así que solo me queda seguir.

Habré caminado por cuatro horas más, me relaje al ver una carretera, seguí la ruta esperando por cualquier vehículo que pase para poder subir y alejarme más rápido pero nada, no hay ni siquiera un pinche tamo. 

Si, si, si!!! Viene una camioneta!!! - SII!!! - estiré mi brazo levantando mi pulgar para que este se detuviera y lo hizo - a donde vas? Me pregunto la mujer que conducía, vestía ropa campirana y se venía sucia - lo más lejos posible de esta área - ella no entendió mucho y su mirada me mostró miedo - puedes llevarme atrás? No notarás mi presencia - no muy convencida asintió con la cabeza entonces me subí en la parte trasera de su camioneta y siguió su marcha. En algún momento me quedé dormida y la chica me despertó - amiga, hasta aquí llego yo - me desperté y mire a todas partes - qué tan lejos estamos? - a unos... diez doce kilómetros - rayos, no es suficiente - murmuré por lo bajo - oye, estás bien? Necesitas ayuda? - time mis cosas y baje de la camioneta - tranquila, todo esta bien - le sonreí - gracias por llevarme - acomode mis cosas y seguí mi camino por la carretera.

Caminando llegue a otro pueblo, ahora si estaba cansada y agotada, busqué un lugar para poder sentarme y refrescarme ya no doy más. Habrá sido una buena decisión el haberme ido? Igual allá tenía mis comodidades, tenia gente que me que... tenía a Gael... - estás perdida? - la voz de la viejecita me saco de mis pensamientos - necesitas ayuda? - gracias, solo estoy descansando un poco y ya - me levanté para seguir caminando pero ella me detuvo tomando mi muñeca delicadamente - no seas tímida, ven conmigo, te puedo ayudar, te puedo prestar ropa, baño y darte un poco de comida - insistió la mujer - gracias pero no es necesario, debo continuar - trate de zafarme para seguí pero su agarre fue más fuerte y su rostro simpático y amable se fue transformándose en uno hosco y de muy mala espina - no te estoy preguntando, vendrás conmigo ahora - sin esperar respuesta apretó más su agarre y comenzó a arrastrarme - esta loca - no quería usar la fuerza con ella pero definitivamente no era quien parecía así ir sin dudarlo me zafé, ella volteó tratando de agarrarme nuevamente, la agarre del cuello, la lleve contra la pared y la levante del suelo, apenas podía respirar la vieja - no escaparas de nosotros - a mi no me amenazas - gruño - si le sigues o alguien cercano a ti lo hace no dudaré en acabarlos uno por uno de la peor forma posible - ví que ya se estaba poniendo morada así que la dejé caer - ya sabes, si siento que me están siguiendo te encontré y te mataré y a toda tu gente - seguí caminando en busca de la carretera ir me pudiera llevar lejos de aquí, tal vez si me alejo los suficiente no le encontrarán y podrán defenderse tranquilos.

La zorra del alfa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora