capitulo 5.-

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Capitulo: 5

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Capitulo: 5

Me remuevo con pesadez en la cama, el cuerpo me duele horrores, siento como si me hubieran golpeado dos sumos gigantes, asoman los primeros rayos de sol por la coladeras de agujeros que se encuentran en las paredes, se nota es una casa de madera vieja, las ventanas están tapiadas, un fuerte olor a humedad lo inunda todo, recorro con la mirada cada centímetro de este asqueroso lugar. Una luz tenue con la cual apenas puede visualizar las cosas a mi alrededor, no reconozco, ni logro distinguir donde estamos, no me puedo mover, mis manos y pies estas sujetos con cuerdas. Trato de forzar los amarres con bruscos movimientos, pero solo consigo un dolor quemante, por la fricción de las sogas, es imposible soltarme con cada forcejeo me quema las muñecas y tobillos.

Intento comprender ¿qué carajo paso después de la explosión?, ¿necesito saber cómo llegamos a este lugar?, siento que la maldita cabeza me va a explotar, por más que me esfuerzo lo último que recuerdo es la explosión y como nos lanzó lejos a Yahiko y a mí. Pero que coños ¿dónde están?, ¿Qué paso con ellos? ¿Dónde está Yahiko?, ¿Y Naruto?, grite con todas mis fuerzas, una inmensa angustia comenzó a crecer dentro de mí ¿No tenía idea de donde estaban mis compañeros? Muchas imágenes como fotogramas que se proyectaban sin coherencia alguna. Cierro con fuerza los ojos, necesito concentrarme y poder recordar cómo llegamos aquí y encontrar la manera de salir de este lugar.

La puerta se abre lentamente, entre las penumbras se puede vislumbrar la figura de un sujeto alto y fornido, no lo niego sentí un miedo horrible al verme inutilizado y a su merced. Ahí está parado frente a mí, ni siquiera le conozco. El misterioso sujeto encendió la luz de la habitación, al fin puedo ver el rostro de mi anfitrión, su apariencia es realmente aterradora, su rostro sufre de alguna especie de malformación genética. Te acercas hasta donde me encuentro recostado. Lleva una de sus manos hasta mi cabello, sacando el flequillo del rostro, dejando este al descubierto. Los malditos nervios me carcomen por dentro, es la misma sensación que solía sentir cada vez que llegaba la noche y esperaba lleno de ansias estar con Izuna. Una extraña mescla entre miedo y adrenalina se mesclaban ocasionando una sobre excitación, que todo lo consumía. Esta vez no era diferente la sensación de poder morir, la incertidumbre, ¿Qué pasar? Hace crecer en mí la adrenalina que es ocasionada por este miedo de ser la presa, provocan una sobre excitación. Un sudor frio se desliza por mi frente, los latidos del corazón se elevan hasta querer salirse por el pecho, un nerviosismo sube desde la planta de mis pies hasta la punta de mi cabeza, es como si ciento de hormigas corrieran por mis venas. Me quedo a la espera de lo que harás, te colocas en cuclillas quedando frente a mí, centrando tu profunda y desconcertada mirada, en mis ojos los que te observan llenos de preguntas. Tu apariencia me causa repugnancia, no te puedo definir como un hombre a los que estoy acostumbrado a ver, es más me recuerdas al cuento de la bella y la bestia, en este caso yo soy la bella y tú la bestia, en vez de león eres como un enorme pez fuera del agua. Una sonrisa de superioridad aflora en mis labios ante tu asqueroso rostro que solo refleja desconcierto al notar mi superioridad.

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