Mis autodescubrimientos - Siendo Simplemente Yo

Parte 7 - Mi mente me habla

Son la 1:16 am exactamente. Sábado y me encuentro sola en el muelle. Y aunque suene extremadamente dramático y fantasioso, es verdad. Terminamos un evento en la playa, en el cual está un muelle. De fondo tengo música para bailar y las voces de un grupo de adultos jóvenes pasándola bien después de un gran evento. Y como ya mencioné yo me encuentro sentada en el muelle, con lágrimas contenidas en los ojos y siendo arrullada por el mar. Tengo una mezcla de emociones. Siento que voy recibiendo miles de señales que me dicen que no vuelva a la universidad, pues si, deje de ir hace un semestre con la idea de que sería algo temporal; y una parte de mi sabe que no debería hacerlo pero la otra no piensa en lo que quiero, piensa en lo que los demás quieren y creo que eso es lo que más me duele.
Me explicaré un poco mejor con respecto a la última parte, y es que pienso en mis padres y en lo mucho que se esforzaron por que yo pueda tener una educación superior,  pienso en mis hermanos que han logrado cosas muy impresionantes, pienso en mis amigas ya graduadas, pienso en que ya quiero cerrar este episodio de mi vida y seguir adelante aunque no sea lo que más me agrade de la idea.
Como ya mencioné existen señale que aparecen en mi vida y me dicen que no lo haga, mi mente, una de ellas, me muestra lo mucho que deseo alejarme de todo y poder reencontrarme, poder escucharme y aceptar lo que tengo que decir. Lo mucho que deseo de irme lejos y hacer cosas que antes me gustaba hacer y me sentía satisfecha haciéndolo. Situaciones de estrés y como reaccionó ante ellas, como se me complica encontrar las soluciones más fáciles. Y mi mar humor todo el tiempo. Las palabras de algunas personas sobre lo mal que estoy tomando las decisiones, y la preocupación de ellos sobre cómo llegaré a poder con todo, crea una inseguridad enorme en mi ser y un miedo paralizador.

Ya a pasado todo el fin de semana, es lunes y me encuentro a horas de mi primera clase, y tengo ansiedad, no quiero ir, no quiero hacer nada.
Por otro lado existe una voz que me trata de tranquilizar, que me arrastra hasta el presente y me ayuda a respirar y me muestra las imágenes de los rostros de todas esas personas que creen en mi, y me hace sentir el apoyo que sé que recibo de parte de todos ellos, sin embargo también siento que los decepciono.

Una mezcla rara de emociones y solo quiero huir sin regresar.