Capítulo 7: El Contrato Maestro-Esclavo

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-"Pequeña niña, ¿fuiste tú quien liberó a este Mayor?"-  Las cejas del hombre se levantaron mientras sus labios se curvaron en una sonrisa

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-"Pequeña niña, ¿fuiste tú quien liberó a este Mayor?"- Las cejas del hombre se levantaron mientras sus labios se curvaron en una sonrisa.

-"Ya que ayudaste a este Mayor a recuperar su libertad, este Mayor no te matara. Eres libre de irte."

Con un movimiento de su mano, una corriente de viento fue liberada de las mangas del hombre. En un segundo su expresión había cambiado cuando su cuerpo liberó una fuerte y opresiva aura.

-"¿Quién? ¿¡Quien contrató a este Mayor!? Y por si fuera poco, es esa clase de contrato maestro-esclavos... ¿¡Quien hizo esto!?"

En un contrato maestro-esclavo, durante toda su vida, el contratado no sería capaz de ir contra del contratista. De lo contrario, el contratado entraría en el infierno sin poder reencarnar durante toda la eternidad. Sus oscuros y dominantes ojos se estrecharon lentamente cuando su mirada cayó en Mu RuYue. La furia resplandeció en sus ojos, antes de decir:

-"¿¡Donde contrataste a este Mayor!?- No, con tus habilidades no posees lo que se necesita para contratarme. ¿Podría ser que...?"

Su mirada cambió al Libro de Alquimia que descansaba tranquilamente en la mano de Mu RuYue. Él rechinó sus dientes, porque ese artículo no solo lo había sellado durante tantos años, sino que también había ayudado a esa chica a cerrar con éxito un contrato contra su voluntad.

-"Finalmente he ganado la libertad, pero ¡ha sido destruida por ese despreciable libro!"

Una vez que recuperara sus poderes, lo primero que haría sería destruir ese estúpido libro.

-"¿Quién eres tú?"- Mu RuYue, con una fría mirada, observó con emoción al guapo y dominante hombre frente a ella.

Desde ese repentino incidente, ella había llegado a dos conclusiones.

Primero, su encarnación debía tener algo que ver con el Libro de Alquimia. Segundo, el Libro de Alquimia se originó en el Continente Dios Marcial. Era desconocido cuando apareció en Hua Xia. 'Sin importar qué, ya que estoy aquí, debería solo adaptarme a la situación. ¡Lo más importante ahora es aumentar mis poderes! La forma de vida en este gran continente es igual que en Hua Xia, donde los expertos son respetados. Solo puedo continuar con vida si me hago más fuerte. Mientras viva, ya encontraré una manera para regresar a Hua Xia.'

El rostro del hombre se oscureció, como lo haría alguien que piensa haber escapado de una prisión, sólo para encontrarse en otra.

-"Yan Jin, ese es el nombre de este Mayor. Diez mil años atrás, donde sea que mi nombre fuera mencionado, incontables reyes temblaban de miedo. Pero fue una pena que este Mayor cayera en la trampa de un humano, siendo sellado dentro de ese libro. Ya que el sello duró diez mil años, sólo unas cuantas personas aún recordarán el nombre de este Mayor."

-"¿Quién te selló"- Mu RuYue preguntó con una calma y atenta mirada.

-"¿Cómo podría saberlo este Mayor? ¡Si supiera que bastardo hizo esto, este Mayor haría que se lamentara de haber nacido!"- Yan Jin rechinó sus dientes con odio.

-"Es desafortunado que durante ese tiempo mi poder se redujo a la mitad e incluso mi cuerpo es inestable. De otra forma, incluso con la ayuda del Libro de Alquimia, sería imposible para ti el sellar en un contrato a este Mayor."

Sabiendo que había caído en las demoníacas garras de la raza humana otra vez, la expresión de Yan Jin era extremadamente aterradora.

-"De cualquier forma, no planeo retenerte. Si quiere irse, por supuesto, eres libre de hacerlo"

Mu RuYue se levantó de la cama y preparó una taza de té sin ni siquiera darle otro vistazo al hombre. La mirada de Yan Jin estaba fija en la señorita, con un brillo insondable en sus profundos ojos. Él caminó hacia Mu RuYue y se sentó frente a ella. Levantando la esquina de sus labios, él dijo:

-"Este Mayor no planea irse aún."

Su actual fuerza era demasiado inestable y solo podía recuperarse más rápido estando con la jovencita. Así que Yan Jin, quien estaba ansiando recuperar sus poderes lo más rápido posible, decidió quedarse. Una vez que sus poderes estuvieran recuperados en su totalidad, el contrato maestro-esclavo no podría restringirlo por más tiempo.

-"Si quieres quedarte, debes seguir dos de mis reglas."

Mu RuYue probó un poco del té con elegancia. Con un ligero movimiento de sus cejas, ella continuó:

-"Primero, no me interesa tu anterior identidad, porque en mi territorio, no tienes permitido mostrar tu arrogancia. Segundo, mis palabras deben seguirse incondicionalmente. Si no puedes hacer eso, puedes irte. No planeo mantener personas que se rehúsan a cumplir mis órdenes sólo para apuñalarme en la espalda durante una batalla."



Nota:

Esa es la imagen que apareció en mi mente al leer la descripción de Yan Jin.

Hechicera entre alquimistas: La Esposa del Rey Fantasma IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora