ѕcarѕ | starker

Epílogo.

Cuatro años después.

•

Sonrió cuando vio su última obra de arte.

El edificio de Fundación Stark se alzaba frente a él. Una fundación hecha especialmente para ayudar a personas con enfermedades terminales o para darle esperanza a los que iban a seguir viviendo.

Las cosas se habían puesto horribles después de que Peter muriera, la mayoría de maestros y compañeros habían estado sorprendidos, pero no le había prestado atención a eso si era sincero. Los primeros meses habían sido totalmente altibajos, quería morirse y vivir al mismo tiempo. Peter no le había dado los detalles de lo difícil que era perder a alguien que amabas mucho fuera del amor fraternal. Por suerte, había sabido sobrellevar la situación cuando su mente había entendido lo que Peter quería que él hiciera.

Ahora como producto de ello, su segunda fundación estaba lista para ser inaugurada. No iba a negar que le había costado mucho hacerla posible, no por el dinero, si no por personas que querían impedirle hacerla sólo porque su primera fundación había sido un refugio para personas homosexuales y bisexuales. Porque se estaba encargando de terminar con todas esas personas homofóbicas que sólo querían dañar a los demás.

Todo era por Peter, por y para él.

Porque creía también que ambos se iban a encontrar luego de esa vida, sólo tenían que ser pacientes y aunque la paciencia jamás había sido una virtud propia de él, por Peter podía hacer y deshacer cualquier cosa.

—Tony, todo está listo—Michelle entró a su oficina.

La chica había sufrido mucho luego de la muerte de Peter, luego de un par de días se había enterado de que Peter le había dejado una misión que la chica jamás le había querido decir.

—¿Segura? —ella rodó los ojos.

—¿Con quién crees que hablas? Obvio que estoy segura.

Asintió.

Al principio había sido molesto que ella trabajara con él porque le recordaba a Peter, pero luego se habían adaptado bien y ella junto con Bruce le habían ayudado en sus recaídas.

—Cuida ese tono porque no quiero verme en la obligación de correrte —Michelle sólo volvió a rodar los ojos —. ¿May y Ben ya llegaron?

Michelle relajó su gesto.

May y Ben habían estado en contacto con él aún después de la muerte de Peter.

—Si, están en la primera fila frente al escenario.

No contestó y se encaminó junto con Michelle hacia el escenario. La inauguración de la fundación iba a ser ese día, en ese momento. Los nervios lo estaban consumiendo.

—Bueno —hizo una pausa, no solía hablar mucho sobre sus sentimientos —. Gracias, Michelle, sin ti no habría conseguido llegar hasta acá y quiero agradecerte por estar conmigo aún cuando era como mierda con todos.

—De nada, Tony. Te aprecio y lo sabes, Peter habría querido que esto fuera así y esto es por él, recuérdalo siempre —Michelle se volvió a poner inexpresiva—. Ni una palabra.

Levantó las manos ante la advertencia.

Era el momento salir al escenario.

—Bien, a por ello —suspiró antes de salir.