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—Entonces, ¿nos llevará tu chófer?—. Taehyung asintió.

Sin embargo Jungkook no estaba muy seguro, era cierto que el porte de Taehyung era sumamente elegante, utilizaba ropa de marca, pero jamás pensó que llegara a tal grado de tener un chófer, tal vez sólo debía aceptar, hace tiempo Taehyung le empezó a interesar y que mejor que ser el único en apreciar la presencia de Kim, por el momento.

Taehyung cedió primero el lugar a Jungkook siendo cortés, como era caracterizado, y éste no negó aquél gesto.

—¿Dónde queda tu casa, Jeon?—. Jungkook abrió los ojos, le avergonzaba vivir en los barros bajos de Seúl, por eso jamás invitaba a sus conocidos allí con la excusa de que no podía, poco a poco se fue acostumbrando.

—En Bupyeon —. Taehyung asintió y le indicó a su chófer la dirección, Jungkook espero algún comentario despectivo pero lo único que recibió fue una pequeña sonrisa por parte del castaño, sonrisa que le gustó bastante.

Vió como por inercia Taehyung agarraba sus auriculares, dispuesto a ponérselos sin embargo paró en seco al recordar la segunda presencia que ese día lo acompañaba.

—Está bien, TaeTae, puedes escuchar tu música—. Taehyung se sonrojó, ¿le dijo lindo?

Kim miró un momento ambos auriculares y con mucha timidez acercó su mano a la oreja de Jeon, sin embargo no encontraba el lugar correcto para ponerlo.

Jungkook tomó la delicada y suave mano de Taehyung y se acomodó el mismo el auricular.

—N-no estoy seguro de que te guste el tipo de música que escucho, si no te gusta puedes quitarte el auricular—. Otra vez sus mejillas se tornaron rojas, casi como el color de su boina, desde la perspectiva de Jungkook, eso fue tierno.

Taehyung suspiró y tocó la pantalla de su celular, comenzando así la canción.

—¿Que idioma es?—. Preguntó Jungkook, los únicos idiomas que conocía era el Mandarín, Coreano, y algunas palabras en inglés.

—Es inglés, inglés británico—.

—¿Cómo lo sabes?—. Jungkook movía su cabeza al compás de la canción.

—Soy políglota—. Respondió Taehyung, y Jungkook elevó ambas cejas, el apenas sabía tres idiomas y sentía que ya podría hacer una traducción y ganar dinero a base de eso, probablemente tendría que volver a pensarlo.

—¿Enserio?—. Taehyung asintió.

—¿Que idiomas sabes?—. Sin querer Jungkook se inclinó más hacia Taehyung haciendo que éste retrocediera y se pegara completamente a la ventana de la limusina, por suerte el chófer no podía ver nada desde su retrovisor.

Jungkook al darse cuenta de lo sucedido retrocedió un poco.—Perdón—.

Taehyung negó, aún no estaba acostumbrado a la presencia de alguien más así que lo tomó como una muestra de amistad.

—El coreano es mi idioma natal, después aprendí el inglés, el ingles británico gracias a mi abuelo, después decidí aprender mandarín, de ahí el japones también se alemán y pronto entraré a clases de francés—. Concluyó Taehyung, y Jungkook no podía estar más interesado en su vida, Kim era una caja de sorpresas, cada una te emocionaba sin embargo de forma diferente, sus ojos brillaron.

—Por cierto, no me llames Jeon, soy Jungkook para ti, ¿puedo llamarte TaeTae?—.

Taehyung agachó la mirada y asintió viendo a sus pies.—Eso significa que, ¿somos amigos?—. Los ojos de Kim brillaron con tanta intensidad que el mismo frotó sus ojos para comprobarlo, aquélla admiración y emoción no la había visto nunca.

Jungkook asintió efusivamente.—Si nos conocemos más tal vez y lleguemos a ser algo más que amigos—.

Taehyung ladeó la cabeza.—¿Mejores amigos?—. Jungkook agachó la cabeza y río, ¿había sido friendzoneado?

—Te lo diré en un futuro—. Taehyung asintió y divisó el lugar, el barrio pobre de Seúl.

—Llegamos, señor—. Indicó el chófer.

—No me llames señor, Hyung, aún soy joven—. Ambos chicos salieron de la limusina.

Taehyung se quedó viendo hacía un pequeño y humilde puesto de flores, miles de tonos se mezclaban dentro, el aroma a pétalos se asomaba y Taehyung no dudó en inhalar aquél dulzón aroma.

Se acercó al puesto y miró cada una de ellas hasta toparse con un tipo de flor en específico.

Era una planta de algodón.

—¿Te gusta?—. Preguntó Jungkook.

—A mi hermana—. Jungkook observó como Taehyung pedía las flores y admiró cada uno de sus gesto, sin permiso tomó una foto y solo la señora que vendía allí se dió cuenta, y como buen cómplice guardó silencio.

Jungkook aún no se daba cuenta de con que ojos veía a Taehyung, de igual forma se daría cuenta más tarde.

—¿A tu hermana le gustan, eh?—. Jungkook posó ambos dedos en su mentón.

—Le gustaban—. Aquello sonó pasado, la tristeza en sus ojos lo dejaba más que claro, sin embargo no le iba a dar palabras consoladoras, instintivamente sabía que Taehyung detestaba la lástima de los demás así que se limitó a asentir.







Buenooooo, pues simplemente otro capítulo ;))

Garçon au béret (Vharem)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora