Conociendolo.

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Todo comenzó un 24 de julio del 2017 cuando me decidí entrar a aquellas clases de baile, era algo tan emocionante pero nervioso a la vez pero era algo que quería hacer.
Llegué al lugar de las clases el llamado "Gianicolo" iba con ropa deportiva, tenía que hablar con el profe para poder entrar a sus clases, me acerque y lo primero que dije fue:
-Hola, Disculpa ¿Puedo entrar a la clase?.
-Claro, pasa. Soy Leo.
Desde el momento que vi a mi Coach empecé a sentir atracción por el aunque a veces me hacía de la idea que jamás iba a llegar a tener algo serio con mi Coach.
Mi primera clase fue un total fracaso. Todos iban súper coordinados, pero yo estaba perdido en todo. Por un momento pensé "Todos empezamos así". Terminó mi clase y me fui a casa. Tras el pasar los días yo ansiaba que fuera día de clase para poder ver a Leo. Cuando llegaba a mi clase y lo veía me sentía atraído por el, aunque él me tratara como uno de sus alumnos yo me sentía atraído.
Pasaron las semanas y empecé a conversar con una chica de las clases llamada Noemí, una chica entregada al baile, amable, la chica más inocente que puedes conocer. Con el poco pasar del tiempo fui un mejor bailarín y un íntimo amigo de Noemí, íbamos a cualquier lado juntos a la heladería, la tienda, la plaza, y el mejor lugar de todos El Expiatorio, ahí es el lugar donde muestra amistad empezó a florecer. Cuando nuestro ensayo termino caminábamos hacia el Expiatorio Noemí me dijo:
-Nunca te había dicho pero Leo y yo somos hermanos.-
Quedé helado
-¿Porque jamás lo habías dicho?
Ahora entiendo porque el ser contigo más exigente que con los demás.-
Seguimos hablando de cosas muy tontas como siempre lo hacíamos, nos despedimos y de camino a mi casa iba pensando en que sentía atracción por el hermano de mi amiga y que aún menos podía pasar algo entre nosotros.
Días después navegando en mis redes sociales, encontré el perfil de mi maestro, cheque cada una de sus fotos y yo moría al ver cada una de ellas, y así pasaba ratos de mis días checando sus lindas fotos, hasta que un día me llegó la solicitud de amistad de mi Coach, me sentía la persona más Feliz del mundo, sentía que soñaba pero era la realidad a los segundos me llegó un mensaje, hablamos por horas y así varios días. Nuestra conversación crecía así como mi amor, conocí a un Leo que no era simplemente mi maestro que también era mi amigo.
Conocí al verdadero Leo y seguía queriendolo más y mas.

Pasos de DesilucionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora