Los Ecos del Anima

Prologo: "Un mal sueño de tantos"

PROLOGO

La luz que proyecta la calle es lo único que ilumina mi pequeña habitación en la oscuridad de una noche que tiene por hora las 01 y 56 minutos, según el despertador que estaba en una mesa cercana. El frio es lo único que recorre por mi cuerpo, pese a estar bien cubierta con mis mantas de textura similar al terciopelo, y estaría orgullosa de estas si no tuviese un estampado de pandas por doquier. Y el único sonido que me acompaña en este solitario momento es el de algunos vehículos y transeúntes que pese a la hora siguen activos, como si el entorno y la noche no fuese un impedimento para seguir con sus actividades. La calle tan viva afuera, y yo acostada viendo al techo... No, mirando más allá del techo, mirando más allá de las nubes, mirando más allá del mismo cielo. Por un momento ni el ruido de afuera me perturba, ni el frio de la oscura noche me recuerda de mi situación actual, ni siquiera las sombras que se proyectan en el techo me interrumpen. Todo está allí, pero lo ignoro, porque estoy concentrada en mis pensamientos mirando al infinito, pensando en muchas cosas en silencio sobre mi vida, mis estudios, mis amistades e incluso mi economía. Por un momento, yo...

─ ¿Acaso viendo al infinito, buscando las respuestas de la vida de nuevo?

Y hasta aquí había llegado mi momento "Zen", interrumpido nuevamente por mi anormal compañero de habitación y mi familiar más cercano. Parpadeo con fuerza unas pocas veces tratando de recordar donde estoy, y procedo a responder su "pregunta de protocolo".

─ Pensé que estarías durmiendo, o algo por el estilo. ─ Fue lo que respondí cerrando los ojos solo para no verlo y esperando a que desapareciera.

─Sabes que es muy extraño que yo duerma, o que tú me veas en ese estado. ─ Dijo con un tono que parecía que lo decía para burlarse de mi.

─ Cierto que eres Thomas, el "Búho de Atenas" Standfield

Me acomodo en mi cama sin salir de la manta protectora solo para ver al compañero que tengo en esta habitación. Aunque las luces de afuera iluminaban parte del cuarto, solo llegue a ver su oscura silueta en mi escritorio, y no precisamente sentado en la silla que tiene y que se usa para ello.

─ Bueno, tal vez si tuvieras el busto de Palas Atenea, podría ser el cuervo que se ronda a estas horas a molestar la existencia de Grace "Poe" Vanderwood. Aunque podría hacerlo con tu pequeña librería.

─ Hazlo y tendremos problemas, lo sabes. ─ Le contesté con un tono de voz más serio, pero sin saber si era producto del sueño o porque me desagrada esa idea. ─ ¿Y de aquí a cuando tu lees a Edgar Allan Poe?

La figura oculta en la penumbra de la habitación hizo lo que puedo entender como un levantamiento de hombros antes de quedarse en silencio. Había aprovechado este momento para darle la espalda e intentar conciliar el sueño, o buscar ápices de este. Pero un sentimiento incomodo me impide llegar a esa meta, y eso provoca la atención de Thomas, quien rompe de nuevo el ambiente con otra pregunta.

─ Déjame adivinar. ¿Otra vez las pesadillas?

─ Si

─ Es la tercera de este mes, y no estás en tus días.

─Ya te he dicho que mi periodo no tiene nada que ver con el hecho de que no pueda dormir bien. ─ Dije algo molesta, y con la misma confusión sobre mi frustración de antes.

─ Yo solo saco conjeturas y comentarios forzados para quitarte ese mal humor que tienes. Pero veo que no funciona...

Fue lo último que dijo antes de quedarse callado. El silencio fue algo que suele ocurrir a estas horas, mientras buscaba como dormir o saber qué hacer con mi incomodo momento de incomprensión. Odio que me pase esto, ya que me afecta en el día, y ya van varias noches que esto ocurre, como si fuese algo normal. Me molestaba no conciliar el sueño, y solo me quedaba viendo el techo buscando la respuesta de ello.

─ No esperes que el techo te diga al oído la respuesta a ello.

Ante esa afirmación, me doy cuenta de que la ventana de mi cuarto estaba cerrada con la cortina que esta tenia, dejando el lugar a mayor oscuridad. Vi la silueta de Thomas moverse hasta el pie de mi cama, sentándose con una pierna sobre otra.

─ ¿Sabes algo? no sé si lo que me mantiene despierta es el insomnio o eres tú hablando. ─ Le conteste con los ojos cerrados, intentando no irritarme con la situación.

─ Si yo te molestara, hace rato me hubieses mandado al carajo a ver que veo al horizonte. Y solo aprovecho que estas despierta para ver como estas.

─ Pues puedes ver que no puedo dormir y estoy irritada por ello. ¿Suficiente? ─ Me di la vuelta hacia la pared tras clavar esa interrogante en el aire.

Los minutos pasaron, y no sentí a Thomas en el pie de mi cama. Todo lo contrario, sentí una presión en la cabecera la misma, como si alguien se sentara a mi lado en el borde, y junto a eso, sentí una mano acariciar mi cabeza con delicadeza. Por alguna extraña razón, eso me hizo tranquilizarme, provocando que diera un gran respiro y estando más relajada, como si mi irritación no hubiese existido.

─ Si es la misma pesadilla que la de hace 3 noches, me disculpo mucho. Sabes que no me gusta causarte problemas...

─ No te culpes Tom. Solo fue una pesadilla, y siempre estas para apoyarme cuando eso pasa. Te lo agradezco. ─ Dije muy calmada y con los ojos cerrados. Creo que después de tanto buscar, conseguí el sueño que necesitaba.

─ No tengo a donde más ir que no sea a tu lado. Hemos estado juntos en esto, lo estamos y puede que lo estemos en un futuro.

─ Jeje, ya te pusiste romántico, y tengo que rechazarte por qué... ─ Di un gran bostezo antes de terminar la frase ─... Morfeo me encontró antes.

─ Vale vale. Esta noche no duermo contigo entonces. ─ Fue lo último que dijo antes de retirar su mano de mi cabeza lentamente, dejando que me vaya quedando dormida.

─ ¿Te irás a dar una vuelta?

─ Y dejarte dormir en el proceso. No quiero sufrir tu lado orco en la mañana.

─ Vale, vale. ─ Dije acomodándome para dormir profundamente. ─ Buenas noches, Gato Tom.

─ Descansa, Grace. Espero no tener que volar por la ventana diciendo "Never More".

Y con eso, caigo lentamente en un profundo sueño. Durante el tiempo que llevo conociendo a Tom, que es mucho, puedo decir con certeza de que es confiable y alguien interesante. Desde que estamos juntos, hemos pasado por muchas cosas, buenas y malas, hemos conocido a mucha gente y buenas amistades se nos han acoplado, y los problemas que se nos presentan los hemos solucionado, juntos. Es como él dijo, hemos estado juntos mucho tiempo, y es probable que lo sigamos estando, viviendo muchas más aventuras... Lo último que escucho antes de perder la conciencia, son las mismas palabras que me levantaron antes.

"¿Quién es Grace Vanderwood sin Thomas Standfield"