El es el dueño de su libertad, encargado de gritar cuanto ama su verdad, su pasión y ganas de vivir, vivir de verdad, deja tu voz sonar cuando te encuentres en la calle del metro de tu ciudad, sin miedo al que pasará.
No tomes el camino de la formalidad, juega como un niño y ríete sin parar, llora y desahógate. Toma las riendas de tu vida, ama con locura, sin condiciones y prejuicios, ama a la señora de la esquina que vende tortillas, a tu hermano, a la educadora de ciencias naturales, aprecia tu cuerpo, tus piernas son el impulso de tus alas.
El gran cambio está en ti, sal a bailar, camina y se consciente de tu existir, el valor que habita dentro de ti es incalculable; eres libre al momento que dejas de preocuparte, tus preocupaciones incesantes no son la verdad.
Escucha como caricatura la voz buena y positiva que te incentiva a lograr tus sueños, deja olvidada a aquella que no te trae paz; vive tanto, vive de verdad.
Cuando envejezcas tu mayor tesoro serán tus recuerdos y experiencias, mirar al pasado con melancolía y... recibir con felicidad todos los momentos llenos de magia que se presentan constantes en tu vida.
Los recuerdos de cuando viviste inmensamente te reconfortarán, y no arrepentirte de nada, porque no habría de haber pasado otra cosa, todo es perfecto y está en perfecto orden.
Eres el protagonista de tu vida, el plan maestro lo guarda Dios para ti, escucha dentro de ti, desde que nacemos condenados a prejuicios, escucha esa voz dentro de ti, Dios te llama a ser libre.
