Nevermind (Fanfic con Mark Foster)

Capítulo IV

Desperté con toda mi ropa puesta, y sonreí porque sabía que Mark me había traído hasta la cama ya que tenía mucho sueño y estaba muy cansada. Volteé a verlo y ahí estaba, bajo su sábana. Pensé por un momento en despertarlo brincándole en la cama pero luego pensé que podría estar cansado y quizá debería dormir más.

Me senté en la cama y vi la hora: eran las 10am. Tomé el teléfono y pedí el desayuno, y como había microondas en este hotel, le pedí uno a Mark y así lo calentaba cuando despertara. Pedí algo sencillo, dos sándwiches con queso, jamón, alfalfa y salsas. Eran nuestros favoritos, ah y dos jugos naturales. Cuando llegó, me senté en una pequeña mesa que había en la habitación y empecé a comer mientras veía televisión.

Al terminar, me di cuenta que Mark seguía dormido, así que le acomodé la comida en la mesa y fui a darme una ducha.

~

Desperté por el sonido de una puerta cerrándose. Miré a mi lado y Andrea no estaba en su cama, pero al ver por toda la habitación, su ropa sucia estaba en la esquina de la habitación y empezó a sonar la ducha. De alguna manera, me alivié. Y luego me acosté de nuevo y miré hacia el techo… Aunque, si mal no me equivoco, olía a comida la habitación. Cuando volteé la mirada hacia el escritorio, estaba un desayuno puesto en la mesa y al lado de estos restos de otra comida. Ella ya había desayunado.

Me coloqué una camisa y sonriente, fui a comer mi desayuno. Me había alegrado que se preocupara porque comiera, ella solía decir que no podía saltarme el desayuno. Mientras comía veía las noticias por tv. Y al rato, salió ella del baño con el cabello mojado.

— ¡Buenos días, Mark!

—Buenos días, Andrea. –Respondo sonriente

Ella mientras me decía que la disculpara por haberse quedado dormida en el camino y por haberme dejado solo con las maletas, yo solamente podía pensar en su lindo cabello mojado, corto y despeinado. Me encantaba. Respondí bobo a todas estas preguntas, y seguí escuchándola: me preguntaba que tal fueron los de recepción conmigo, si me había cruzado con alguna fan, y que tal las noticias de hoy. Y yo seguía atontado y respondiendo con una gran sonrisa.

— ¿Te traes algo entre manos? –Pregunta curiosa

—Quizá.

— ¡Dime por favor!

—Es un secreto, lo verás al pasar el día. Por cierto, pedí que hoy nos buscaran para dar vueltas por Londres. Hoy el día está dedicado a que paseemos por todo esto.

— ¡Genial! Muchas gracias, Mark!

—Gracias a ti. –Le dije y le pique el ojo y seguí viendo las noticias.

Hablamos por un rato y cuando ella se terminó de arreglar eran ya casi las 11pm. Así que fui a ducharme y a vestirme también.

 Jamás, había tarareado alguna canción mía, pero extrañamente hoy sucedió apenas entré al baño.

<<Oh yeah the devil's on your back, but I know you can shake him off>>.

Esperé paciente a Mark en la entrada del hotel ya que me dijo que esperara abajo, así que eso fue lo que hice. Cuando el taxi llegó, inmediatamente tomé mi teléfono y marqué su número. Pero en cuanto hice esto, lo vi salir por fin.

Tenía una camisa de cuadros manga larga color rojo, unos lentes, jeans negro y unos zapatos de cuero. Y su cabello tenía un poco de queratina pero traía un peinado hermoso. Me quedé impresionada.

(https://www.youtube.com/watch?v=rPQjpBZe_dA )

— ¿Nos vamos?

—uh, sí. –Le digo volviendo a la tierra.

En todo el viaje, estuvimos charlando y de alguna manera noté a Mark más sonriente que nunca. No sabía que llevarme a un sitio lo traería tan animado. Nos bajamos un rato en un café que le gustaba frecuentar cuando estaba acá y compramos para el taxista y para él. Yo preferí un café frío.

—El café mancha los dientes. Cuidado.

Él se ríe un poco y me toma de la nariz.

—Tranquila, me cepillo las tres veces al día.

Subimos y seguimos hasta un restaurant. El taxista se fue, así que supuse que este era nuestro destino.

— ¿es esta la sorpresa?

—Una de ellas. –Responde sonriendo

Cuando entramos, era un lugar donde las chicas iban con vestidos y los chicos bien vestidos. Así que me reí y nos sentamos en una mesa. La gente nos miraba extrañados.

—Pero qué manera tan agradable de llamar la atención. –Le digo riendo

—Lo sé, pero si supieras que me gusta estar así, podrá ser un restaurant “fino”, pero creo que ir con cualquier cosa está bien. No entiendo en cierta parte a los británicos.

Comimos, pasamos un tiempo muy agradable y fuimos a caminar por todas las calles. Al parecer, Mark conocía muy bien estas calles, así que sin más lo seguía a todos lados, sin importarme donde estuviésemos. Estaba con él, no podía pedir más. Mi mayor regalo en la vida.

Fuimos a un lugar donde alquilaban carros a turistas y Mark eligió un descapotable rojo. Le sonreí cuando lo eligió pero al momento que estábamos yendo a pagar le pregunté:

— ¿No es muy caro?

—Tranquila, Andrea. A donde nos dirigiremos luego valdrá totalmente la pena.

Y apenas eran las 4pm.