CAPITULO 3

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Lali

Llevaba más de cuarenta y cinco minutos esperando que el Doctor Juan Pedro Lanzani apareciera por la puerta de su despacho, su secretaria me había advertido que estaba reunido y que eso le conllevaría mucho tiempo también tenía el gran problema de que el Doctor no atendía sin cita previa, sonriéndole y casi suplicándole le pedí que me dejara pasar que era alguien cercana a él y era importante lo que le quería decir.

Con un largo suspiro me dejó pasar pidiéndome antes con las mejillas sonrojadas un autógrafo, con algo de nerviosismo le firmé el papel que me entregaba. Nunca me acostumbraría a esto de tener fama.

Tras despedirme de ella me señaló el despacho al que tenía que ir y con paso lento fui hacia allí. Me senté en unos de los sillones que había en la habitación con los vellos de punta y ansiando pero a la vez temiendo nuestro encuentro, nunca creí realmente que este día llegaría incluso llegué a pensar que él era producto de mi imaginación pero nunca pude olvidar la única cara que lograba recordar tras aquel fatídico accidente de coche. Mientras esperaba saqué mi book de dibujos prácticamente la mayoría de ellos era él, parecía una loca pero quien entrara a mi lugar de trabajo gran parte de mis dibujos eran los mismos y esperaba que tras este encuentro el me aclarara el porqué es quien es.

Escuché sus pasos incluso antes de que abriera la puerta, mi corazón se estaba montando una fiesta yendo a mil por hora y sin poder detenerlo una sonrisa surcó mi rostro. Su rostro sorprendido fue lo primero que me mostró y mi corazón dio un vuelco. Era increíblemente guapo y ardiente, sus facciones varoniles impactarían a cualquier mujer en sano juicio haciéndolas delirar a su paso.

Con voz algo temblorosa hablé;

-Hola Peter Lanzani soy Lali Esposito pero eso ya lo sabes, ¿no? -le solté

El dio un paso atrás como si le diera dado una bofetada, parecía que había visto un fantasma. Mi sonrisa se esfumó de inmediato.

-Deberías irte estoy ocupado. -fue lo único que dijo

-Tengo que hablar contigo de algo urge....-me cortó

-Te hablo enserio, fuera de aquí estoy ocupado.

Su actitud me cabreó, toda la felicidad que me había entrado cuando lo vi entrar se estaba yendo por lo gilipollas que resultó ser.

-Mira pedazo de idiota, solo quiero hablar contigo no es para que seas asi de estúpido, ¿sabes? -le solté

Se sentó frente  a su escritorio y me miró

-Déjame que me aclare, principalmente no se quien cojones eres, segundo eres artista en tu exposición se te ocurre la gran idea de pintar mi rostro y eres tu la que viene exigiéndome. El que debería estar de ese modo soy yo, acosadora.

Fruncí el ceño no pudiéndome creer como me había llamado.

-Si hablamos te diría el porque de todo eso

-No me importa lo que me tengas que decir solo te pido que no vendas o hagas nada raro con el cuadro de mi cara, te denunciaría pero me das pena.

-Seras gilipollas

Escuché su risa mientras ami me hervía la sangre.

-Vendré todos los días si es necesario hasta que te dignes a hablar conmigo sobre este tema.

-Espera sentada, soy un hombre ocupado y nunca tengo tiempo.

Cogí mi bolso y me dirigí a la puerta, abriéndola me giré a mirarlo, aún seguía en el mismo sitio y cabreada me acerqué y le tiré al pecho mi libreta de dibujo.

-Eras alguien importante para mí y pienso averiguarlo cueste lo que cueste.

Salí sintiendo que estaba por entrar a desierto lleno de minas, un paso en falso y esto se iría a la mierda.

No conocía a Peter Lanzani más que su rostro pero eso estaba apunto de cambiar porque al fin lo había encontrado y esta vez no lo dejaría ir.



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⏰ Última actualización: Apr 06, 2020 ⏰

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