Mar del plata: la ciudad feliz [ÁNGELA]

1K 78 25
                                    

ÁNGELA


Entré a su habitación rápidamente, porque si esperaba que me hiciera pasar se hubiera generado un momento incómodo, él estaba helado, sorprendido de que estuviera ahí, así que ni se había movido.

—Vine porque estaba viendo que estabas desvelado y yo también —al escucharme cerró la puerta y por fin giró a mirarme

—¿Si? —asentí con una sonrisa tratando de que se relaje— ¿y te parece que juntos podríamos dormir mejor? —fue tan sincero y en un tono que me hizo sentir un poco mal

—Bueno, mejor me voy —dije e intenté caminar hacia la puerta, pero él me freno agarrándome del brazo

—No, veni, no te lo digo mal, quedate, ¿pero no me vas a decir que no tengo razón? —me preguntó y solo lo miré con expresión de hartazgo, harta estaba de que me esquive— si no puedo dormir cuando nos separa una pared, imaginate si estás en frente mío —nuevamente me sorprendió su sinceridad, algo raro había en él, algo que no sabía si me gustaba mucho o me daba un poco de miedo

—¿Yo soy la que no te deja dormir? —le pregunté ansiosa, buscando que me confirme lo que me había querido decir, pero él solo suspiró y se acostó en la cama

Me hizo seña para que me acueste a su lado, pero yo me quedé parada donde estaba.

—¿Qué pasa? —me preguntó

—Nada, no te quiero poner incómodo, pensé.... —y no supe cómo seguir la oración

—¿Qué pensaste? —insistió

—No sé, creo que pensé que al haber pasado un tiempo, podíamos... llevarnos bien

—¿Cuando nos llevamos mal? ¡que decís! veni acá —tocó la cama a su lado insistiendo para que me acostara ahí

—Bueno me expresé mal —caminé hacia él y me senté a su lado mirándolo— me refiero a, no sé, ser amigos y poder compartir cosas sin sentirnos —pensé un segundo— raros, bueno no sé lo que digo

—Te entiendo, créeme que si porque yo venía pensando lo mismo —lo miré sorprendida nuevamente— ¿qué? ─preguntó al notar mi expresión─ ¿te pensas que de un día para el otro me olvidé de vos y todo lo que pasamos? —agaché la cabeza para que no descubra en mi mirada la respuesta— bueno, si pensabas eso no, no me olvidé, y justamente por eso es que no te hablé, porque no me sentí listo para hacer como si nada, y vos estabas en tu vida...

—Bueno bueno vos también —lo interrumpí sabiendo a qué se refería con "estar en mi vida"

—¿Yo también que? ─retrucó

─Nada, no quiero pelear ─mi voz ya se oía frágil, si seguíamos hablando del tema era capaz de largarme a llorar desconsoladamente

─No estamos peleando, estamos hablando, de cosas que hay que hablar

─¿Ahora te diste cuenta que hay que hablar de las cosas? ─me quejé

─Bueno, uno puede cambiar, ¿mejor tarde que nunca no?

─¿Qué me queres decir con eso? ─le pregunté un poco confundida

─Nada, lo que te estaba diciendo es que yo también venía pensando en que estos días podían ser una prueba para ver si... dejamos el pasado atrás ─asentí, no quería preguntar más nada por miedo a escuchar su respuesta

─Vamos a seguir probando entonces ─me levanté de la cama mientras lo decía

─Para, no te vayas así, dame un abrazo ─suplicó, y aunque lo dudé un poco, terminé volviendo  a su lado, dejándome envolver por sus brazos

Angestin One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora