¡¿Draco es una sirena?! [Harco]

II. El mapa

Busque en la dirección por la que se fue. No podía haber ido muy lejos. Pero era una serpiente escurridiza al parecer. Cualquier pasillo cercano no tenía ni un rastro de él. Maldije por lo bajo. Estuve como una hora buscándolo y ni una sola señal de vida ¿Cómo le hizo para irse tan rápido?

Cuando iba por un pasillo algo oscuro me topé con Hermione y Ron a punto de girar hacia mi dirección. Seguramente estaban regresando a la Torre de Gryffindor.

Gire lo más rápido que puede y casi tropiezo con mi pie. Agradecí de no haberme caído y prácticamente hui hacia mi sala común. El que no me encontrara Ron en el dormitorio supondría que yo estaba mintiendo y se lo diría a Hermione. Eso era lo último que necesitaba.

Entre a mi habitación intentando evitar a la mayor cantidad de personas en el camino. Me puse a leer en mi cama a la espera de Ron. Pero el no haber encontrado a Malfoy me dejo algo frustrado.

Reflexione un poco sobre eso. No era necesario el que siguiera con esta actitud como dijo Hermione. Tal vez debería hacerle caso enserio. Tal vez las cosas solo mejoraron, no tenía que ser tan pesimista y tal vez solo tal vez Malfoy solo dejo de molestarlo por una petición de Lucius. Si, eso tenía que ser.

Ron entró muy tarde a la habitación y solo me dijo un "hasta mañana Harry" con un gran bostezo. Se echó en la cama y comenzó a dormir como un tronco. Una habilidad muy envidiable para mí. Ya quisiera tener el sueño pesado.

Mire la hora, había pasado el toque de queda, pero Ron vino después de este ¿Qué habrá estado haciendo que se ve tan cansado?

Le reste importancia y no le di más vueltas. Tenía algo más importante en qué pensar. Dejar o no dejar a Malfoy en paz con los asuntos que se trae.

Bueno ya se lo prometí a Hermione, eso es lo mejor, creo. No puedo seguir centrando tanta atención hacia Malfoy —pensé.

Me acurruque un poco en la cama. Mire mi baúl casi por reflejo. Dentro de este tenía el mapa del merodeador. Podría saber qué está haciendo en este momento.

Negué con mi cabeza —. Ese no es asunto mío —pensé —No es asunto mío —. Me acurruque aún más entre mis cobijas. Recordé la mirada que me dirigió en el comedor. Intente sacarla de mi cabeza y nuevamente intente dormir y por fin lo logre.

3:00 am. Me desperté, abrí mi baúl y saque el mapa.

Me dije a mi mismo que solo era por la seguridad mía y de toda Hogwarts. Esto no era por mi propia curiosidad.

Abrí el mapa del merodeador. Busque a Draco en las habitaciones de las mazmorras. No estaba por ninguna parte, ni en su sala común.

Una sonrisa apareció en mi rostro —Sabía que estaba tramando algo —, pensé satisfecho —. Ahora solo me queda ubicarlo. No debe de estar tan lejos.

Busque en diferentes áreas. Pasillos, el gran comedor, la biblioteca común y la biblioteca prohibida en especial. Tenía la esperanza de encontrarlo buscando algo sobre sus planes pero solo la señora Norris estaba allí vigilando. Chiste mi lengua un poco decepcionado. Las cocinas sólo tenían a los elfos, los salones estaban vacíos a excepción de uno que otro en desuso con unos estudiantes de último y sexto año que vagamente recordaba sus nombres obviamente haciendo algo no muy puritano. Las aulas principales estaban vacías, la torre de astronomía también. Centre mi atención en el quinto piso. Las áreas comunes estaban descartadas, ya las había revisado.

Siguió con su dedo las inscripciones en el plano. Pasillo de la torre del hospital del quinto piso, estatua de Boris el Desconcertado, a la izquierda baño de prefectos. Lo recordaba casi de memoria al recordar el torneo de los tres magos. Sintió algo de nostalgia pero esta se cortó abruptamente cuando se dio cuenta de quien estaba tomando un baño a esta horas de la noche.

El nombre de Draco Malfoy apareció en la enorme piscina que había por bañera en ese lugar.

¿Qué estaba haciendo allí a estas horas? —, me pregunté —, muy tarde para tomar un baño.

Vi cómo se quedaba quieto a un lado del borde, como apoyándose de espaldas supuse yo. Pero comenzó a moverse por toda la piscina, estaba nadando concluí. No era de extrañar ese lugar se asemejaba demasiado a una piscina. Al parecer el niño mimado de Lucius Malfoy es un muy buen nadador, va muy rápido en el agua.

Agua. Esto debe de tener algún sentido y significado. Tuve el impulso de correr las cortinas, salir de mi cama, buscar a Draco Malfoy en el baño de prefectos y atraparlo con las manos en la masa, con lo que sea que esté haciendo. Pero por ahora era mejor observar y ver qué hace después de terminar su baño.

Duro como más de una hora allí. Ya estaba a punto de quedarme dormido, pero el comienzo del movimiento del rubio me sacó de mi sopor. Al parecer se quedó mucho tiempo esperando algo fuera de la bañera, estaba casi al borde. Cuando por fin se movió creí que se estaba acicalando un poco pero solo salió del baño de prefectos. Me quede estático viendo como Draco caminaba hacia el séptimo piso ¿Qué estaba haciendo? ¿Estaba subiendo hacia el piso donde se encontraba la entrada de la torre de Gryffindore? Por alguna extraña razón el corazón se agitó inquieto. 

Vi cómo evitaba pasar por el pasillo de la Dama gorda, extrañamente me decepcione de esto —, tan cerca pero tan lejos —pensé— y vi nuevamente como se quedaba quieto en el pasillo que tenía el tapiz de Bárnabas el Chiflado.

No me digan que sabe de la sala de los menesteres, esto no es bueno —pensé con una alta preocupación justificada. Esa sala lo tiene todo... literalmente.

Malfoy pasó tres veces por el pasillo y sus huellas desaparecieron.

—Maldita sea ¿Qué demonios estás haciendo Draco Malfoy?—intente decir por lo bajo minimizando mi voz lo que más pudiera para evitar que alguien me oyera y se levantara.

Esto ya era algo que no podía dejar pasar.Seguiría a Malfoy todo lo que pudiera para averiguar sus planes. No sabía a qué hora saldría de la bendita habitación que va y viene, pero aunque quería averiguar qué era lo que hacía después, el sueño ganó la batalla y me quede dormido encima del mapa junto con mi varita en mano. El lumos se apagó. Quien diría que dormir en tu cama al revés sería tan relajante.