Beni Unutma

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Capitulo: 4 Beni Unutma

Madara:

Se dice que el tiempo todo lo cura... También que el tiempo es el mejor amigo... Que la vida siempre da revanchas... Que nadie muere de amor... Que un clavo saca a otro. ¿Cuantas cosas se dicen del amor?, la verdad es que nadie sabe, ¿qué es realmente el amor? ¿Qué es estar enamorado? y es cuando piensas que nada podrá con ese sentimiento llamado amor que sientes. Todos hablan de algo bello, eterno, perpetuo. La verdad es que el amor es algo efímero, casi irreal, no es como en los cuentos de hada, el amor se desvanece como la memoria con el paso del tiempo, como el sol cada atardecer.

La realidad es tan diferente a las bellas historias que te cuentan, a esas hermosas películas de romance, donde siempre triunfa el amor, donde todos son felices para siempre. La verdad es que el tiempo, es un lienzo donde se escribes la historia de tu vida, con errores y mentiras, con aciertos y desilusiones , donde tu memoria plasma cada experiencia vivida, las heridas es la pluma con la que escribes, y tu corazón la tinta que brota de la sangre que emana de las heridas, no eres más que la historia de un corazón que vive por el recuerdo de un amor, el que se olvidó que existías. ¿Cómo la soledad se vuelve tu mejor amiga? recuerdos se introducen en tu memoria dejando huellas de fuego, las que quedan tatuadas en tu alma.

Cuando el dolor se introduce hasta lo más recóndito de tu ser. Instalándose para siempre en tu vida. La verdad es que no se aprende a olvidar, solo se aprende a vivir con ello, en tu espalda yacen las huellas de tu pasado, el que cargas como pesadas cadenas las que mantienen tu vida atada a alguien que ya no está y no estar más. A todo lo que alguna vez fue y ya no volverá, donde tus miedos no te dejan avanzar y te hundes en el pantano de tu soledad.

Los días pasan con lentitud, son tortuosos, he ingratos, la soledad buena compañera, para corazones rotos, desgastados, sin ilusión. Se habla de ella como una amante celosa, que atrapa y ciega a todo aquel que se refugia en su compañía. ¿El amante de la soledad? ¿Eso soy ahora? ¿Acaso ella es? mi amiga, compañera, amante, guardiana de mis miedos, patrona de mi destino. Es todo un desafía poder sobrevivir a su compañía, sin volverse parte de ella, sin perderse en el dolor, en el rencor, buscando una venganza que solo traerá desolación y muerte a tu alma. Así me siento hoy por tu culpa Izuna, me arrojaste en sus brazos y nunca volviste por mí, te olvidaste de todo, te olvidaste de mí, de lo que fuimos, de lo que éramos y hubiésemos podido ser, solo soy el recuerdo, no existo sin ti, sin tu amor, sin tus caricias, sin tu mirar, sin tu misericordia, solo soy e tropiezo en tu pasado, lo que dejaste abandonado en el costado de tu vida, el equipaje que jamás recogerás, la carta que nunca leerás, todo lo que desechas lo que tratas de olvidar, siempre me pregunto ¿me recordaras? ¿Aún piensas en mí? ¿Alguna vez me habrás amado?, son tantas las preguntas que aún me atormentan.

La amigable voz de Yahiko me saca de esta melancolía en la que me sumerjo, cada vez que te recuerdo. A pesar de llevar un año sin ti, no quiero y no puedo olvidarte, tu recuerdo me hace más fuerte. Mi miedo más grande es de que todo haya sido una mentira, es imposible saberlo no estoy dentro de tus pensamientos, y tampoco de tu gélido corazón, después de tu traición todo se desmorono no había una salida para mí, hasta que lo encontré quizás es el un pago por todo lo que la vida me arrebato.

- Yahiko: - Madi, ya deja eso y ven aquí. – A lo que asiento con la cabeza, levantando mi pesado cuerpo del viejo sofá. —

- Madara: - ¿Qué pasa Yahiko? Solo estoy pensando, nada más. - Mi voz suena apacible, como si no estuviera en el lugar. —

- Yahiko: -- Tenemos trabajo, hay un comprador para el cargamento, te necesito aquí. – siento como tus manos rodean mi cuello mientras besas mi mejilla. —

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