La fuga

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Benicio: vamos Nico, cambia la cara, todo se va a solucionar

Nico: si, lo sé, lo que me preocupa ahora es Cielo, no se porqué tarda tanto, ya debería haber vuelto (suspira) voy por ella

Benicio: no es buena idea, el tipo te la tiene jurada

Nico: no me importa, se que ese tipo es capaz de hacer cualquier cosa, hasta de lastimarla, asi que no pienso quedarme con los brazos cruzados

Benicio: (suspira) esta bien, te acompaño...

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En la mansión...

Ana: (entrando al despacho de Carlos) acabo de confirmar que estas completamente loco

Carlos: no me vengas con sermones ahora

Ana: cuando entonces? te estas equivocando Carlos, no podes encerrar a tu hija

Carlos: puedo y ya lo hice

Ana: no puedo creer en lo que te estas convirtiendo hermano (niega) estas haciendo infeliz a tu hija por no poder dejar de lado tus prejuicios

Carlos: te voy a pedir que no te metas en mis asuntos, yo no voy a permitir que Ángeles se arruine la vida por una calentura

Ana: vos se la estas arruinando, no te das cuenta? acaso no vez lo feliz que es con ese chico? como él la cuida? Mirame! (hace que la mire a los ojos) acaso ver todo lo que pasó con el prometido que vos le impusiste, lo infeliz que era y lo mal que la trataba, no te sirvió de nada?

Carlos: lo de Juan Cruz fue una equivocación

Ana: y te seguis equivocando, alejándola de un hombre que realmente la ama, la cuida y la hace feliz, vos como su padre, deberías alentarla y no encerrarla o casi matarla, es una locura lo que haces

Carlos: Ana...

En ese momento, entra Nico de golpe y bastante alterado..

Nico: (se safa de un oficial y entra) donde esta Ángeles? (lo agarra del saco) que le hiciste? (enojado)

Carlos: que haces (lo empuja y se lo saca de encima) sos un animal (agitado)

Nico: decime que le hiciste, porque te juro que te mato, no me importa que seas su padre

Carlos: no tenes agallas para hacerlo, sos un pobre diablo

Nico: lo que pienses de mi me tiene sin cuidado, pero lo que no voy a permitir es que la lastimes

Carlos: sos un ridículo, yo jamás lastimaria a mi hija

Nico: a no? hoy casi la quemás viva, casi matas a tu hija

Carlos: (lo agarra del cuello a Nico) más te vale que cuides lo que decis

Ana: Carlos!

Nico: (se suelta y se agarra el cuello tosiendo) no te tengo miedo (lo mira a los ojos)

Carlos: deberías, vos no sos nadie, en cualquier momento te puedo hacer desaparecer y ni mi hija te extrañaría

Nico: quiero ver que lo intentes otra vez, ya lo hiciste hoy y no te funcionó muy bien

Carlos: estas seguro? (se rie) tengo a mi hija conmigo y vos estas en la ruina

Nico: eso es lo que vos crees, como se nota que no conoces a tu propia hija, ella cuando menos lo esperes se va a escapar bajo tus narices, yo la voy a estar esperando y te aseguro que nos fugamos y en la vida la volves a ver

Casi Ángeles - PrófugosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora