Nocturnal Romance

Cap 3- Destino o Casualidad

Nunca había sido tan feliz de volver a su pequeño departamento, fue directo a su habitación, tomo su medicina y se tiro en su cama fastidiada, no quería volver a vivir otro "grandioso" día como ese otra vez.

Todo comenzó mal desde que despertó tarde por haber visto peliculas hasta altas horas de la madrugada, tuvo que tomar una ducha rápida, solamente pudo tomar un yogurt y preparar 2 sandwich para comer mas tarde, tuvo que tomar un taxi para llegar a tiempo a la universidad porque el transporte la dejo atras, en clase, su estomago le jugo una mala broma al rugir de hambre, un horrible sonido que se escucho por todo el aula y que hizo que el maestro la sacara de clase, al salir de la universidad se sentó en una banca para comer sus sándwich pero llego un gato y se los robo, estaba tan frustrada por la mañana que tuvo la mala idea de perseguir al gato, durante su carrera contra el gato piso una botella de plástico que la hizo caer, todo abría salido bien si no fuera porque justo donde cayó había una botella rota y se corto ambas palmas de las manos, al estar de pie se dio cuenta que era tarde para el trabajo y tuvo que correr sin poder agradecer a los chicos que le habían ayudado, a medio camino comenzó a marearse por solo tener un yogurt en el estomago, en ese momento fue que se dio cuenta que había dejado su mochila en la banca, al llegar al trabajo Lizzy la esperaba molesta, pero a pesar de eso le ayudo demasiado al darle medicina, algo que comer para recuperar energias y a vendar sus heridas, durante la jornada laboral solo había atendido gente grosera y tuvo que ir a gritar a los vestidores varias veces ya que tenia prohibido pelear con los clientes, pero por lo menos le habían dejado propina, al finalizar Lizzy la llevo a casa para darle todo un discurso sobre responsabilidad y su típico "tu padre te sobreprotege porque te ama" odiaba esas frases, solo le faltaban 4 años para ser "mayor de edad" parecía casi ridículo como le pedían ser responsable si en 17 años no la habían dejado hacer casi nada sola, no podían esperar que en 1 mes fuera la persona mas responsable del mundo y mas teniendo en cuenta que no tenia los lujos a los que estaba acostumbrada.

Definitivamente había sido uno de los peores días de su vida y la ultima persona en el mundo con quien le habría gustado hablar estaba llamándole, tomo el teléfono y suspiro antes de responder "alegre" la videollamada

-Hola papá-
-Creo que no es necesario preguntar como estas, me doy cuenta de que todo va bien, te ves encantadora como siempre-
-Asi es, hoy fue mi primer día de universidad, todo salio de lujo-
-Me alegro... deberías de recordarme un poco mas y por lo menos mandar un mensaje, yo siempre estoy preocupado por ti- Alice juraría que su padre estaba casi llorando, pero no era mas que otro de sus berrinches
-Prometo hacerlo a partir de mañana, no te preocupes- ella sonreia, por mas que la frustración de ese mal día la molestaba, solo quería terminar la llamada
-no olvides tomar tu medicina- el semblante de su padre cambio drásticamente, como siempre cada que se hablaba de ese tema, no es como que su enfermedad fuera algo grave para tal drama
-No lo olvido, no te preocupes- Tomo un frasco de la mesita y lo mostró
-Me siento tan orgulloso de ti, recuerda mandar mensaje, te amo- casi parecía bipolar ya que el señor Arthur otra vez sonreía
-Te amo papá- dijo de ultimo Alice antes de terminar la videollamada y aventar su celular a la cama, el cual cayó al piso.

No quería saber absolutamente nada ya, no le importaba incluso si se había roto o algo mas le había pasado, lo único que quería en ese momento era dormir, al cerrar los ojos lo ultimo que vio antes de caer en los brazos de Morfeo fue a esos chicos que le habían ayudado a levantarse esa misma tarde.

(...)

Las cosas habían mejorado en esas 4 semanas, había aprendido la leccion de aquel dia, no tenia amigos reales en la universidad, solo hablaba con esa gente cuando lo necesitaba, las cosas estaban mejor en el trabajo... pero no todo era miel sobre hojuelas... cada día despertaba sintiendo un enorme vacío en el pecho, no recordaba lo que había soñado, algunas veces despertaba con la almohada mojada por sus lágrimas, la medicina la necesitaba mas teniendo que doblar la dosis ya que la comida no le satisfacía como antes, pero su orgullo no le permitía hablar de eso con su padre, ya que eso significaría estar encerrada nuevamente y no quería eso.

-¿Ya escuchaste sobre la super luna escarlata?- se escuchaba a los compañeros hablando sobre eso
-es la primera vez registrada que eso pasara, será interesante- respondió una de las chicas
-sera muy emocionante- dijo otra con voz chillona que casi aturdio a Alice, por suerte su profesor de historia entro y cada quien ocupo su lugar dándole tranquilidad a la Pelinegra.

《La luna de sangre...》

-¿Señorita Alice?- llamo el profesor sacando de trance a la mencionada
-Vlad el empalador profesor...- respondió sin saber como lo había hecho, simple suerte o tal vez porque había estudiado momentos antes, el profesor continuo su clase satisfecho con la respuesta.

《 Te volveré a encontrar... lo prometo》

Como cada jueves en la noche Alice tenia que trabajar en un bar, era muy agradable pues por todo el lugar sonaba música de Rock y sus derivados, las paredes eran adornadas por pósters de agrupaciones o solistas de estos generos, los respaldos de las sillas tenían forma de brazo de guitarra, a pesar de ser un pequeño lugar era muy concurrido, parejas, amigos e incluso algunas personas gustaban de pasar su tiempo solos con un trago disfrutando de las bandas en vivo en el pequeño escenario.

Como cada fin de semana había casa llena, la gente estaba muy animada, en las pantallas que colgaban de la pared se veía el video en vivo de Sonata Artica tocando Shy, canción que Alice amaba e incluso cantaba en voz baja para si misma, era tarde por lo que la hora mas pesada comenzaba, uno de los clientes le llamo y fue rápido hasta su mesa para atenderle -quiero... la cuenta- apenas pudo articular palabra el hombre que no era difícil darse cuenta que estaba ebrio, Alice asintió amablemente y saco su libreta de notas -deberias... darme tu numero telefonico nena- volvió a hablar el tipo recargandose en la mesa balanseandose de un lado a otro, durante el poco tiempo que llevaba trabajando había aprendido de sus compañeras que lo mejor era ignorar a la gente cuando había tomado de mas, pero en esta ocasión no seria suficiente, Alice dejo la nota de la cuenta en la mesa y dio la media vuelta para seguir atendiendo a los otros clientes, no pudo alejarse pues el tipo la tomo de la muñeca para no dejarla ir, no pudo hacer nada mas que mirarle y pedirle amablemente que la soltara -aqui falta tu teléfono niñata- dijo molesto el hombre
-por favor no ocasione problemas y suelteme... me esta lastimando- Alice comenzaba a molestarse y si esto seguía así golpearia al tipo sin importarle que probablemente perdería su trabajo
-las zorras como tu siempre se hacen del rogar- dijo el hombre al mismo tiempo que jalaba de la muñeca a Alice para acercarla a el y tomarla de la cintura, causando a la pelinegra un extremo asco por el olor a ebriedad y sus manos tocandola, cerro los ojos rogando que alguien la ayudara, pero justo estaba en una mesa en la zona mas oscura del lugar, de nada serviría gritar ya que la música estaba a un volumen muy alto y nadie la escucharia

-Dijo que la sueltes ¿acaso no escuchaste?- se escucho una voz detrás de ella, volteo al instante para ver a quien seria quizá su héroe, a pesar de la oscuridad pudo reconocer a la persona, abrió completamente los ojos al ver que eran los chicos que le habían ayudado aquel día -sueltala ahora mismo-.

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han pasado 84 años y por fin esta el cap 3 osiosi ahhh no se que mas decir bai (?)