8.

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Chaeyoung y Lalisa me guiaron hasta casa luego de terminar los helados en completo silencio, donde al parecer —y gracias al cielo—, ni mi madre ni la de Chae se encontraban, así que pudimos hablar con total tranquilidad. Subimos a mi habitación y allí nos dedicamos a hablar.

—Así que... —Chaeyoung fue la primera en hablarme—, ¿Ella era la razón por la que no ibas al parque, eh? 

—Sí —solo me quedó asentir y decir la verdad. No tenía sentido negarlo todo si ellas habían presenciado... Lo que sea que sucedió en el parque.

—¿Qué fue lo que sucedió entre ustedes? —inquirió mi amiga.

—Yo...

—¿Tú...?

—Yo... Yo no... No lo sé —finalicé en un susurro, agachando la cabeza.

—¿No lo sabes?, ¿Cómo que no lo sabes? —levantó un poco su tono de voz, por lo que intuí que estaba molesta.

—Tampoco sé eso...

—Por todos los cielos. ¡Esa chica fue al parque a gritarte e insultarte!, ¡¿Y no sabes lo que pasó entre ustedes?! 

—Rosie... 

—¡Ella te insultó, Jennie!, ¡Literalmente te mandó a la mierda!

—Chae...

—¡Te trató como basura y tú no hiciste nada para detenerla! —prácticamente gritó, haciendo que me pusiera aún más nerviosa—. ¡¿Qué demonios pasó entre ustedes dos?!, ¡Exijo saberlo! 

Cerré los parpados con fuerza y apreté el bastón de igual forma. Los recuerdos de ese día volvieron rápido hacia mí y sumando el hecho de que Chaeyoung me estaba gritando, mis ganas de llorar se incrementaron.

Por suerte para mí, Lalisa estaba junto a nosotras y pudo detener a Chaeyoung antes de que siguiera gritando y escandalizándose.

—¡Chaeyoung ya basta! —y los gritos cesaron—. ¿Qué no ves que está alterada? Lo único que haces es alterarla aún más.

—Yo... Yo no...

—Mejor ve a tomar un poco de agua.

Escuché un suspiro y luego el abrir y cerrar de la puerta de la habitación. Empecé a jugar con el bastón y a inhalar y exhalar justo como me había enseñado mi terapeuta para estos casos.

—Lo siento. Debes disculparla, es... Todo esto la altera mucho aún —escuché a Lisa hablarme.

—Es... Nunca me había gritado cuando éramos pequeñas...

—No suele hacerlo. Es solo que esta situación aún es difícil para ella —murmuró—. Supongo que ya sabes que sufrió bullying mientras estuvo en Tailandia, antes de conocernos —yo asentí, dispuesta a escuchar su relato—. Todo lo que tenga que ver con eso la afecta, aún no se recupera del todo... Y supongo que el que esa chica te haya tratado así la alteró.

—Entiendo...

—Ella no es así, enserio —insistió, sacándome una diminuta sonrisa. Me alegraba que ella intentaba que no estuviera molesta con Rosé y trataba de arreglar todo para no verla mal—. De verdad solo está afectada. Ya volverá a la normalidad.

—Te creo, no te preocupes —murmuré, limpiando las lágrimas que se me habían escapado con el dorso de la mano—. Sé que Chaeyoung nunca sería capaz de hablarle así a alguien.

Escuché como suspiraba y salía de la habitación, y luego de eso solo hubo silencio.

Una vez sola, me dispuse a pensar en todo lo que me atormentaba.

¿Por qué Jisoo había montado todo ese drama en el parque?, ¿Sería por qué quería atención?, ¿O era por qué de verdad le importaba y le dolía mi supuesta indiferencia? No, no. Eso no podía ser... ¿Verdad?

Vamos Jennie, recuerda quién le hizo daño a quién...

¡Demonios! Era tan difícil pensar cuando sus sollozos aún se repetían en mi mente sin parar una y otra vez. O cuando la había escuchado tan... Vulnerable... Tan frágil... ¡¿Por qué todo era tan difícil?!

