Capitulo 3 - Voluntario -

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Disclaimer: ojalá fueran míos todos ellos, pero lamentablemente en la realidad ellos no existen y mi mente no fue tan imaginativa como para crearlos, por lo que yo solo los utilizo jujuju.

Hola a todos mis queridos lectores, quiero pedir disculpas por el enorme retraso que ha sufrido la historia, pero hay cosas en mi vida que tienen prioridad, mi familia y mis estudios (estoy en mi ultimo año de universidad), así que he estado pendiente de la salud de mi abuela y la u, espero su paciencia ya que esto tiene para rato por lo que las actualizaciones serán así de distantes, pero espero que no tanto.

También destacando que se me ocurrió la genial idea de publicar la otra historia que rondaba por mi mente (insertar facepalm).

Bueno no los distraigo más jajaj así que comiencen con la lectura.

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Fuertes sonidos me sacaron de mi sueño reparador, sentía mis ojos pesados y no tenía la suficiente fuerza para abrirlos, pero el ruido no cesaba. Como pude pinché y pellizqué con mis dedos a mi acompañante para que haga algo respecto al ruido, pero no recibí respuesta alguna por su parte, parecía que estaba inconsciente.

-Hangung-jun!! – un grito hizo pedazos mi ilusión de volver a dormir – Hangung-jun necesitamos hablar con usted!!

¿No se supone que hay una regla que prohíbe los ruidos fuertes y los gritos?

Aunque montaran todo un escándalo afuera Lan Zhang no saldría, habíamos estado ocupados en nuestras cosas por días, apenas y dormíamos lo suficiente para descansar un poco nuestros cuerpos y reposar la comida que nos traían en algunos horarios.

Pero ahora Lan Zhang había entrado profundamente en el mundo de los sueños, así que por más que insistieran no se levantaría en un buen rato.

Con todo el esfuerzo del mundo me separe del cálido e íntimo abrazo en el que estábamos envueltos y me levante, si nadie salía iban a querer entrar y no quería que vieran el cuerpo desnudo de mi esposo.

Tome una bata blanca que estaba en el suelo cerca de donde dormíamos nosotros y me la puse, no me preocupe si me cubría por completo, solo quería que se callaran y para hacerlo no quería gritar, porque ya lo había hecho demasiado durante estos días.

Mi caminar fue lento debido a que mi cuerpo aún estaba dolorido, especialmente la zona inferior.

Cuando llegué hasta la puerta de entrada la abrí bruscamente, habían hecho que me levante de la comodidad de donde estaba, por lo que no demostraría ni pisca de buen humor o quizás me burlaría de ellos durante un rato.

-¿Qué es lo quieren a estas horas del día? – pregunte sin ninguna cordialidad y decoro, considerando que pareciera ser pasado el mediodía.

Ninguno de los dos discípulos presentes me respondió, me miraban fijamente y la única reacción era el cambio de color en sus caras que de un color blanco paso a ser un rojo furioso.

-¿Y bien? ¿es que nadie me piensa contestar acaso? – les cuestione levantando una de mis cejas y dejando caer una mano en mi cintura y con la otra me sujete en la puerta.

Debía parecer un modelo ante sus ojos, que me viera Lan Zhang me mataría por andarme exhibiendo.

Sus miradas estaban pegadas en mí y al parecer aun no eran capaces de hablar.

-Cof cof les recuerdo que, si el mayor Lan Wanji estuviera aquí, ustedes ya estarían arrancando – hablé y les hice un gesto con mi mano como restándole importancia.

Sueño de una EpifaníaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora