Pasos de Desilucion

La confesión (parte 2)

Al día siguiente vi su mensaje y conteste:
-Pues tienes mucha razón en ese aspecto!
Pero creeme que era imposible para mí decirlo, Y por todo lo que te he contado jamás me anime a decírtelo.
- Pero ya lo sé.

Después de varias horas me llega otro mensaje de el diciendo:
   - Tengo que confesarte yo tambien algo.
Yo también siento algo por ti, no se exactamente desde cuándo pero recuerdo que en los ensayos cada ves me atraias más y más, hasta que un día mientras dormía en mi sueño estabas tú y al momento de levantarme tuve un sueño húmedo por ti. Desde ese instante no deje de pensar en ti, no te voy a mentir fueros muchos los sueños húmedos que tuve soñando contigo, cuando llevabas short al ensayo te juro que no quería ni voltear a verte porque tendría una erección aunque muchas de las veces no lo podía evitar. También me gustas porque eres un chico muy apasionado, sabes lo que quieres lograr, eres humilde, noble, carismático, responsable, amable, muy buen amigo.
Yo jamás dije nada por pensar que tú no sentías nada por mi pero ahora lo sé.

Les juro que no sabía que contestarle, me había quedado congelado exageradamente, cuando leí el mensaje mi mente le daba que estaba enamorado jamás lo analice bien, de tan helado que está solo respondí: - Gracias.

Al día siguiente tuve que quedarme solo en la dulceria de mis papás, ellos saldrían y yo decidí quedarme en la frutería.
Mientras yo estaba ahí me marco por teléfono y solamente me dijo:
-¿Que haces?
- Nada, estoy en la dulceria. ¿Tu?
- Voy para un ensayo. Bueno te dejo porque ya llegué.
  - Sale, bye.

Al momento de colgar veo que llega a la dulceria, no me  esperaba que llegara y lo salude.
- ¿Que tú no ibas a una clase?
- Pues no, pero no te iba a decir que venía para acá. Las sorpresas no se dicen.
  Solo me reí y empezamos a trabajar, acomodamos mercancía, limpiamos. Me ayudó muchísimo.
Cerramos y fuimos a mi casa, lo invite a comer después de la gran ayuda que el me dió. Llegamos y nos sentamos a comer, como siempre el tiene un tema de que hablar, platicamos y llegó un momento en el que nos quedamos callados, hasta que pensé en preguntarle para que había venido.
  -¿Y a que venías para acá?
  - Pues tengo presentación aquí súper cerca y decidí venirme más temprano para pasar a visitarte. ¿Quieres ir conmigo a la presentación?
  - Si, claro. Solo déjame ir a cambiarme y nos vamos.
 
Salí de la cocina y entre a mi habitación, empeze a buscar lo que nos llevaríamos y justamente me llega un mensaje de Leo. Era muy extraño porque solo una pared nos dividía y el me mandó mensaje. Lo leí y decía:
  - ¿Puedo entrar a tu habitación?
  - ¿Para que?, Me estoy cambiando.
  - Por qué no quiero estar aquí.
  - Solo espera a que me cambié y puedes entrar.
   - No, yo quiero entrar ahorita.

En ese momento no sabía ni qué pensar talvez quería hacer algo indecente o simplemente quería estar conmigo. Pero no me quedé callado y le pregunté:
  - ¿Que es lo que tramas hacer?
  - Pues ya sabes.
  - No Leo, si crees que haremos lo que tú estás pensando créeme que no.
  - Pero ¿Por qué no?, Si ya nos dijimos lo que sentimos porque no podremos tener relaciones.

En ese momento cuando escribió que ya nos dijimos lo que sentimos cambio mi desicion totalmente y pensé: Es cierto, ya nos dijimos lo que sentimos porque no hacerlo.
Y accedí.

- Voy a entrar a tu cuarto, pero apaga la luz y siéntate en tu cama con los ojos cerrados.
  - Leo yo nunca he hecho esto así que tenme paciencia.
  - Tu relajate.
   - Está bien, pero yo te sigo cuando entres.

Apague la luz, me senté en la cama y llegué a pensar que no iba a lograrlo, que iba a ser pésimo, no me sentía preparado para tener sexo. Le dije que podía pasar, entro y me beso y pues creo que no les contaré todo lo que pasó pero si puedo decirles que no era lo que esperaba, fue algo muy corto, sin chiste pero tenía que fingir para que no se sintiera mal, aparte lo seguía queriendo y creo que eso no era excusa para ya no amarlo.
Salimos a la presentación y todo super bien platicamos, cenamos juntos lo lleve a la parada del camión y se fue.

A los pocos días ya no me habló, sentía que era como alguien extraño a su lado, les juro que era completamente otro Leo, no era el mismo. No entendía lo que pasaba pues yo pensaba que con lo que había pasado esa tarde todo iba a mejorar, aunque no fue así.
Empeze a ver el cambio en mí cuando me dejaba de hablar en los ensayos, y el y Mauro me daban muchas señales de que ellos tenían una relación, llegaban juntos a los ensayos, se publicaban cosas de amor aunque talvez eran inventos míos.
Cuando ya no me habló totalmente y jamás tocó el tema, comprendí que el solo me busco para tener relaciones sexuales conmigo, que solo me había usado para satisfacerse, cuando no era así. Desde ese momento entre en depresión, lloraba cada vez que podía hacerlo, mientras estaba en clase me salía al baño para llorar, cada noche lloraba y me quedaba dormido llorando. Fueron así 2 meses de llorar cada y cada noche, pero no lloraba porque el no me había querido o ya no me hablara lloraba porque me había fallado a mí mismo, porque desde un principio dónde me confesó lo que sentí solo me hablaba de mi cuerpo, desde el principio era lo que el buscaba pero yo por amor lo intérprete de otra manera.
Cuando terminaron esos dos meses, sentía que lo estaba superando, hasta con decirles que Mauro y yo ya éramos súper amigos. Un día tuvimos ensayo en la mañana y cuando termino Noemí nos invitó a Mauro y a mi a comer a su casa, los dos accedimos  y terminando el ensayo nos dirigimos a su casa.
Llegamos y mientras Leo y  Mauro subieron a su habitación, Noemí y yo nos quedamos a preparar la comida, después de un rato los chicos bajaron y pusieron música con el celular de Mauro y yo como buen Dj las estaba cambiando. La comida estaba lista y Leo y Mauro van por el refresco, Mauro me deja su cel y me daba la curiosidad por saber de que hablaban ellos dos por chat, yo sabía que si revisaba algo iba a encontrar pero decidí entrar, creo que fue una pésima desicion eso de entrar a checar porque ahí fue cuando descubrí que tenían una relación por más de 7 meses. Ya no quise checar más y volvió mi depresión, me volví a sentir igual como antes sabiendo que solo me había utilizado, y peor aún sabiendo que habíamos engañado a mi amigo, solo me despedí y me fui a mi casa, ya ni me quedé a comer. No quería hacer nada, solo necesitaba llegar a casa.