Una simple apuesta (aparentemente)

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—Saben, creo que el cap es virgen... —murmuró Tony conversacionalmente.

Estaba sentado en un sofá de la sala de estar, sosteniendo un vaso con soda, dio un trago imaginando que era whisky mientras esperaba una respuesta.

—... ¿Por qué supones que nos interesaría saber eso? —preguntó Bruce frunciendo el ceño.

—En serio, dime como rayos logras pensar en estos temas —dijo Clint.

—Por favor, estoy seguro que no soy el único que se ha preguntado eso —bebió de su vaso, para después hacer una mueca, extrañaba el licor.

—No creo que el Capitán sea virgen, piénsenlo fue el tema candente en los cuarenta, tuvo que haber alguien —comentó Bruce dándose por vencido e involucrándose en el tema.

—Cierto, Coulson me conto, que al principio Rogers se la pasaba rodeado de bailarinas, me parece imposible que no tenga experiencia —Clint contribuyó.

—Tienen razón... solo se ve tan... ya saben, tenso todo el tiempo —murmuró Tony tomando una bolsa con moritas de la mesita de centro —. Como si tuviera algo atorado dentro del trasero, no de una buena manera.

Bruce pareció ahogarse, Clint rio.

—Si estas tan preocupado, quizás deberías ayudarlo.

Tony le lanzó una mirada a Clint. —No tiene tanta suerte.

—No podría —dijo Bruce antes de beber de su té helado.

—¿Perdón? —colocó una mano sobre su pecho —. Soy perfectamente capaz de ayudarlo.

—Vamos Tony, sabes que no, eso no es lo tuyo —contestó Bruce.

—¿Lo mío?

—Lo tuyo son mujeres hermosas y muy femeninas —dijo Clint.

—Ha —masculló mirándolos a ambos —. Podría, si quisiera, haría que en el rostro de Steve apareciera la más grande sonrisa de satisfacción del mundo.

—Claro —comentó Clint bebiendo de su soda.

—Quedaría tan bien follado que me rogaria por más.

Bruce se puso rojo. —Tony —dijo con desaprobación.

—Sería más como un gemido, alargando las vocales en realidad.

Clint sonrió divertido depositando la lata sobre la mesa e inclinándose hacia Tony.

—A que no puedes meterte en los pantalones del cap en una semana —retó.

—Apuesta, ¿Legolas?

—Ustedes no, oh no, no quiero ser parte de esto —dijo Bruce poniéndose de pie.

—Ah, temes perder Brucie.

—No, simplemente creo que esto es algo estúpido.

Tony se cruzó de brazos recostándose en el respaldo.

—Apuesta Bruce, tu elegirás los premios.

Bruce también se cruzó de brazos, miro a ambos con una calculadora mirada antes de suspirar.

—Bien, pero mi apuesta será algo diferente, tu no podrás saberla, solo Clint —señaló al susodicho —. Y tu no podrás decirle nada a Tony.

—Divertido —sonrió Clint frotando sus manos.

—Si puedo meterme en los pantalones de Rogers en una semana, ustedes dos se vestirán de mujer para bailar ymca, habrá video, y proclamaran a los cuatro vientos que Tony Stark es el hombre más irresistible sobre la faz de la tierra.

Clint bufó. —Inmaduro, es el castigo más tonto que he escuchado.

Tony abrió la boca ofendido.

—No puedes cambiarlo —dijo Bruce señalándolo.

—Si no puedes meterte en los pantalones del Cap, me darás... — Clint pareció meditarlo, al final sonrió travieso —. Una armadura.

Tony lo pensó, sabía que ganaría así que ni siquiera se preocupó. —Bien.

—Y... —continuo el arquero —. El Ferrari negro.

—Bien, no te hagas ilusiones no obtendrás nada —desvió la mirada a Bruce arqueando sus cejas.

—Pepper...

—Si aun estuviera con ella no estaría haciendo algo como esto, Bruce —declaró Tony poniendo los ojos en blanco —. Eso termino hace meses.

Bruce asintió y sonrió, se acercó a Clint inclinándose para susurrar algo en su oído, Tony frunció el ceño intentando captar algo, pero no lo consiguió, después de varios segundos Clint soltó una enorme carcajada.

—Dios, Bruce, ¿cómo rayos no pensé en eso? —preguntó, mientras Bruce volvía a sentarse en el sofá.

—¿Qué? —quisó saber.

Clint y Bruce lo miraron con una sonrisa que lo puso repentinamente nervioso.

—No puedes saberlo —le recordó Bruce —. Ahora, si yo gano, tu no utilizarás la armadura o entrarás al taller durante un mes, a menos que surja una emergencia.

—¿Y qué ganas tu con eso? —masculló.

—Molestarte —respondió desviando la mirada y ajustándose los lentes —. ¿Aceptas?

Clint rio desde su lugar.

Tony frunció el ceño, pero al final sonrió, sea lo que sea que le hubiera dicho Bruce a Clint no sucedería, Tony ganaría esto.

—Acepto.

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Hola linduras!!!

Otra historia, y las demas bien gracias, jajaja lo siento esto lo subi a un grupo de facebook para desestresarme y bueno, varias linduras stoners sugirieron que lo subiera a wattpad, asi que aqui esta, es un intento de comedia, pero siempre complico todo. 

Lo termine super wow, porque fue muy divertido escribirlo.

GRACIAS POR LEER LINDURAS