No regrets

[A division between church and state...]

Parte 3
Una división entre la iglesia y el estado...

Salió de la habitación con rapidez, todos lo observaron extraño por unos cuantos segundos para luego seguir con el debate de los futuros acuerdos de Sokovia a excepción de su novio quién, en el instante en que pidió disculpas por salir de la habitación, notó cómo los gestos del rubio cambiaron a unos más decaídos en un solo instante al igual que su voz estaba a nada de sonar quebradiza.

Se encontraba recargado contra el barandal de las escaleras, trató de impedir el llanto pero luego de un rato comenzó a sentir como le faltaba el aire.

Momentos más tarde pudo escuchar como unos pasos interrumpían el silencio lúgubre y descendían las escaleras, al detenerse escuchó el suspirar de Tony, no tenía que levantar la mirada para saber que se trataba de él...tan solo lo sabía.

—¿Cómo nos sentimos, capitán?

Steve no respondió. De haberse tratado de cualquier otra persona habrían dejado todo por "La Paz" en aquel preciso instante, se hubieran dado la media vuelta y habrían dejado a Steve solo con su pesar. Pero no se trataba de cualquier persona, era Tony. Y Anthony conocía a Steve mejor que nadie por lo que en un segundo intento de ayudar dijo:

—No tienes tiempo para hablar conmigo como tú novio, discutes conmigo como tú compañero justo cuando creí que habíamos dejado eso atrás...¿qué está pasando?

—Ahora no es el mejor momento, Tony.

—¿Entonces cuándo? Hablo en serio, Rogers, dime ¿cuándo?

El rubio se separó de la baranda a sus espaldas con brusquedad y, a su vez, la golpeó con fuerza con ambas manos. Levantó la mirada y miró al azabache con furia.

—Dije que ahora no era momento...

Tony se mantuvo en silencio, luego de eso el rubio se dio media vuelta y bajo el resto de los escalones hasta la salida de emergencia al final del pasillo.

—¡Sabes que tengo razón!-el grito del azabache hizo que detuviera su caminar-Sobre los acuerdos...no podemos permitirnos más accidentes

No era su intención discutir sobre el trabajo en aquel instante pero temía lo que Steve hiciera por su cuenta, así que lo utilizó como excusa para mantenerlo cerca.

Y accidentalmente comenzó un incendio que sería imposible extinguir. Todo por dar su punto de vista, aquel que seguía siendo opuesto al de su novio.

—¿Desde cuándo salvar al mundo se volvió un "accidente"?-con las manos en sus bolsillos, una ceja arqueada y un semblante serio se dio la media vuelta

—Tiramos un edificio encima de un muchacho.

—Mientras salvábamos al cincuenta por ciento de la población. Firmar esos acuerdos es renunciar a eso, Tony, a la libertad de salvar el mundo a nuestra manera.

—Nuestra manera siendo...¿cuál? ¿Destruyendo todo a nuestro paso?

—¿Acaso crees que depender del gobierno mágicamente hará que una invasión alienígena no destruya un edificio? ¡Por el amor de Dios, Tony!

—Sabes perfectamente a lo que me refiero.

—Francamente no, no entiendo a lo que te refieres. No entiendo tus decisiones la mayoría de las veces pero...-soltó una risa amarga-siento que cada una de ellas son tomadas con egoísmo ¿Revelar tu identidad al mundo? ¿Crear un robot que causó todo lo de Sokovia? ¿Firmar un acuerdo con el gobierno sin pensar en los demás, en mi que soy tu...?