54- SIN SABER POR QUÉ

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Un ataque de pánico y a la vez de culpa invadió completamente mi cuerpo. La había cagado, pero bien. Pero a ver,¿ENRIQUE NO ES GAY? Sus dudas me habían fastidiado, y bastante. Me froté varias veces la boca en señal de asco. Aquello había sido en contra de mi voluntad.

-¿Qué hacéis aquí? -José me miró furioso, su cara lo decía todo.

-Hemos venido a comer, Valen -respondió Ana por él. Joder, ¿no había más bares en Madrid? Tenían que haber venido precisamente a este. Que mala suerte,joder.

-¿Quien es este? -preguntó José enfurecido.

-Es Enrique, un amigo -contesté algo cortada.

-Pues más vale que te vayas si no quieres que te parta la cara -se dirigió José a Enrique y salió de allí inmediatamente.

-José, no es lo que parece -dije intentando que me escuchara.

-Lo he visto todo, Valentina.

-¿Por qué has besado a ese tío? -me preguntó Ana.

-Ha sido él os lo juro -se miraron ellos dos, cosa que no entendí en ese momento.

-Pues ya puedes ir contándonoslo -se sentaron los dos en la mesa donde hace dos minutos estaba con Enrique.

-Ante todo, Enrique es gay, que lo sepáis -me miraron confundidos, cosa normal.

-Venga ya.. -soltó Ana.

-Si os estabais besando, por dios -dijo mi cuñado cabreado.

-Pero terminad de escucharme al menos, ¿no?

-Continúa.

-Bien. Enrique era mi mejor amigo en Sevilla, tanto mío como de Andrea, y su novio, bueno, su ex también. Éramos íntimos. Enrique iba a la universidad conmigo, pero la dejó cuando no aprobó el Mir. Entonces, se vino a Madrid a trabajar y me lo encontré antes en el hospital. Quedamos en que íbamos a venir a comer ahora con tu hermana también , pero al final no ha venido. Estuvimos hablando antes sobre los "amores" y me dijo que estaba echo un lío y que necesitaba que le hiciese un favor. Yo le dije que sí, pero no tenía ni idea de que me iba a besar. Si lo hubiese sabido jamás habría aceptado, os lo juro. No me pude apartar después, porque como habéis visto estaba atrapada entre él y la pared.

-Pues vaya.. -dijo Ana.

-¿Me creéis?

-Valen, de este chico me hablaste un día, ¿me equivoco? -preguntó Ana.

-No lo recuerdo, pero creo que sí -mi memoria de pez no me abandonaba jamás.

-Entonces yo sí te creo -bien, un peso menos de encima.

-Yo no pienso que se te pasara por la cabeza engañar a mi hermana, para que mentirte, pero me ha cabreado verte besándote con el tío ese.

-Yo no quería, José. Yo estoy enamorada de tu hermana, y creo que ya lo sabes de sobra -esa era la pura verdad.

-Yo también te creo -no hay cosa que me alegrara más que oír eso salir de sus labios.

-Menos mal.. -resoplé.

-Pero tienes que contárselo a mi hermana -mierda.

-No me jodas..

-Yo creo que sí será lo mejor, Valen -intervino mi amiga.

-O si no lo haré yo, pero ella merece saberlo.

-¿POR QUÉ? ¿QUÉ QUIERES QUE ME DEJE? -elevé la voz y nos miraron varias personas situadas en las mesas de alrededor.

ALMAS GEMELASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora