(ATENCIÓN: Antes de leer, te recomiendo ver la película "Radio Rebel")
¡Hola! soy ___(tn) tengo 16 años y mis padres me inscribieron sin consultarme en un nuevo instituto, la secundaria Lincoln Bay.
Aunque odié la idea en un principio, jamás imagin...
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El timbre suena, indicando que las clases están por empezar. Para mi mala suerte, no me toca junto con Stacy o el grupo de Audrey, por lo que entro al salón y me siento en un banco al final del aula.
Pero vaya sorpresa que me llevo, al ver al chico castaño de hace rato entrando por la pierta. Viste una playera que tiene cuatro letras "G" en diferentes ángulos, en su cuello cuelgan unos audífonos y su pelo sigue igual de despeinado. No voy a mentir, es muy guapo.
Al notar mi presencia, él automáticamente sonríe y decide ocupar el asiento vacío a mi lado.
-Creo que no nos hemos presentado, soy Gabe, Gabe Laviolet, bajista y vocalista principal de "Los gggg's"-me estira su mano.
Sin dudar, estrecho su mano de arriba a abajo y paso a presentarme.
-Yo soy ___ Matthews, un placer.
-Déjame decirte que el placer es todo mío.
Ruedo mis ojos y comienzo a sacar las cosas de mi mochila.
El profesor entra por la puerta bebiendo un. café y la clase inicia.
Al rato, oigo unos "psss" a mi derecha, resultando ser el autor de los mismos el chico de la banda.
-¿Qué quieres, Laviolet?- le pregunto susurrando de mala gana.
Si hay algo no me gusta, es que los hombres sean insistentes y traten de conquistarme.
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-¿Te gusta Linkin park?- pregunta algo entusiasmado, pero cuidando el tono de su voz
Asumo que vio la tapa de mi cuaderno, ya aue la forré con el logotipo de la banda.
-¿Y a quien no?- contesto obviando lo obvio.
-Cool...- suelta.- Ten, creo que esto podría interesarte- me dice, sacando su mp3 y dándome uno de los auriculares.
Él preciona un botón y escucho el nuevo disco de Linkin Park con una muy buena calidad en el sonido.
Mi rostro se ilumina, algo que parece alegrarle.
-¡No puede ser!- grito en murmullos.
-¡Lo se!- me contesta imitando mi acción.
-Señor Laviolet, Señorita Matthews... parece que están oyendo música muy acaramelados allí atrás- nos llama la atención el profesor cuyo apellido no recuerdo.
Y era cierto, sin darme cuenta, me encontraba muy cerca del rostro de Gabe.
De inmediato, me saco el audífo, pero ya es tarde.
Nos envían a la oficina de la directora Moreno, donde la mujer dictamina que tendremos un merecido castigo, ya que el uso de aparatos en clase supone una severa sanción.
Al salir de la dirección, me dirijo veloz hacia mi casillero.
