Capítulo 1

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Leah

♫Oh, I hope you're happy, but not like how you were with me
I'm selfish, I know, I can't let you go
So find someone great but don't find no one better
I hope you're happy, but don't be happier ♫ Olivia Rodrigo

Estaba realmente obsesionada con Olivia Rodrigo.

Sus canciones me hacían teletransportarme de una realidad y sentía cada verso bajo mi piel. Mientras nos dirigíamos a lo que sería mi próximo infierno; canté la canción una y otra vez en mi mente para así no oír el discurso de mi madre, quien a mi lado comentaba sobre la nueva escuela y lo genial que iba a ser.

Bufé sonoramente y aumenté el volumen de mis audífonos.

Me encontraba tan decepcionada de ella que solo me dedique a ignorarla; desde que me contó lo que había planeado a mis espaldas. Hemos sido solo las dos durante mucho tiempo y sé perfectamente que le duele la forma en la que la estoy tratando y eso precisamente era lo que más me dolía.

Me caí de espaldas cuando me enteré y no precisamente por ella. No solo se había casado con un completo extraño, sino que además me iba a meter a un internado. Si. Así es.

Un maldito internado.

Estaba relativamente bien en mi escuela actual. No tenia muchas amistades, pero al menos estaba en mi zona de confort. Eran personas con las que llevaba años lidiando.

Ella sabe perfectamente de mi problema, de lo que me cuesta adaptarme y aun así no pensó en eso.

Esa fue la forma menos sutil de decirme que me quería lejos. Se supone que éramos un equipo.

Lo más lamentable no era solo que me enviaría lejos de ella con gente que no conozco, encima escogió un internado de gente con recursos. De gente déspota, cruel. De esos internados que salen en los libros y películas... Hijos de familias sumamente importantes.

Le repetí, le rogué que no me dejara ahí, pero ella hizo oídos sordos. Solo le importaba su adorado marido e irse de luna de miel tranquila.

Ese hombre no me daba buena espina. Me miraba extraño y me trataba muy mal cuando mi madre no lo veía. Era cruel y un completo desconocido. Lo único que sabía de él es que era viudo y tenía dos hijos.

Eran mellizos y tenían mi edad. Solo sabia sus nombres. Jaden y Lauren.

―Tiene un muy buen departamento de idiomas, música, te encantará. ―escuche decir entusiasmada a mi madre.

La mire cabizbaja por el espejo retrovisor.

― ¿Porque no te quedas tú entonces? ―le mencione satírica y ella esbozó una mueca.

―No seas irrespetuosa―me levanta la voz Richard

Mi madre se remueve en su asiento.

―Tranquilo amor, solo está molesta―le dice tratando de suavizar el ambiente. Se da vuelta para mirarme y advertirme que no le responda y, para evitar más problemas simplemente lo ignoré.

Hoy sería el comienzo mi infierno. Estaba sola, completamente sola.

Mientras miraba por la ventana podía ver que cada vez nos acercábamos más y a lo lejos pude observar a un hermoso castillo y un letrero enorme que decía: Bienvenidos Winchester College School

El nombre del internado. Mi nuevo hogar.

* * *

Jaden

― ¡Jaden! ―grita Lauren a mi izquierda

― ¡¿Qué demonios te pasa?!―le respondo irritado.

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