Capítulo 1

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Capítulo 1 

Nunca he creído en el destino, eso de pensar que nuestra vida ya está escrita, era para mí puras tonterías. Mi idea era que lo que ocurriera en mi vida seria por decisión mía. Sin embargo, no siempre ocurre así, hay cosas que te hacen decir “el destino lo quiso así”

Era un día como otros tantos, rutinario y aburrido. Acababa de terminar mi segunda clase y al fin tendría un tiempo para almorzar. Me dirigí a la cafetería y ahí me tope con Baro, el chico más popular del colegio. El era el chico de los sueños de muchas chicas y la envidia de los chicos, guapo, rico, sensible y muy amable. Yo era una de esas chicas, pero nunca lo admití, al menos nunca públicamente. Él se encontraba en la barra, tome fuerzas y me acerque, tomaron mi orden, nunca noto mi presencia. Una vez con comida en mano me dispuse a marcharme, pero ocurrió algo fatal. Justo en el momento en que ya me iba, Baro golpeo mi brazo con su mano, fue accidental pero vergonzoso, cuando me di cuenta de lo sucedido vi mi ropa y note las señales de lo que había sido una hamburguesa. Voltee a ver a Baro, pensé que con la fama que tenia me ayudaría o al menos me pediría disculpas, tonta de mi. Lo único que hizo fue reírse y llamarme torpe. Todos en la  cafetería reían y yo solo sentía como mi rostro se tornaba rojo. Salí corriendo de ahí, no tenía valor ni de quedarme a la siguiente clase. Tome el primer autobús y me dirigí a mi casa. Estaba tan triste, no sabía que pensar, fui yo la tonta o acaso no quería creer que todo lo  que conocía de Baro era una mentira.

Hundida en mis pensamientos, no note que había pasado la parada donde debía bajar. Cuando me di cuenta, le pedí al conductor que parara, pese a las quejas de los demás pasajeros. Era tanta mi prisa y mi pena que no supe como bajaba los escalones y caí. De no haber sido rescatada por un extraño de seguro que no la habría contado.

Kira: Gracias, señor (alcé la cara y lo primero que vi fueron unos deslumbrantes ojos hiptonizantes)

¿?: ¿Señor? ¿Acaso me veo tan acabado?

Kira: (sus palabras me hicieron reaccionar. En realidad era un chico como de mi edad, alto, bastante bien parecido).

¿?: Dime,¿ puedes caminar?

Kira: si claro – pero era mentira ya que cuando intente sostenerme por mi propio pie, sentí un enorme dolor en el tobillo – Auch- alcance a decir.

¿?: Creo que no puedes, deja te ayudo.

Kira: no es necesario, no quiero causar más molestias.

¿?: ¿Molestias? Para nada -  y sin pedir permiso ni nada, me tomo entre sus brazos y me llevo a una banca que estaba cerca. Mi corazón latía fuerte y sentí como mis mejillas se tornaban a un color rosado

¿?: Tu tobillo no esta tan lastimado, pero no deberías moverlo mucho si no podría empeorar. ¿Tu casa está muy lejos?

Kira: ¿Qué? No, es aquí a dos cuadras, pero ¿Por qué preguntas?

¿?: por que tendré que llevarte, si intentas caminar te lastimaras.

Kira: No es necesario  - estaba nerviosa, ¿Cómo se le ocurría tal cosa? Entonces pensé – Llamare a casa para que alguien venga por mi -  saque mi celular y llame, pero nadie contesto.

¿?: ¿Y bien? ¿Ahora si puede llevarte?

Kira: De acuerdo – no tenía muchas opciones

¿?: Andando pues – parecía muy animado, volvió a tomarme entre sus brazos y camino hacia mi casa, la cual no estaba muy lejos pero a mí ya me parecía haber andado kilómetros.

Kira: será mejor que descanses, se que no estoy gorda pero debo pesar.

¿?: Tienes razón, jajajaja. ¿Dime que te paso? – refiriéndose a mi vestido

Kira: pues yo… tuve un pequeño accidente – al recordar lo sucedido con Baro no pude evitar que una lágrima rodara por mi mejilla

¿?: Oye, oye, no llores, sea lo que te ha pasado seguro tiene solución – no sabía nada de mí y me consolaba como si me conociera de años, además parecía que yo era importante para él, sin quererlo me sentí mejor me daba confianza.

Después de calmarme, seguimos con nuestro camino. Llegamos a mi casa y lo invite a pasar.

Kira muchas gracias. Pero he estado pensando, que has hecho mucho por mí y ni siquiera te he preguntado tu nombre.

¿?: Mi nombre es Jinyoung, y ¿el tuyo?

Kira:Soy Kira,  me alegro que hayas aparecido en el momento justo.

Jinyoung: opino lo mismo

Ya era tarde y tenía que marcharse, además mi madre llegaría pronto del trabajo y no le agradaría saber que estaba sola con un chico. De alguna manera me levante y abrí la puerta.

Kira: Otra vez gracias, Jinyoung

Jinyoung: No hay de que, solo prométeme que tendrás más cuidado la próxima vez.

Kira: te lo prometo

Jinyoung: ah y ya no llores que las lagrimas opacan tu belleza – y solo se fue, dejando mi corazón palpitando rápidamente.

El último beso (B1A4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora