breakup ❦ hyunin

007.

¿Cuándo vería nuevamente a Hyunjin frente a frente? Se preguntaba todas las noches el chico que acababa de quitarse los brackets, necesitaba más que nunca a Minho para hacerlo sentir seguro con respecto a su nuevo cambio, pero le había dicho que se fuera el día anterior y no sabía cuándo regresaría.

Quizá cuando Minho decidiera regresar ya sería muy tarde.

Se encerró en el baño del instituto a la hora de comer, sin algo más que hacer excepto llorar. Las ganas de hacerlo siempre estaban allí, dependía de él dejar salir las lágrimas o no hacerlo. A veces sentía que quizá sí las dejaba salir alguien lo notaría y buscaría ayuda, pero si de verdad alguien lo hubiera querido ayudar lo habría hecho en cuanto los chismes comenzaron.

Cuando acabó la hora salió del baño, aterrándose completamente al sentir como unos brazos fuertes lo tomaban de los hombros y lo empujaban contra la pared. Las personas iban y venían por los pasillos. Hyunjin estaba acorralando a Jeongin contra una pared y el menor solo estaba inmerso en los detalles del perfecto rostro de su ex-novio, cumpliendo su deseo de ver de cerca por última vez a Hyunjin. Su labio inferior comenzó a temblar y entonces fijó su mirada en los ojos fríos de Hyunjin, que esbozó una sonrisa de lado.

Entonces sus labios y los de Jeongin impactaron, y el menor no dudó en responder rápidamente como había estado acostumbrado a hacerlo. El ritmo de Hyunjin normalmente era acelerado, mordisqueaba su labio e introducía su lengua, y no se separaba hasta que el aire que quedara en sus pulmones fuera nulo.

—¿Por qué el novio de Minho está besando a Hyunjin?

—Ese es el ex de Hyunjin, ¿acaso volvieron?

—Pues que regalado ese niño, eh, que tiene a Lee Minho de novio y además va y besa a Hyunjin.

Jeongin bajó la mirada y el chico frente a él tomó su barbilla para obligarlo a mirar al frente, justamente a donde estaba su rostro.

—No debiste haberme terminado, Yang Jeongin.

Hyunjin se retiró sin más y Jeongin tomo una fuerte bocanada de aire antes de tirarse a llorar allí en el pasillo. Todos habían entrado a sus salones, por lo que solo había quedado él allí. Que dejó de llorar cuando faltaban diez minutos para que volvieran a salir, con el pensamiento de que su único deseo se había cumplido. Había visto a Hyunjin nuevamente, y había podido sentir sus labios una vez más.

Y decidió que desde entonces no querría sentir nada más.

.
.
.
.
.

Hyunjin, observaba desde el otro lado del pasillo como su pequeño niño ahora pelirrojo y sin brackets lloraba desconsoladamente. Todo había sido su culpa. Había roto a su niño de oro porque nunca supo cómo valorarlo. Cuánto había deseado acercarse y decirle que aquel color de cabello lucía cada día más adorable en él, y cuán tierna se veía su sonrisa ahora sin aquellos alambres cruzando sus dientes, pero tenía miedo. Eso era él, un cobarde. Y ahora ambos lloraban en los extremos opuestos de un pasillo de la institución.

La diferencia entre ambos era que Jeongin no cambiaría nada si se acercaba a Hyunjin y decía que quería volver con él, mientras que Hyunjin...

Hyunjin pudo haber cambiado tanto si se hubiera acercado a tiempo.