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"Y cometí un error y pague con lágrimas de sangre, el haberme equivocado..."







♪¸¸.•"Es lo mejor" ♪¸¸.









𝗡𝗮𝗿𝗿𝗮𝗱𝗼𝗿 :


- "deberías ir y hablar con tu padre"- murmuro Scott con su voz destilando decepción; su mirada gacha sin querer mirarle a los ojos y el claro tono a ira notándose en su voz delataban su falta de emoción y fue entonces que él se dio cuenta, esas palabras de su mejor amigo le hicieron ver que desde ahora nada sería igual, su amigo ya no confiaba en él y, ¿Quizá nunca lo hizo?, su 'amigo' prefería creerle a otra persona, a otra persona antes que a él, su casi hermano, una dolorosa punzada de realidad atravesó su mente y un nudo se formo en su pecho en ese instante.

¿Qué tanto había cambiado su amistad con esto? - todo tal vez.


¿Qué tanto cambiaría su vida ese accidente?, ese error - no quería hacerlo, lo jura, él no quería, esas no eran sus intenciones, pero lo hecho, al final hecho estaba y no se podía cambiar. Antes no sabía cuánto había cambiado la situación, pero ahora se estaba haciendo una idea, si era capaz de dudar de él y no darle siquiera la oportunidad de una explicación, nada era y sería como antes.

¿Qué ironía? - el miedo siempre te hace cometer estupideces, pero la desconfíanza, ¡Oh Dios! esa te hace romper barreras.

La lluvia caía con fuerza y golpeaba su cuerpo con violencia, sus lágrimas se perdían entre ese mar de agua, sus sentimientos a flor de tierra y su miedo crecía cada vez con más potencia, cada minuto sentía que perdería a su mejor amigo, a su hermano, él no quería perderle, era por eso que estaba ahí, frente a él, tratando de aclararlo todo, de contarle la verdad, la razón que había detrás y el como sucedieron las cosas, pero no podía, quizás, sólo quizá ya era demasiado tarde para eso.

El miedo te hace cometer estupideces.

- "p...ero"- trató nuevamente de hablar, trató de explicar, pero no pudo pronunciar palabra alguna pues fue callado por un golpe en su mejilla izquierda, un dolor agudo cruzo su rostro, ¿ese había sido un puñetazo? Scott le había golpeado, su hermano del alma le había golpeado.

Un gemido salió de sus labios, a la vez que sintió el aire escapar lentamente de su cuerpo.

Pero la desconfianza te hace romper todas las barreras.

La fuerza del golpe le hizo caer, el agua en el asfalto salpico al impactar su cuerpo contra el suelo y su espalda dolió por el fuerte impacto, soltó un gemido de dolor, él ya estaba golpeado desde antes de llegar a ese lugar y algunos golpes eran graves, pero aún así se había mantenido en pié hasta ahora, minutos antes había tenido una pelea con su padre por la misma razón, pero tampoco había salido bien, exactamente como pasaba ahora, su padre tampoco le dio oportunidad para explicar nada, nadie quería saber la verdad, no querían creer en él.

Joder y eso como dolía.

-"PERO NADA"- grito muy cerca de su cara su mejor amigo, al menos a quien él aún consideraba su mejor amigo, la verdad dudaba que Scott lo considerará de igual forma ahora - "¡NO HAY EXCUSA PARA LO QUE HICISTE STILES!" - grito mostrándole sus ojos de Alfa -"¿te das cuenta de lo que hiciste?, mataste a una persona, ¡UNA PERSONA CARAJO!" - volvió a gritar cabreado -"sin importar como lo hayas hecho, mataste a alguien y nosotros no hacemos eso Stiles" - continuó más calmado, pero su voz sonaba notablemente molesta - "tratamos de salvar a las personas, no de matarlas" - habló seriamente mirándolo a los ojos - "pudiste golpearlo sólo un par de veces, pero decidiste seguir hasta matarlo, me decepcionas Stiles, sabes que yo no haría eso" - menciona negando con la cabeza - "no puedo, no podemos" - se corrige mirando hacia la ventana, donde puede distinguir la mata de cabellos rubios de Erika y lo pelirrojos de Lydia, asi como al resto de los miembros de la manada, ellos estaban observando la pela de ambos, listos para atacar de ser necesario, listo para defender a su Alfa - "no podemos estar cerca de alguien quien su única decisión es matar a las personas y habló por todos" - dice dándose la vuelta para irse.

¡𝐒𝐨𝐥𝐨 𝐇𝐮𝐦𝐚𝐧𝐨! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora