.EL Deber.

34 12 0
                                    


Jimin:

Habían pasado dos días desde que a Emma la habían ingresado inconsciente al hospital, luego de ser atacada siendo brutalmente golpeada por un hombre alcoholizado, dos días en los que no había podido pegar un ojo, aunque ese día se había disfrazado para poder escabullirme en la habitación de la pelirubia, no pude disminuir mi preocupación aunque la veía recuperandose aún me odiaba por no haber podido llegar antes de que ese imbécil la golpeara.
Permanecí sentado al lado de la cama de hospital mientras sostenía su mano, en ese momento mientras miraba como ella respiraba tranquilamente algo se movió dentro mío , no tenía idea de cuán profundos eran mis sentimientos por ella hasta este momento, donde sentía que su corazón latía a mil por hora, no me importaba si ella se despertaba y lograba reconocerme aunque el no quisiera que así fuera, estaba decidido a tomar las riendas de la situación. Me paró y me inclinó sólo un poco hasta quedar cerca de ella, sólo unos milímetros me separaban así que apartando toda duda puse mis labios sobre los suyos, noto como los de ella se sentían tibios y carnosos contra los mío, amo la sensación, no quería para nada separarme de esos hermosos labios pero con pesar me aparto de su lado.

Miré el reloj y me dio cuenta que ya tendría que cubrir mi rostro porque en unos minutos entraría su abuela y tendría que irme. Lancé un suspiro de cansancio notando como todo mi cuerpo pesaba.

- ¿aún no despertó?-
preguntó, en español, la mujer mayor entrando a la habitación acompañada de otra señora, según se era amiga de Mirna, abuena de Emma.

Creo que logro darse cuenta que no entendería así que le pidió ayuda a su amiga, Alicia, para que tradujera lo que ella quería decirme.

- ¿así que aún no ha despertado?- tradujo

- no, todavía.-- suspire -- aunque así lo quisiera.

- tal ves fue tan duro todo lo que paso que teme despertar.- dijo Mirna mirando fijo a su nieta.- no quise decirle a mi hija lo que pasaba o vendría a Corea en el primer avión.- esperó a que su amiga me comunicara todo.

- yo creo que tal vez deba... deba decirle aunque cuando todo esto pase y emm.. gracias por informarme lo que ha pasado y por permitir que me quede aunque no me conozca.- di una pequeña reverencia. Mientras tanto Alicia hacia de intermediaria

- no es nada muchacho, deja las formalidades...sé que mi nieta te tiene respeto y mucha confianza, así que eso hace que yo también te vea de esa manera-- La abuela tomo mis manos mientras me miraba a los ojos -- gracias por preocuparte y brindarnos una ayuda muchacho.-- dijo esperando poder comunicarme con la mirada él respeto que me tenía, debido a que yo me había asegurado de dejarla en una mejor habitación, con mejores médicos y muchas más comodidad para que su abuela pudiera quedarse a dormir en la habitación.

- para mí esto no es nada, me gustaría poder hacer más.-- tomo la mano de ella entre medio de las mías.-- debo irme o en mi trabajo me matarán.

- vete tranquilo, ella estará bien -- suspiró y corrió su mirada hasta posar la vista en su nieta. -- cuando despierte diré que estuviste aquí, junto a ella, le va a agradar saber eso.

- muchas gracias -- dije dándole una reverencia a ambas mujeres.-- cualquier cosa que suceda puede llamarme.-- me dirigí a la puerta dudando si irme o no pero sabia que mis Hyung me matarían, así que me fui.

Gracias a esa mujer mayor pudimos comunicarnos sin problemas y agradecí eso.

Gracias a esa mujer mayor pudimos comunicarnos sin problemas y agradecí eso

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Smiling EyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora