Angestin One Shots

2024 [parte uno]

Nota de autor: Las invitó a flashear una vez más, y no les digo cuántas partes serán porque ni yo tengo idea, nunca se lo que escribo hasta que lo voy escribiendo.

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Ángela

—Estás loco vos —le dije a mi mejor amigo, sin despegar la vista de mi celular— no insinúes más eso, es una locura

—A mi no me parece taaaan una locura —Juan se levantó un poco de su posición en la cama y se acomodó sobre sus codos para poder mirarme— pensa que

—Amigo —lo miré con una expresión que le pedía que pare

—Dejame decirte lo que pienso una sola vez, y si te parece que nada que ver, me das tu respuesta y no se toca más el tema ¿te parece? —generalmente lo amaba más que a nadie, pero a veces lo quería matar

—Bue, dale —le respondí con resignación, sabía que de otra manera no se iba a callar más

—Pero prestame atención —me sacó el celular de la mano y yo lo fulminé con la mirada— el otro día entré a un vivo de él, donde decía que había escrito la canción en un verano, es obvio que es este verano

—Un verano puede ser cualquier verano —lo interrumpí rápidamente

—El verano anterior estaba con la ex, hasta que se separaron, ¿no me contaste eso? —asentí con la cabeza y no pude evitar largar una risa— ¿de que te reís tarada?

—Me causa gracia que te acuerdes, y ademas siento que estás hablando al pedo, porque jamás voy a estar de acuerdo con tu idea demente —sentencié, muy segura de cada una de mis palabras

—Mejor, dejame terminar —puso cara de concentración y yo seguía riéndome— bueno, entonces es obvio que lo escribió este verano

—Si, algo así me dijo una de las últimas veces que hablamos

—¿QUÉ? —exclamó indignado— ¿como ya tenías ese dato y no me lo dijiste? una parte de mi teoría confirmada entonces —revolee los ojos— quiere decir que a la susodicha la conoció durante el 2018

—Seguro —dije con una voz que fingía desinterés

—¿Y en qué momento fue eso? ¿cuánto tiempo la vio como para llegar a escribirle una canción? —me empecé a sentar en la cama— apa, te voy convenciendo

—Me siento porque me duele la espalda —mentí— no sé amigo, capaz no teníamos la confianza suficiente para que me cuente, y había alguien... y en qué momento no sé —pensé— porque hasta yo terminé con Pepo, entre otras cosas, porque no quedaba tiempo ni para respirar

—¡A eso voy! —gritó y pegué un salto en la cama

—¡Para un poco loco! —me quejé— también puede ser alguien que conoció en el último tiempo, cuando terminamos de grabar —recordé a ciertas chicas que se paseaban por los camarines del Luna

—¿Y te parece de la clase de persona que en dos meses se va enamorar y hacerle una canción? —negué con la cabeza en medio de una risa, él era de las personas más cerradas en ese sentido que había conocido

—O alguien de Uruguay, un rumor por ahí me llegó —volví a agarrar mi celular porque esta conversación me empezaba a estresar— que seguro veía cuando viajaba para allá

—Me contaste de ella —pensé cuando lo había hecho y me arrepentí, por alguna razón no quería tocar el tema—    pero justamente ¿cuantas veces viajo? contadas con los dedos de la mano, y encima una con vos —lo miré mal automáticamente, era algo de lo que me juró no volver a hablar— es necesario recordarlo, porque todo su círculo supo que te llevó a la casa que está lejos y no salieron de ahí