Maldita Jisoo, Malditos sentimientos, Malditos pensamientos... ¡Malditos todos!

Creía que ya empezaba a asimilar todo, creía que ella de verdad me había traicionado y yo no le importaba... Pero luego llega haciendo lo que sea que hizo en el parque y... Y me hacía dudar. Me hacía dudar de mi decisión de superarla.

Me hacía dudar de mí misma y por eso me molestaba y me frustraba al mismo tiempo.

Llevé ambas manos a mi cabeza con desesperación, como si eso fuese a ayudarme a encontrar la respuesta a todo, cuando sentí como la puerta se abría y se cerraba nuevamente. Acto seguido, una mano tomó la mía, dando un ligero apretón.

—Jen, yo... —era la voz de Rosé, y de verdad se escuchaba arrepentida—, lo siento. Lo siento mucho. No quería gritarte ni asustarte... Yo solo... Solo... Me molestó que ella te haya tratado así...

—Te entiendo, Rosie. Descuida —murmuré—. Yo hubiese reaccionado de la misma manera si el caso fuese al revés.

—Aún así, eso no justifica mi comportamiento. De verdad lo siento.

—Ya, no importa. Estás perdonada —suspiré y me tiré de espaldas en la cama. Extendiendo mis brazos y cerrando los parpados—. Todo esto es una mierda...

—Jennie —susurró Rosé—. ¿Crees que puedas contarnos lo que sucedió...? ¿Por favor?

Si lo pedía de esa forma tan pasiva y tierna, definitivamente no podía negarme, así que lo hice. Les conté absolutamente todo lo que sucedió —o lo que yo creía que sucedió al menos—. Desde como me había "salvado" de los tontos con el balón, hasta su traición y el como estaba intentando superarlo.

—Pero... No entiendo —Dijo Lalisa—. Primero te salva y luego dice que no te soporta... ¿Qué clase de persona hace eso?

—No lo sé, no lo sé... Hasta ahora, yo solo sé que... Nada sé —murmuré de forma dramática, empleando la frase del famoso filósofo griego.

—Es una tonta —musitó Rosé. Aún seguía enojada, pero trataba de controlarse—. ¿Quién hace esas cosas? Ella no te merece, Jen. No merece tu sufrimiento.

—Rosie tiene razón —la apoyó su novia—. Y no te preocupes, no dejaremos que se te acerque más.

Abrí los parpados y me senté de golpe en la cama.

—¿Acercarse?, ¿Es que crees que después de lo que pasó voy a volver a ese lugar? Ni loca. Nunca volveré allí.

—N-no me refería al lugar —dijo—. Es por si salimos a alguna parte o algo así. El mundo es muy pequeño, nunca se sabe lo que va a pasar, ¿No?

—Estoy de acuerdo con Lili —esta vez, quien apoyó fue Chaeyoung—. No importa si no vamos al parque, podríamos encontrarla en cualquier parte.

—Chicas, agradezco su preocupación, aunque creo que exageran un poco... Pero después de lo que pasó hoy, como que no tengo ganas de salir de casa.

—¿Dices que piensas quedarte aquí para siempre?

—No para siempre —dije—. Tal vez hasta que me salgan canas.

—Muy bien, ahora quien está exagerando eres tú —me retó Rosé—. Vas a salir porque la vida sigue adelante. No dependes de ella, Jennie. No dependías de ella antes de conocerla y vivías bien con tu madre y tus perros. No tienes que hacerlo ahora.

Pero lo que ella no sabía, era que desde que la conocí, yo empecé a depender de ella. Y en cuanto nos separamos, algo en mí se rompió...

Capítulo un poco corto, pero es una pequeña introducción para que vean como Lalisa y Chaeyoung van a influir en su relación, y lo importantes que serán.

Muchas gracias por leer, votar y comentar <3

Bye, Bye~

Eyes┊JenSooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora