Capitulo 2

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El sonido de la puerta lo obligó a abrir los ojos con mucha pesadez. Estiró su brazo para sentir a su acompañante pero solo sintió el espacio vacío de la cama.

—¡Voy! —gritó cuando volvieron a tocar.

Se levantó rápidamente y se colocó los boxers que estaban en medio de la habitación, se apresuró a abrir creyendo que era Ginny la que tocaba con tanta desesperación, pero cuál fue su sorpresa al abrir la puerta.

—¿Hermione? — preguntó dejando ver decepción en su rostro.

La muchacha asomó su cabeza al interior de la habitación sorprendida ante la reacción de su amigo.

—Tenemos que estar en una hora en el aeropuerto.

Harry pareció no entender lo que su amiga acababa de decir, parpadeo muchas veces intento enfocarse en la realidad, ¿Lo había soñado? No, era imposible, el espacio aún tenía el aroma de la pelirroja y la sensación de sus caricias recorría toda su piel.

—Por piedad Potter, vístete— la voz del novio de su amiga lo distrajo de sus pensamientos.

—¿Estás bien? —preguntó Hermione

—¿No vieron salir a una chica pelirroja de está habitación?

Hermione y Draco se miraron extrañados.

—¿Tan mal estuviste que huyó de ti para evitar que lo repitieran? —se burló el hombre rubio recibiendo un codazo de su novia.

—Tengo que ir a buscarla—dijo el moreno corriendo al interior de su habitación.

—¡Harry, no! ¡Tenemos que irnos! —Le gritó su amiga—el taxi no tarda en llegar.

Al parecer, Harry no la escuchó, estaba decidido a salir en busca de la mujer que lo había hecho pasar una noche increíble.

Hermione comenzó a desesperarse y corrió a sacar la ropa del closet de su amigo.

—Tranquila, Hermione—le pidió Draco—si quiere perder el vuelo, allá él, que busque a la pelirroja y que vuelva cuando le dé la gana a Londres.

—No me importaría si mañana no tuviéramos la junta con los clientes...

—Ustedes pueden firmar sin problema—intervino Harry

—Tenemos que firmar los tres—aclaró Hermione

Harry la miró por unos segundos pero después volvió a arreglarse.

—Hermione tiene razón, Potter—le insistió Draco—así que mueve tu trasero.

Draco y Harry eran compañeros de la universidad, si bien no eran amigos eran compañeros con la misma visión empresarial, así que eso fue la clave a la hora de formar su empresa inmobiliaria que ahora estaba en crecimiento. Hermione era amiga del segundo desde niños y sin duda la persona más inteligente que él conociera, por lo que no dudó en hacerla socia desde un principio. Los tres hacían un buen equipo, los contactos de Harry, la persuasión de Draco y la inteligencia de Hermione los había ayudado a llegar lejos.

Así que por más que Harry quería quedarse no pudo contra las amenazas de sus compañeros de viaje.

—¿Al menos podemos pasar por el bar? —preguntó el moreno una vez en el taxi después de contarles la historia a grandes rasgos.

El taxi tomó la calle donde estaba el bar, sin embargo éste se encontraba cerrado lo que causo una decepción para Harry y un motivo de burla por parte de Draco.

Harry se sentía decepcionado ¿Por qué se había ido así? Ni siquiera sabía su apellido para buscarla, pero al menos sabía dónde trabajaba y el día menos pensado podría ir a visitarla. Pues ella no era una conquista de noche, Ginny era la mujer que había robado su alma y a la única que podría entregarle su corazón.

Después del amanecerWhere stories live. Discover now