《2》

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||Leyenda||

Año 1976

London

❝Había una vez, un ángel que provenía de los cielos.
Trajo paz y armonía entre los seres y la naturaleza. Hasta que con el tiempo el ángel se enamoró de aquel ser prohibido, ese demonio.
Los humanos lo consideraban aberrante e hicieron lo posible por separarlos, pero el destino fue más grande y permitió que sucediese un milagro permitiendo que aquel Ángel concibiera un hijo de su amado, convirtiéndolo en su mayor felicidad.

Pero esa felicidad no duró mucho. Al descubrir el nacimiento de aquel inocente ser, el miedo cegado de ignorancia les hizo creer que aquel ser solo provocaría la destrucción de todo aquello que conocían.

Esto provocó que los amantes no tuvieran otra opción más que proteger el bebé a toda costa. Hasta que la tragedia arrasó con la pequeña familia dando fin a la vida de su amado y su hijo. Desencadenando la irá producida por el dolor del Ángel quien en su último intento de salvarlos hablo:

"MATARON A MI AMADO Y SIN SER SUFICIENTE MATARON A UN INOCENTE, A MI HIJO. Y PARA ESA ACCIÓN NO HAY PERDÓN.
NO HABRÁ MISERICORDIA PARA USTEDES EN MI CIELO Y A MENOS QUE ACABEN CON SU CODICIA, LOGRANDO CONVIVIR EN ARMONÍA CON TODO SER Y ANIMAL SOLO LOGRARÁN LA DESTRUCCIÓN DE LO QUE LLAMAN SU TIERRA."

Y con aquellas palabras bañadas en dolor, desapareció, buscando los cuerpos desaparecidos de su familia.

Fin.❞

-¿Fin? ¿Eso es todo mamá? -Un poco triste.

-Si hijo, hasta ahí la historia. Es un poco desafortunado, pero creí que sería bueno leerte esto y saber que no todo tiene un final feliz.

-Pero mamá ¿Y sí en realidad el bebé sobrevivió? -Pronunció pensativo.

-¿Por qué piensas eso?

-Según el punto de vista de los humanos, el ángel desapareció luego de que su amado y su hijo murieron. Pero en ningún momento dice quién, como, o siquiera si el ángel encontró el cuerpo de su familia.-La madre lo miró curiosa.

-Increíble tú manera de analizar hijo, jamás pensé eso jaja. Pero tranquilo, solo es una simple historia.

-Bueno es hora de dormir, buenas noches -Le dio un beso y se marchó.

-Buenas noches... Mamá.- Al ser la puerta cerrada, volvió a hablar. -Listó, ya puedes salir enmascarada. -Logró decir entre risas a la vez que una mujer salió del armario.

-Gracias por cubrirme niño, tal vez te agradezca el favor en el futuro. -Sonrió gentilmente al niño.

-¿Cómo te llamas? -Preguntó curioso.

-¿Eso es importante? Solo sigue durmiendo, me iré.

-¡No! -Tapó su boca al instante.

-Shh, no grites.

-Ups... No era mi intención. Solo quédate un poco más.

-De acuerdo, pero solo un momento niño.

Suspiró. -Dime, dama misteriosa ¿Escuchaste la leyenda que mi mamá contó?

La mujer asintió.

-Mira, esta historia, según mi madre, a pasado a la familia por generaciones. Es un libro muy viejo, pero es un tanto trágica y no tiene continuación.

La dama miró fijamente al niño. -Deberías saber que la curiosidad te podría perjudicar. A veces es mejor mantener la ignorancia niño.

-¿Por qué lo dices? Dime que te parece la historia.

El niño la miró con esos ojos brillantes, suplicando respuesta. -Me da igual. -Comentó con indiferencia teñida en sus palabras, dispuesta a largarse. -Niño, fue un gusto. Me retiró.- Acarició su cabeza.

-Espera ¿Puedo preguntar una cosa más? ¿Por qué no muestras tu ojos?

La dama lo observó pensativa. -Esa curiosidad tuya es preocupante. Es mejor no saber, te asustaría.

-¿Acaso estás ciega? Es eso normal.

Aquella ocurrencia hizo reír a la mujer. -No, ese no el caso, solo es precaución.

-Eso no me dice nada. -se quejó.

-Adiós. Tal vez pronto nos veamos, me puedes ser de utilidad.-Se marchó.

- Luck, ¿Aún no duermes?

-Perdón mamá.
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Narra Kio

Un zumbido aturde mi cabeza y me desmayo.

"Gritos por todas partes, un llanto de una niña a lo lejos, hombres arrodillados frente a un ser divino al que llamaban "Ángel".
Me acercó lentamente hacía el ser divino que me observa.

-¿Quién eres ?

-Soy Kio

El ser divino se levanta y atraviesa su espada en mi pecho.

Todo se vuelve oscuro y aterrador."

-¡Hey, chico! ¡Despierta!

-¿Qué? ¿Quién eres? -Pregunta desorientado.

-Soy Jhon Federick y dime, ¿Cómo te llamas?

-Eso no te importa... Espera, ¿Y los cuerpos de mis padres? - Levantándose en desespero trato de buscarlos a su alrededor.

-Ya no existen.

-¿¡Cómo que ya no existen!?

-No quería que vieras sus cuerpos destrozados.

-¿Q-Qué dices? Ahh -Comienzo a sentir nuevamente aquel sentimiento. -Mi furia, empieza a salir devuelta...

-Cálmate niño no quiero lastimarte.

Me aproximó hacía el y lo miro fijamente a los ojos. -Tú no me obligues a lastimarte. Lanzo un golpe directamente a su cara y él lo esquiva muy fácilmente. -Ahhh maldito viejo. -Aquello provoca que más irá se produzca en mi interior. Lanzo otro golpe y está vez pone su mano para cubrirse.

-Que interesante. La furia te da el poder, eso significa que tienes un poder ilimitado, déjame pensar.

-Arggg te pones a hablar en medio de una pelea, IDIOTA.

El pone su mano en mi frente y todo se vuelve negro.

-Esto no es una pelea. -Suspiró.

~Continuará.~

Academia AlderickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora